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domingo, 6 de septiembre de 2015

LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA (STIEG LARSSON) MILLENIUM 2 (DOMINGOS DE CINE 55)

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
Stieg Larsson





FICHA TÉCNICA

Título: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.
Autor: Stieg Larsson
Editorial: Destino, 2008
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 752
PVP: 22,50 €Tomado de Casa del Libro






STIEG LARSSON

Biografía tomada de la editorial:

Stieg Larsson (Suecia, 1954-2004) falleció inesperada y trágicamente de un ataque al corazón, días después de entregar a su editor el tercer volumen de la serie Millennium y poco antes de ver publicado el primero. Periodista y reportero de guerra muy conocido como experto en los grupos de la extrema derecha antidemocrática, participó a mediados de los ochenta en la fundación del proyecto antiviolencia Stop the Racism, al que siguió en 1995 la Expo Foundation, de cuya revista Expo fue director.
Luchador plenamente comprometido contra todo tipo de violencia, escribió varios libros de investigación periodística acerca de los grupos nazis de su país y de las oscuras conexiones entre la extrema derecha y el poder político y financiero. Gran lector y entusiasta del género negro y la ciencia ficción, escribía sus novelas por las noches, prácticamente en secreto. Publicada en 50 países y con más de 80 millones de lectores en todo el mundo, la serie Millennium se ha convertido en uno de los fenómenos editoriales más importantes de los últimos tiempos.






ARGUMENTO

Tomado de Casa del Libro

Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matemáticas y con ciertos placeres en una playa del Caribe.
¿Y Mikael? El gran héroe vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y el reconocimiento profesional por parte de los colegas. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este que le ha propuesto Dag Svensson, periodista de investigación, y su mujer, la criminóloga e investigadora de género Mia Bergman. Las vidas de los dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.






Con gusto te paso las cerillas

LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA


La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, es la segunda entrega de la trilogía Millenium:

-Los hombres que no amaban a las mujeres.
-La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina.
-La reina en el palacio de las corrientes de aire.





Mis compras son seleccionadísimas, de libros que tengo mucho interés en leer y que me conste además que va a leerlos todo el mundo en mi casa. Y este ha sido el caso de este libro de larguísimo título "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina", pues tras leer "Los hombres que no amaban a las mujeres" me quedé expectante esperando la publicación en España de la segunda parte de la trilogía.


Es muy difícil comentar este libro sin destripar no solo el contenido del mismo, sino del anterior. Porque si algo debéis de tener presenta los que aún no habéis tenido el placer de leer "Los hombres que no…" es que es muy conveniente comenzar esta trilogía desde el principio, no porque no comprendáis el argumento de esta segunda entrega, sino porque os perderéis toda la progresión que supone el conocimiento de sus personajes desde el principio.
No tengo la menor duda de que uno de los personajes de ficción que más cariño han despertado y van a despertar entre los lectores de todos los tiempos, va a ser el de Lisbeth Salander. "Lisbeth era la mujer que odiaba a los hombres que no amaban a las mujeres" (Página 691).
La descripción de los personajes de las novelas de Stieg Larsson es muy detallada, no solo en lo físico, sino en su compleja personalidad, en el alma de estos seres humanos, lejos de estereotipos y personajes de cartón piedra.
Unos pequeños párrafos basta para que tengas una clara idea mental de cómo son. O mejor dicho, de que te creas que sabes cómo son, porque cuando avanzan las páginas del libro, una nueva oleada de datos viene a completar el conocimiento que de los mismos tenías.
¿Creías que al terminar el primer libro ya conocías a Lisbeth? Pues andas un tanto descaminado, porque la protagonista total de este libro es ella. Se nos mostrará el por qué es como es, el por qué de ese carácter sociópata que le hace encerrarse tantas veces en sí misma. Te iba a explicar cómo es lógico que ella sea como es, pero mejor que lo leas en el libro.

Continuaremos pues penetrando en el alma de los personajes, dos fundamentalmente en este libro, pues Erika, la editora de la revista, aunque sigue presente, pase a un plano más secundario.
Seguiremos conociendo a Mikael, un conquistador de mujeres casi sin proponérselo.
Mikael irradiaba al mismo tiempo, confianza en sí mismo y seguridad, y tení el don de hacer que las mujeres se sintieran relajadas y sin necesidad de demostrar nada. (Página 55)

Según Erika, su jefa:
Mikael era diferente. Se trataba de un hombre con tantas y tan variopintas facetas, que a veces parecía presentar múltiples personalidades. (Página 60).

