viernes, 29 de marzo de 2019

EL PERFUME (PATRICK SUSKIND) DOMINGOS DE CINE (71)


El perfume
Parrick Suskind



 Título: EL perfume
Autor: Patrick Suskind
Editorial: Seix Barral, 1985
Páginas: 320






PATRICK SÜSKIND

Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:

Patrick Süskind nació en 1949 en la localidad bávara de Ambach, en Alemania. Su primera novela, El perfume (Seix Barral, 1985), le valió inmediata notoriedad mundial. Es autor también del monólogo El contrabajo (Seix Barral, 1986), de las novelas La paloma (Seix Barral, 1987) y La historia del señor Sommer (Seix Barral, 1991), y del libro Un combate y otros relatos (Seix Barral, 1996)






ARGUMENTO de EL PERFUME

Esta es la sinopsis que facilita la editorial:

Para conseguir el favor de las damas y el dominio de los poderosos, Baptiste elabora un raro perfume que subyuga la voluntad de quien lo huele. La esencia proviene de los fluidos de jovencitas vírgenes y para conseguirla deberá convertirse en un asesino...





EL PERFUME

El perfume tiene algo que lo convierte en un libro único y especial. Un libro nos obliga durante su lectura a un esfuerzo de imaginación, a poner rostros y formas a los personajes, a dibujar en nuestra mente los escenarios en que transcurre la acción. El perfume va más allá, porque además de imaginar imágenes, nos obliga a imaginar olores.
Nos descubre uno de los sentidos en el que menos pensamos, quizá porque en el desarrollo de nuestra evolución ha dejado de ser tan importante para nuestra supervivencia. En los animales el olfato es en muchos casos un sentido vital, pues no solo le avisa del peligro de la presencia de otros seres, sino que es fundamental para encontrar el alimento.
Así debió ser también para nosotros en su día, pero hoy el olfato no nos da de comer, salvo que te dediques profesionalmente al mundo del vino o de los perfumes.

Aunque nuestro sentido parezca no percibirlo, nuestro olfato determina nuestra conducta sexual, pues producimos unas sustancias denominadas feromonas que actúan como reclamo sexual. No sentimos su olor, pero nuestro cerebro las capta y obra en consecuencia.
Parece algo fantasioso pero es un hecho comprobado científicamente. (De hecho hay trampas para insectos con feromonas como reclamo). Pensad en la vuestra pareja y veréis que aunque no lo sepáis definir, hay algo en su olor. Es "su" olor. Pensad también en aquellas veces que el olor de una persona, y no implica que huela mal, nos hace rechazarla como pareja.

De esto trata el libro, de la búsqueda de un sueño que en el fondo todos compartiríamos: '''La búsqueda de un perfume que despierte hacia nosotros el amor de los demás'''.


No tarda el libro en dejarnos claro que es diferente a todo lo que hayamos podido leer hasta ese momento, que hay que leerlo con una imaginación distinta.
No duda en comenzar con una patada a nuestras narices:
«Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras  apestaban a madera podrida y excrementos de rata, las cocinas, a col podrida y grasa de cordero; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales».


Un hedor que se percibe por doquier:
«Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo; el oficial de artesano como la esposa del maestro; apestaba la nobleza entera y, sí, el rey apestaba como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja, tanto en verano como en invierno».

Y así continúa durante dos páginas hasta contarnos el nacimiento entre el hedor de la sangre y el pescado podrido de Jean-Baptiste Grenouille, un superviviente nato que se niega a morir.
«Era de construcción fuerte; quien sobrevive al propio nacimiento entre desperdicios, no se deja echar del mundo así como así».

El niño nace con una peculiaridad que hace que sea rechazado como algo diabólico por la nodriza encargada de cuidarlo y alimentarlo:
no tiene olor. Ni rastro de ese peculiar y agradable olor que tienen todos los recién nacidos.
Y tiene otra peculiaridad: su gran olfato, que le permite identificar cada objeto con su olor. Es como si tuviera una visión especial. Los demás niños captan que es diferente y esa diferencia provoca miedo y rechazo, lo que lleva implicada soledad para el niño.

