domingo, 1 de junio de 2025

EL DRAGÓN NEGRO (FERNANDO BENZO)

 
El dragón negro
Fernando Benzo
 
 
 

Título: El dragón negro
Autor: Fernando Benzo
Editorial: Planeta, 2025
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 480
 
 
 
FERNANDO BENZO
 
Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor
 
Fernando Benzo (Madrid, 1965) comenzó su andadura literaria cuando, a los 23 años, obtuvo el Premio Castilla-La Mancha con su primera novela, Los años felices. Desde entonces, se han ido sucediendo relatos breves y novelas, en algunos casos reconocidos con premios literarios como el Max Aub de cuentos o el Ciudad de Majadahonda y el Kutxa – Ciudad de Irún de novela. Entre sus títulos destacan Mary Lou y la vida cómoda, Después de la lluvia Las cenizas de la inocenciaasí como la recopilación de relatos Diez cuentos tristes. Sus novelas más recientes, todas ellas publicadas en esta colección, han sido Nunca fuimos héroes (2020), Los viajeros de la Vía Láctea (2021) y Los perseguidosque recibió el Premio Azorín de Novela en 2023.
 
 
En este blog puedes encontrar reseñadas las siguientes novelas del autor:

 
 
 
 
ARGUMENTO de EL DRAGÓN NEGRO
 
En una nave industrial, cinco rumanos son acribillados. Por un descuido de uno de los dos asaltantes, se descubre que han sido dos chinos. ¿Una guerra entre bandas rivales?
Al frente de la investigación, y sin más medios que ellos mismos, ponen a Estela Domínguez y Roi Conde. Dos policías de grupos diferentes y personalidades opuestas.
 
 
 
 
EL DRAGÓN NEGRO
 
Aunque El dragón negro es una novela independiente, no deja de ser la continuación de una novela de Fernando Benzo que a mí me entusiasmo: Los perseguidos. Lo es porque uno de sus personajes protagonistas, no deja de ser un personaje secundario de la novela anterior: Virginia, la mujer de Dardo. También Dardo aparece, aunque en un papel muy secundario en esta nueva novela.
Novela independiente, insisto, porque la temática es muy diferente y la mayor parte de los personajes y la ambientación también.
 
Podemos considerar El dragón negro como una novela coral, pues aunque partamos de tres o cuatro personajes principales, estos se reparten los papeles entre sí. Fundamentalmente son dos los más importantes:
Estela Domínguez, recibe el encargo de volver a la calle para investigar quiénes son los asesinos de tres rumanos acribillados en la nave de un polígono. Era una gran inspectora hasta que mató un hombre para salvar a su compañero durante una intervención. Ahora se refugia en el papeleo:
«Su trabajo era cruzar datos, en tratar de detectar, entre toneladas de información irrelevante, algo que llevase a algo que permitiese averiguar algo que tuviera interés para alguien. La aguja en el pajar». (Página 75)
 
Wang es el malo de la novela. Un chino que llegó a trabajar a España por los conductos ilegales del tráfico de personas, huyendo de un crimen que cometió en China. Ha prosperado hasta ser uno de los hombres más poderosos y ricos gracias a sus negocios. Tiene a todo un equipo intentando demostrar sus actividades ilegales, pero parece que lo tiene todo muy bien preparado para evadir la acción de la justicia española.
«Ellos odian, aún más que nosotros, a las ovejas negras de su comunidad. Al final, unos pocos generan un rechazo contra los chinos que los perjudica a todos en sus negocios. (…) Wang es la puta oveja negra más grande de todas. O, mejor dicho, es el puto dueño de todas las ovejas negras» (Página 91)
 
Estela no está sola, que más quisiera en muchos momentos ella, sino acompañada de Roi Conde, que es su antítesis. Donde ella es fiel cumplidora de las normas, Roi parece haber nacido para saltárselas y hacer lo que le da la gana. Toda una celebridad, aunque no siempre para bien:
«En las charlas de café o copa entre polis, cuando se repasaban cotilleos y personajes, no era raro que ap0areciera el nombre de Roi Conde. Un tipo solitario, arisco y con tendencia a pelearse por igual con superiores, compañeros y subordinados. (…) Lo utilizaban se servían de su talento como policía, pero a la vez no querían ni verlo». (Página 81)

 
Dos personalidades las de Estela y Roi en permanente conflicto.
«Ella no contestó. Como era habitual, hicieron la mayor parte del trayecto en silencio, que era la mejor forma que tenían de no discutir». (Página 116)

En el fondo, la investigación parece puro paripé, con dos únicas personas de diferentes departamentos y más despistadas que un pulpo en un garaje. Es más, todos quieren que cierren rápido el caso como un ajuste de cuentas entre bandas sin entrar en más detalles.
«¿Alguien se plantea darnos más medios para esta investigación? Porque solo somos dos policías pululando por la calle sin saber muy bien qué hacer». (Página 151)
 
Y si les han puesto a hacer de que trabajan, es solamente porque se ha armado un poco de revuelo por la espectacularidad del caso:
«La única razón por la que su muerte ha llamado la atención y se ha armado un poco de revuelo ha sido porque los mataron a los cinco a la vez. (…) Porque, ya sabes, al fin y al cabo, solo son inmigrantes. Sangre de segunda» (Página 221)

 
Ese es el tema de fondo: la inmigración ilegal, caballo de batalla entre políticos hipócritas que se escandalizan de los hechos sin más interés que beneficiarse de los implicados.
Y junto a esa inmigración, el peculiar y desconocido mundo chino, tan desconocido y diferente al mundo occidental, comenzando con esa simbología tan diferente del dragón, como el que da título a esta novela:
«El dragón siempre trae consigo motivos para la felicidad. El dragón oriental no tiene nada que ver con el dragón occidental. El dragón chino es un ser positivo. (…) No se parece en nada a ese dragón de las historias occidentales, siempre enemigo de los hombres y con ansia destructora». (Página 271)



Pero ese dragón beneficioso es el dragón rojo. Junto a él, como contraposición, ese ying y yang de su cultura, está el dragón negro:
«Wang es el dragón negro, el que trae consigo el mal». (Página 311)
 
 
 
OPINIÓN PERSONAL

Foto de El Búho entre libros para Insagram


En esta foto de la cubierta, siu podemos apreciar la imagen del dragón grabada sobre la misma.

El dragón negro
es una novela tan negra como ese dragón del título. Aunque en muchos momentos tiene el ritmo de un thriller, un género del que toma prestados unos giros que hacen que la novela sea una sucesión de sorpresas. En algún caso tan impactantes que aún me estoy recuperando de alguna de ellas.
Una novela que transcurre fundamentalmente en Madrid, pese a unas breves incursiones en Barcelona y en China. Así tiene que ser, porque es en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada (junto a la carretera de Toledo) donde se encuentran todas las naves de distribución en España de la mercancía china que llega a nuestro país.
Junto a una gran trama y a un ritmo tan trepidante, hay que añadirle unos personajes impactantes, incluidos algunos secundarios de auténtico lujo, como esa Virginia, la chica pija que se enamoraba y se casaba con un quinqui como era Dardo en Los perseguidos y que aquí reaparece tras haberse ido a Argentina, para cerrar el tema de una herencia. O el primo de Wang, ese que le ha acompañado desde China en su huída.
 
Una novela muy recomendable para este verano, que en el momento de escribir esta reseña parece habérsenos echado de golpe encima a finales de mayo. Porque es muy entretenida y está muy bien escrita.
 
 
 

VALORACIÓN: 9/10

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