Curiosamente Mikael que conoce la memoria fotográfica de Lisbeth y sus extraordinarios conocimientos de informática que hacen de ella una hacker de categoría mundial, es consciente de que por mucho que creas saber de ella, sigue siendo un misterio:
Tenía una lealtad inviolable para con Liseth Salander (…) Pero también era consciente de que no sabía absolutamente nada de ella. (Página 407).


El comienzo del libro es vibrante, espectacular, de esos que te dejan sin respiración. Aparentemente inconexo con lo que sigue a continuación, pero al mismo tiempo clave de todo lo que está por venir.
Estaba amarrada con correas de cuero en una estrecha litera (…) Era el día numero 43 de su cautiverio (…) Había descubierto que la mejor manera de mantener alejada la angustia era imaginándose algo que le transmitiera una sensación de fuerza. Cerró los ojos y evocó el olor a gasolina.

Pero tras un arranque espectacular, la novela se dedica más de cien páginas a marear la perdiz, hasta el punto de que si esas primeras páginas las arrancáramos y las resumiéramos en un par de ellas, el libro no perdería sentido para nada.
Aunque entretenidas, las aventuras de Lisbeth fuera de Suecia en esas largas vacaciones que se toma a lo largo del mundo, no aportan gran cosa, por no decir nada, al conocimiento del personaje y sin embargo retardan de tal modo la acción que aunque lees el libro con gusto, no terminas de engancharte a él.
Es ese comienzo dubitativo el que hace que le quite una estrella de la calificación final. Porque una vez pasada esa etapa inicial, incluyendo la detallada decoración del nuevo piso que se ha comprado en pleno centro, la novela entra en una espiral de acción tan vertiginosa y tan adictiva, que te conviertes en un Lisbeth-adicto que no podrá dejar de leer y leer para llegar al final del libro.
Es con mucho, muchísimo más adictivo este libro que el anterior. Quizás porque no tenga ya que detenerse tanto en la creación de personajes, que eso sí, no dejan de recibir nuevos detalles para que enriquezcas su perfil, lo que prima es la acción y la intriga.

Es muy curioso como repite uno de los detalles que más me llamó la atención en el libro anterior y es que 150 páginas antes del final, el misterio de los asesinatos en los que se ve envuelta Lisbeth en esta segunda entrega, quedan resueltos.
Pero no por ello el libro termina ni tu pierdes el interés en el mismo, pues aunque el misterio de los asesinos ya no exista, aunque ya no tengas dudas sobre a quién mató o no mató Lisbeth (que yo no voy a contarte nada al respecto), siguen en el aire muchas cuestiones que no se pueden resolver hasta la última página. Y en este caso lo de la última página no es un modo de hablar.

Si en el libro anterior la trama que mueve toda la investigación periodística es el mundo de las altas finanzas, en esta segunda entrega es el mundo del "Trafficking". Bajo dicho palabro se oculta el negocio de la prostitución actual, con mujeres traídas de países del Este para ser explotadas como prostitutas, auténticas esclavas sexuales en muchos casos.
Una sorpresa ver la globalización de este problema, pues no es algo que ataña solamente a España este desembarco masivo de mujeres del Este, traídas en muchos casos con engaños o violencia, sino que en la mismísima Suecia es también un grave problema.
Problema que por lo que parece dar a entender el autor, no preocupa para nada a las autoridades suecas, muchas de las cuales están también implicadas en el consentimiento del mismo.

Mucho me llama la atención la afirmación del autor de que, en contra de lo que pensaba, no son grandes mafias las que se encargan del tema, ni siquiera auténticos profesionales, sino una gran variedad de pequeños matones, por lo que su persecución no debería ser un gran problema.






IMPRESIÓN PERSONAL

La chica que soñaba... reúne lo mejor y lo peor del estilo de Stieg Larsson. Una novela que me atrevo a tachar de precipitada. Solo la muerte del autor explica que esta novela no haya sido editada y se haya publicado tal cual, porque es innegable que requiere una poda, como esas cien primeras páginas que sin duda sobran pues nada aportan a la novela y las numerosísimas descripciones de mobiliario y desayuno que, al menos a mí, solo sirven para distraerme de la acción principal.