Se convierte en un experto en olores, capaz de distinguir cualquiera y sus múltiples variaciones, pero de vez en cuando le llegaba uno nuevo y desconocido.
Se convirtió en un cazador de olores pues cuando encontraba uno desconocido lo buscaba para almacenarlo dentro de si.
«El objetivo de sus cacerías era poseer todo cuanto el mundo podía ofrecer en olores y la única condición que ponía es que fueran nuevos».

Esa caza le lleva una noche tras un olor único, distinto a cualquier otra, un olor que persigue por los calles y callejuelas hasta localizarlo en una joven muchacha a la que asesina, mientras aspira lo que iba persiguiendo:
una fragancia única.
No hay remordimiento, ningún sentimiento de culpa, pues daba comienzo su gran obra, la composición del mejor aroma.
«El hecho de que esta magnificencia se hubiera iniciado con un asesinato le resultaba, cuando tenía conciencia de ello, por completo indiferente. Ya no podía recordar la imagen de la muchacha de la Rue des Marais, ni su rostro ni su cuerpo. Pero conservaba y poseía lo mejor de ella: el principio de su fragancia».

¿A qué mejor cosa puede aspirar Grenouille que a trabajar con el más famoso perfumista? Y ese no es otro que Giusepe Baldini.

«Un perfumista era una especie de alquimista que realizaba milagros si la gente se lo pedía».
Salvo que para Baldini esos milagros no son posibles. El no es un creador, solo un hábil combinador. Pero gracias a él, tanto Grenouille como el lector nos vamos a introducir en el, por lo menos para mí, desconocido mundo del perfume. Y gracias a Grenouille, creador de auténticas obras de arte en perfumería, Baldini acrecienta dinero y fama.

Grenouille podía tener la mejor nariz del mundo, aprendía las técnicas clásicas de los perfumistas creando perfumes sin parar, mezclando los olores que tenía en su mente. Pero era insuficiente aún para lo que buscaba, porque «no poseía la facilidad de materializar los olores».
Pero tiene algo de lo que carecen muchos hombres y mujeres, una férrea voluntad y disciplina para marcarse una meta y seguirla. Aprendería todo lo necesario sobre los perfumes, costase el tiempo que costase hasta crear el que tenía en su mente. 
«Crearía un aroma que no sólo fuera humano, sino sobrehumano, un aroma de ángel, tan indescriptiblemente bueno y pletórico de vigor que quien lo oliera quedaría hechizado y no tendría más remedio que amar a la persona que lo llevara, o sea, amarle a él, Grenouille con todo su corazón».
La verdad es que dicho deseo parece un sueño, algo que si hoy día pudiera existir, se pagarían millones y más millones por la fórmula.

Y en el camino hacia dicha fórmula, Grenouille descubre que no tiene olor. Eso es lo que le hace pasar tan desapercibido entre la gente. Pero es capaz de crear sus propios olores, olores con los que consigue de la gente aquello que quiere. Pero no es eso lo que busca.
«Lo que codiciaba era la fragancia de ciertas personas: aquellas, extremadamente raras, que inspiran amor. Tales eran sus víctimas».

Y así lo que comenzó con un asesinato, se convierte en toda una serie de ellos cuando descubre una mujer, aún niña que representa ese ideal que anda buscando. Ella será la nota final de ese perfume que quiere crear, por lo que comienza a matar mujeres, pues ya ha aprendido como atrapar esa fragancia de ellas.
«Él, Jean-Baptiste Grenouille, nacido sin olor en el lugar más nauseabundo de la tierra, en medio de basura, excrementos y putrefacción, criado sin amor, sobreviviendo sin el calor del alma humana y solo por obstinación y la fuerza de la repugnancia, bajo, encorvado, cojo, feo, despreciado, un monstruo por dentro y por fuera… había conseguido ser estimado por el mundo. ¿Cómo, estimado? ¡Amado! ¡Venerado! ¡Idolatrado!» 
Ha conseguido su sueño para comprobar que no quiere ser amado, que el odia el género humano, lo cual le lleva a una drástica decisión: morir de amor. Un final que pone punto final de un modo brutal a un libro único. 
«Fue un monstruo desde el principio. Eligió la vida por pura obstinación y por pura maldad».