El personaje de Lisbeth Salander, se consagra sin duda en esta segunda entrega, convirtiéndose en la auténtica protagonista de la historia, relegando a Mikael a un papel casi secundario. Eso es sin duda lo mejor de esta entrega, donde el tratamiento de los personajes sigue cuidándose

Termino por fin, recomendándoos a todos la lectura de esta trilogía, que a la espera del tercer libro estoy, porque la historia continúa, a pesar de que el segundo libro cierra todos los cabos sueltos que en él aparecen.
Este es el libro más adictivo que he leído desde hace mucho tiempo.








VALORACIÓN: 8/10




Si quieres conocer más reseñas de novela negra, de misterio o policiaca pincha AQUÍ







LA PELÍCULA

Tras el éxito de la primera parte, se realizó también la segunda entrega, correspondiente a este libro, aunque en esta ocasión no hay versión americana. De entrada parte con las mismas virtudes y defectos de la primera, pues si bien el personaje de Lisbeth Salander es clavado a lo que uno puede esperar tras haber leído el libro, no veo por ninguna parte al actor que representa a Mikael como un sex simbol, y menos aún a la editora que parece una mujer del montón y no el bellezón que se presuponía en el libro.


Os dejo el trailer de la película.











domingo, 9 de junio de 2013

LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES (STIEG LARSSON)




FICHA TÉCNICA

Autor: Stieg Larson
Título: Los hombres que no amaban a las mujeres
Encuadernación:Tapa blanda
Editorial: Destino
Páginas:672







Editorial: Destino, 2019
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Destino
Páginas:688
PVP: 6,95 €











Hace cinco años que hice esta reseña del libro, que una vez modificada os presento ahora en este blog. Lejos estaba de suponer la importancia que Los hombres que no amaban a las mujeres iba a tener para la novela negra, pues no solo supuso el desembarco de numerosísimos libros de la que se ha denominado novela negra nórdica, sino que el relanzamiento del género, supuso también un estímulo para nuevos y viejos escritores españoles.



ARGUMENTO



Los hombres que no amaban a las mujeres es una mezcla de dos series televisivas "Caso abierto" y "Sin rastro", porque Henrik Vanger, un importante industrial sueco viendo la muerte cercana, no quiere morir sin descubrir el misterio que le obsesiona desde hace treinta años: La desaparición de su sobrina Harriet Vanger. Desaparición o asesinato, posibilidad esta última que es en la que el realmente cree. Situación que se produjo en un día en que un accidente de tráfico dejo aislada la isla en que estaban al quedar cortado el puente de acceso al continente.
Para resolver el misterio contrata a Mikael Blomkvist, un periodista económico que en estos momentos está pasando un mal momento pues acaba de perder un juicio por una información en la que ha sido acusado de difamar a un industrial sueco.
Para ello tendrá que investigar a la amplísima familia Vanger, una familia muy peculiar, porque como se nos dice en el libro:
«Todas las familias tenían trapos sucios que lavar, pero la familia Vanger necesitaba una lavandería para ella sola.» (Página 198).


Y lo que va a descubrir es una serie de crímenes:
«No se trata de un loco asesino que haya enloquecido de tanto leer la Biblia. Simplemente es uno mas de esos cabrones que siempre han odiado a las mujeres.» (Página 44)





LA NOVELA


El problema de las buenas novelas es que como un potente foco, iluminan todas las que le rodean y te permiten ver la realidad. Porque al igual que las viejas damas que buscan lugares con poca luz y ocultan sus arrugas tras una gruesa capa de maquillaje, muchas novelas se esconden tras potentes focos dirigidos contra las demás impidiendo su visión, o tras una gruesa capa de marketing, o tras mucha palabrería en prensa o televisión.
Pero cuando aparece una gran novela (lo que brilla con luz propia nadie lo pueda apagar que cantaba Silvio Rodríguez), pone de manifiesto su burdo montaje.


Porque nos delata que no puede justificarse todo a que es un puro entretenimiento, que hay novelas que están hechas sólo para pasar el rato y que no aspiran a convertirse en obras maestras de la literatura. Lo cual no deja de ser una gran mentira, porque si bien es cierto que todo autor espera a ser muy leído (lo que equivale a decir que ha vendido muchos libros), no lo es menos que espera un reconocimiento a su labor literaria, que su obra además de tener grandes ventas, sea reconocida como una gran novela.
Y son estas grandes obras las que demuestran que es posible no solamente entretener sino hacer una buena novela, con unos personajes claramente definidos y creíbles. Porque este es el aspecto más difícil de una novela, en el que se ve quién es un gran escritor y quien uno del montón (por mucha imaginación que derroche).
Lo normal es que los personajes sean puros estereotipos, de cartón piedra, sin alma y vacíos. Y por supuesto en muchos casos, por más que sean tan de retrato robot, son increíbles.
Sin embargo nos encontramos en Los hombres que no amaban a las mujeres personajes muy particulares, que en principio serían difíciles de creer y aceptar, pero que la maestría del autor hace que nos los creamos de arriba a abajo, pues son seres reales con su lado positivo y su lado negativo, con sus virtudes y sus muchos defectos.
Por eso son seres que difícilmente olvidaremos, que seguirán en nuestra mente por más tiempo que pase, hasta tal punto han calado en nuestro interior.


Encontramos así a Lisbeth Salander, una chica de poco más de veinte años, desarraigada socialmente hasta el punto de que la han impuesto un tutor para controlarla, con aspecto anoréxico a pesar de que come todo lo que quiere, con piercings por todo el cuerpo, aparentemente una nulidad, pero experta hacker y dotada de una memoria fotográfica impresionante.
Una personalidad muy extraña, una auténtica friki (ella misma se define como freak), aparentemente autista en su comportamiento, rehuyendo al máximo todo contacto social, negándose en todo momento a mostrar sus sentimientos, aunque esto sin duda no es más que un mecanismo de defensa.
Un personaje de este tipo en manos de muchos "escritores" sería increíble. Pero puedes con Stieg Larsson imaginártela, creértela y adorarla.



Y en cuanto al otro protagonista, Mikael Blomkvist es un periodista aparentemente mucho más normal, aunque también tiene una personalidad muy peculiar, porque lleva veinte años de relación con una colega Erika, que le ha llevado a arruinar su matrimonio, pero que a pesar de todos los altibajos y de que ella está casada, es la única relación estable de su vida.
Una relación consentida por el marido de Erika. ¿Increíble? Pues leyendo el libro no lo parece.



Es interesante constatar como se están introduciendo en España algunos autores suecos, como es el caso también de Mankell. Porque aparentemente su nacionalidad y su mundo nórdico, tienen que estar muy alejados de nosotros, claramente mediterráneos con sol y calor y no con esos paisajes gélidos de invierno que nos describen.
Pero lo que está por encima de lugares o maneras de vivir son los personajes. Si presentas un personaje con vida, no un mero dibujo de cartón piedra, da igual las circunstancias, necesariamente tienes que terminar conectando con él.


A fin de cuentas la situación del hombre y de la economía no es tan diferente de un país a otro con tanta globalización. Y hay aspectos de esta novela que parecen anticiparse a los acontecimientos actuales. Mirad si no este párrafo:
«Tenían miles de millones invertidos a plazo fijo en valores de distintos tipos, pero una cantidad asombrosamente reducida de dinero efectivo. Lo normal en una situación así es vender inmuebles y lamerse las heridas. Pero en 1992, de la noche a la mañana nadie quiso comprar una sola casa.»
(Página 42)



Un problema de cash-flow que en muy poco se diferencia de la situación actual.
Y el análisis de la bolsa, podríamos aplicarlo también a la situación actual, porque el hundimiento de la bolsa para Stieg Larsson no es el hundimiento de la economía, porque la verdadera economía no está en unos valores que suben o bajan y realmente ficticios, sino en las empresas de un país (en el caso de Suecia cita la industria de coches y la de telefonía).



¿De qué va esta novela? . Se define la acción en el propio interior de la novela como "el clásico misterio de la habitación cerrada, pero en una isla entera".