OPINIÓN PERSONAL

El perfume es uno de esos libros que perduran en la memoria, porque pasados varios años de su primera lectura, compruebo que es cierto. He olvidado los detalles y hay trozos que en la relectura me resultan nuevos. Pero persiste después del tiempo ese recuerdo de un libro que me despertó sensaciones y sentimientos.
En ese recuerdo no influye el que haya visto la película basada en el libro, porque más que basada, es la novela transformada en imágenes, algo de indudable mérito, porque la trasposición era muy difícil, aunque tengo serias dudas de que fuera fácilmente comprensible para los que no hubieran leído previamente el libro.

No tengo duda de que El perfume es un libro único y especial que nos hace leer con un sentido más, leer con el sentido del olfato, cosa que nunca antes me había sucedido.

Es sin duda un libro cinco estrellas, muy entretenido, que capta tu atención desde el primer instante. Pero a pesar de esas cinco estrellas, no es un libro perfecto. Hay en su parte central un tramo que a pesar de la relectura no termina de convencerme. Esa parte en la que odiando el mundo, huye del olor de los humanos hasta alcanzar el lugar más apartado y refugiarse en él durante siete años. Es un pasaje oscuro que no termino de comprender. Excesivamente largo y oscuro. Un paréntesis seguramente innecesario, pues para entender su odio final a los hombres, no era necesario.

Resulta muy  curioso como no deja un solo personaje como si fuera un cabo suelto, pues una vez que acaba su participación en la vida de Grenouille, le dedica un par de páginas para contarnos lo que fue de él.

Y no puedo dejar de alabar el brutal final que el autor nos reserva, un final a la altura de los mejores momentos del libro. No puedo menos que recordar con él una canción de Sabina que parece escrito pensando en ese momento:
«Porque el amor, cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren».

Hablar como hace la película de historia de un asesino, es solo reflejar una muy pequeña parte de la historia de este libro, porque nuestro personaje es mucho más que un asesino. Es un creador. Que para lograr su creación tenga que matar, es solo un accidente. A fin de cuentas para él las personas son como cosas. Es como coger el aroma de una flor, no es un asesinato.

'Un libro que he vuelto a releer ahora para el Club de Lectura de la Biblioteca de Móstoles y cuya relectura me ha merecido la pena.




Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.




VALORACIÓN: 10/10






LA PELÍCULA



En el año 2006 se estrenó la versión cinematográfica de esta película, que recoge bastante fielmente el libro, aunque ya desde el título marca u sesgo a la hora de centrar la película en aspectos determinados del libro, pues la subtitula Historia de un asesino, cuando el libro es mucho más que eso.
Una película muy “literaria”, pues recoge párrafos enteros del libro. Normal si tenemos en cuenta que muy buena parte del libro no son diálogos sino un narrador que nos va contando lo que pasa en la mente del protagonista.
Una película muy cuidada estéticamente, con una gran recreación de la época, aunque tal vez no  demasiado fácil de comprender para los que no hayan leído la novela.








7 comentarios:

  1. Mi libro favorito, he leído mucho pero jamás disfruté tanto con un vídeo como con este

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  2. Increíble libro, lo leí de adolescente varias veces y hará un par de años volví a él. A mí también me pasó que descubrí fragmentos que no recordaba (como cuando Grenouille estuvo en la cueva). No me imagino un libro más difícil de llevar al cine que este, y sin embargo creo que la película es muy digna y refleja el libro fielmente. Me sorprendió para bien.
    ¡Feliz finde!

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  3. Es una novela increíble que consigue que te evoca muchas sensaciones solo con las palabras. La película no se entiende sin el libro, sin duda.

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  4. Lo leí hace ya años y lo disfruté muchísimo. También me gustaría releerlo.
    Besotes!!!

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  5. Es cierto, un libro único que no me importaría releer.

    Bs.

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  6. Tengo que leerlo, aún no ha llegado a mis manos, pero ya le haré el espacio.

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