Uno de los pocos fallos de esta novela está en el título que le han puesto en España, porque en su traducción española han intentado, no se por qué motivo, dulcificar el título que en el original es "Los hombres que odiaban a las mujeres".
Entre odiar y no amar hay una gran diferencia, pero es que en el propio título está la clave de todo el libro.


Trata además el libro del debate interno entre la ética y el deber. La ética profesional es la que a pesar de la condena, ha guiado siempre los pasos de Mikael, que entiende el periodismo como un deber:


«Mikael opinaba que el cometido del periodista económico era vigilar de cerca y desenmascarar a los tiburones financieros que provocaban crisis de intereses y que especulaban con los pequeños ahorros de la gente en chanchullos sin sentido.» (Página 82)
Como veis el tema económico actual, no es tan nuevo ni viene de hace dos días.


Y todo ello desde la revista Millenium, de la que es junto con su amante Erika Berger, copropietario y editor. Por eso a esta trilogía se la llama Millenium.



Nos encontramos además ante un libro de tanta personalidad que hasta su portada, guste o no, es ya todo un símbolo y estilo, hasta el punto de que los editores en contra de su política habitual, aún no han sustituido dicha portada por una imagen de la película.






IMPRESIÓN PERSONAL



Tanto y tan bien había oído hablar de esta novela, que tenía miedo a que me decepcionara, al ser mis expectativas tan altas. Pero muy al contrario, se convirtió en una de las mayores sorpresas literarias que me llevé en el año 2008, hasta el punto de concederle cinco estrellas, que guardo sólo para unas pocas novelas excepcionales.
Y esta lo es sin duda, con 665 páginas que te enganchan desde el primer momento y que te obligan a buscar el más mínimo rato para continuar avanzando en la lectura.
Y lees con la conciencia de que además esta es la primera novela de una trilogía (aunque la acción quede perfectamente cerrada al acabar) y de que no va a haber nada más de este autor. Porque cuando entregó el manuscrito de la tercera novela y según iba a publicarse la primera, falleció repentinamente.


Me imagino que de lo leído hasta ahora deducirás que es una novela que me ha encantado, no solamente por su contenido sino por la forma en que está escrita.
Hay algunas cosas en la redacción de la novela que no pueden dejar de llamarme la atención. Porque os decía que los personajes están perfectamente definidos. O al menos eso es lo que te crees, que el autor ya te los ha presentado y los conoces bien, hasta que el autor con una habilidad pasmosa introduce en el relato nuevos datos que antes no había incluido y que te complementan aún más el personaje, aún te ayudan a comprender mejor sus motivaciones y su modo de ser, ese que antes habías conocido y que después de páginas de estar conviviendo con él, ahora te dan las claves para que sepas por qué es así.


Una pega si que le pongo a la novela y es que tiene un doble final, pues la resolución al caso en sí, el de los asesinatos tiene lugar cien páginas antes de que acabe el libro, con lo que el interés podría decaer.
Sin embargo el autor consigue tras una breve espacio que no te desenganches de la novela, pues aún quedaba pendiente el tema de la propia pelea del periodista con el industrial que le llevó a la calle y es en esas cien páginas finales donde tiene lugar la resolución final de todo el caso.






Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles



VALORACIÓN: 10/10








NOVELA VERSUS PELÍCULAS



Un libro tan detallado y que ha calado tan hondo en el imaginario popular, especialmente el personaje de Lisbeth Salander, convierten el casting en todo un reto, casi una misión imposible, pues cada uno ha creado su propia imagen de los personajes, máxime si te has leído los tres libros y has compartido con ellos más de dos mil páginas.
A eso hay que añadirle la dificultad de condensar las 800 páginas del libro en una cinta de una duración convencional, que a pesar de eso se va hasta las dos horas y media, aunque debo decir que no se hacen largas.



Una vez vista la película es imposible imaginarse el personaje de Lisbeth Salander en un cuerpo y un rostro distinto del de Noomi Rapace, la desconocida actriz de 29 años.
A pesar de que esa edad supera los 24 años del personaje en el libro, y de que en el propio libro se nos decía que ni siquiera aparentaba esa edad, Noomi transmite esa sensación de aparente fragilidad, de un distanciamiento casi autista, pero al tiempo con una calidez que te hace querer a esta Lisbeth delgaducha y de aspecto anoréxico, aunque bien claro deja el libro que no es por no comer, con su cuerpo tatuado y unos piercings que espero no creen escuela.




No tan afortunada me parece la elección de Michael Nyqvist como Mikael Blomkvist, no por su actuación sino porque, por mucho que se haya recortado en la película su actividad sexual, limitada aquí a su relación con Lisbeth, no le veo ese aura de atractivo sexual que hace que las mujeres se meten en su cama.

Aunque en su defensa en el segundo libro uno de los personajes hablaba de ese en apariencia incomprensible magnetismo sexual:«Mikael irradiaba al mismo tiempo, confianza en sí mismo y seguridad, y tení el don de hacer que las mujeres se sintieran relajadas y sin necesidad de demostrar nada(La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina; página 55)


Por corto que sea su papel, que en la película se reduce hasta la mínima expresión pese a ser una de las principales características de la personalidad y la vida de Mikael,
me parece un desacierto total el personaje de la editora de Millenium.
Esperaba una "sueca" madura y de muy buen ver, y me encuentro con una mujer que parece diez años mayor que Mikael y, por lo menos para mí, sin atractivo sexual. Entiendo que es cuestión de gustos, pero mi mujer opinó lo mismo.




Decía al principio que ante tanta página para dos horas y media, lo más difícil es acertar con la tijera y dejar un guión que sea comprensible para los que no hayan leído el libro, pero sin recortar tanto que no sea reconocible por los que si lo hicieron.
Aún recortando todos los cafés y sándwichs que se toma el protagonista y las conquistas sexuales del mismo, aún queda mucho por recortar, con lo que al final
la gran sacrificada es Millenium la revista que da nombre a la saga y que aquí aparece menos de un minuto. Y con ella desaparece como decía antes su editora jefe con la que Mikael mantiene una relación amorosa, pese a que está casada y con el consentimiento de su marido desde su juventud.



Toda la trama de corrupción de las empresas suecas, cuya investigación llevó a Mikael a la trampa que le ha llevado hasta la cárcel, prácticamente desaparece, así como todo lo relacionado con la absolución o no de Mikael.
De hecho uno de los motivos, si no el principal por el que Mikael se involucra en la investigación, es que el patriarca de los Vanger además de el dinero, que no es lo más importante para Mikael, le promete información sobre el empresario cuya demanda por difamación va a llevarle a la cárcel.



¿Qué nos queda entonces? Nos queda el misterio de la desaparición o asesinato de Harriet Vanger, el clásico enigma de asesinato con las puertas cerradas, pues se produjo en una isla cuya unión con el continente quedó cortada por un accidente de tráfico en el puente de acceso.
Eso y la historia de violencia hacia las mujeres, el odio que algunos hombres sienten a las mismas y que es el auténtico leit- motiv del libro y la película.







He intentado separar la lectura del libro del visionado de la película. Distancia necesaria para que la película tuviese algo de aliciente.

Aún con eso, mis expectativas eran más bien pobres y quizás por ello
la película me gustó más de lo que espetaba.
Queda a pesar de los recortes una historia coherente, con una muy buena caracterización de los personajes y unos paisajes, especialmente los de la isla, difíciles de imaginar. Unos paisajes que hablan de frío, inmensidad y soledad.
Todo ello envuelto en una banda sonora que da vigor al conjunto


La única posible pega, además de ese para mí error en el casting, es su gran violencia, no tanto explícita como latente. Pero es inevitable, pues ya está presente en el libro.



Una película recomendable y entretenida. Recomendable tanto para los que no han leído el libro como para los que si han hecho, aunque a estos últimos les aconsejo que separen un tanto la lectura de la película.




Y como si no fuese suficiente con una película, los americanos se han descolgado en el 2011 con su propia visión del mundo de Larson. Cambiaron el nombre (¿correción política?) y en la versión original se llamó La chica del dragón tatuado, que no solo en españa cambiamos los nombres.

En este caso no puedo juzgar la película porque no la he visto. He de reconocer que a pesar de no haberlo hecho, tiene de entrada un gran acierto: David Craig como Mikael. A este hombre si que puedo imaginármelo perfectamente en el papel, cosa que como decía era imposible con el actor anterior.




Os dejo los trailer de ambas películas







              Domingo de cine(17)



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