miércoles, 5 de octubre de 2016

CUCHILLO DE PALO (CÉSAR PÉREZ GELLIDA)

Cuchillo de palo
César Pérez Gellida


 
FICHA TÉCNICA

Título: Cuchillo de palo
Autor: César Pérez Gellida
Editorial: Suma de Letras, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 512







CÉSAR PÉREZ GELLIDA


Parece que fue hace mucho cuando oí hablar por primera vez de César Pérez Gellida. Y sin embargo sólo han pasado tres años de la  publicación de Memento mori, la primera de las seis novelas que ha publicado.
Esto es lo que la editorial nos cuenta de él:

César Pérez Gellida nació en Valladolid en 1974. Es Licenciado en geografía e historia por la Universidad de Valladolid y máster en dirección comercial y marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid.
Ha desarrollado su carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual hasta que, en 2011, decidió trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor.
César Pérez Gellida irrumpió con fuerza en el mundo editorial con Memento mori, que cosechó grandes éxitos tanto de ventas como de crítica y obtuvo el premio Racimo de literatura 2012. Constituía la primera parte de la trilogía «Versos, canciones y trocitos de carne», que continuó con Dies irae y se cerró con Consummatum est y por la cual le fue otorgada la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses 2014 como reconocimiento a su ardua labor de documentación. En noviembre de 2014 le otorgaron el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre, y en marzo de 2015 apareció su cuarta novela, Khimera.
Actualmente sigue escribiendo y colabora como columnista en El Norte de Castilla.

En 2016 comenzó la segunda trilogía del inspector Sancho con el nombre de Refranes, canciones y rastros de sangre de la que Sarna con gusto fue su primera entrega y Cuchillo de palo la segunda.






Refranes, canciones y rastros de sangre (2)


ARGUMENTO de CUCHILLO DE PALO


Tras los acontecimientos vividos en Sarna con gusto, Sancho ha quedado muy afectado:
«Y aunque uno quiera, la conciencia, que es muy cabrona, no para de repetir que podía haberse evitado…, no sé, alguna de las muertes. ¿Entendiste?
—Sí, claro que lo entiendo, pero torturarse no le va a conducir a ningún sitio.
—Ya. Eso es muy fácil decirlo desde la barrera, pero hay que llevar la mochila que le han colocado a Sancho para saber lo que le pesa».

Su lamentable estado le lleva a una huida hacia delante que le conduce hasta Galicia, adonde acude tras localizarlo su compañero Peteira:
«—¿En qué mierda andas metido?
—En un laberinto del que, por el momento, no me apetece salir.
—Déjate de metáforas y aforismos.
—Alcohol, coca y putas, aunque no por ese orden ni en la misma cantidad. Ya lo sabes, ¿estás más tranquilo?»

Un Sancho al borde del abismo que parece jugar con la muerte
«—¡¿Y qué quieres que te cuente?! ¿Qué has venido a averiguar? ¡¿Que estoy hecho una mierda?! ¡¿Que estoy al borde del abismo?! Ya estaba así la última vez que me viste, así que nada ha cambiado».

Mientras tanto, Erika Lopategui y Ólafur Olafsson (excomisario de policía de la Brigada de Homicidios de Reikjavik) continúan en busca de las pistas que les lleven hasta los líderes de la, en un juego del ratón y el gato en los que pasar de cazador a presa puede ocurrir en cualquier momento.






CUCHILLO DE PALO

Cuchillo de palo es la segunda trilogía del inspector Sancho con el nombre de Refranes, canciones y rastros de sangre de la que Sarna con gusto fue su primera entrega y Cuchillo de palo la segunda.



Unos pocos consejos antes de que comiences con la lectura de Cuchillo de palo. Es una novela que, aunque pueda leerse de modo independiente, es muy aconsejable que, por lo menos, te leas primero Sarna con gusto, pues son  los hechos que en ella ocurren los que desencadenan la trama de esta segunda parte.
Puede también resultarte interesante hacerte con un ebook de muy pocas páginas Sapere aude, también de César Pérez Gellida porque en él se nos narra el comienzo de la vida como policía de Olafur Olafsson, un personaje que interviene en varias de las novelas de la serie de Sancho, pero que en ésta tiene una especial importancia como protagonista.
Es aconsejable también que empieces la lectura cuando tengas algo de tiempo libre por delante, porque no querrás parar ni para comer, ni para dormir la siesta o para irte a la cama. Avisado quedas, no te quejes luego de lo que pueda pasarte cuando comiences con Cuchillo de palo.


Dicho lo cual, en Cuchillo de palo cambia César Pérez Gellida un tanto de registro, pues nos presenta dos tramas que confluyen finalmente en una única, combinando dos géneros diferentes de novela.
Por una parte tenemos una novela negra “tradicional”. Es aquella en la que Sancho “huye” a Galicia para verse finalmente envuelto en una red de tráfico de ilegales y de prostitución.
Como con todo aquello que toca, nos ofrece su peculiar visión de un mundo aparentemente lejos de nosotros, pero con el que de un modo u otro convivimos todos los días: el de los ilegales.
«—Pero eres consciente de que es ilegal y a lo que te arriesgas, ¿verdad?
—Soy consciente de que yo —enfatizó— soy ilegal. Llegué aquí hace seis años y aún no tengo los papeles. Sin trabajo no comen mis hijos y yo no puedo volver a mi país. Tengo que mirar por los míos, eso es lo único que sé».

Por otro lado, tenemos un thriller de acción, de mucha acción como suele ofrecernos siempre César. En esta parte, es donde encontraremos la lucha sin cuartel que mantienen contra la Congregación de los Hombres Puros, algo que ya había sucedido en libros anteriores, pero que aquí cobra tanta fuerza que es la parte fundamental del libro. Una congregación que es como un fantasma que no existe, pero que está presente en todos los resortes de poder del mundo
«La Congregación de los Hombres Puros vive porque no existe. Así ha sido, así es y así debe seguir siendo durante el paso de los siglos».

Una organización con una estructura de tipo masónico, con muchos ritos parecidos. Aunque uno de ellos, nada tiene que ver con los masones, pues se trata de la realización de sacrificios humanos, uno de los cuales está a punto de suceder y que los protagonistas del libro intentan a toda costa evitar.
«El sacrificio humano forma parte de muchas culturas, pero poco tiene que ver con el hecho de honrar a los dioses. Poder, de eso se trata. De demostrar el poder que ejercen unos pocos sobre el resto. Y eso, querida, es consustancial a nuestra raza».

A propósito de esta Congregación hace el autor un guiño que los lectores de Khimera sin duda reconocemos:
«El caprichoso destino hará que ese título de guardián vaya a parar a manos de Benjamin Harding, un norteamericano perteneciente a la NSA que, muchos años más tarde, reciclaría aquellas prácticas para conformar su propia Asamblea y dirigir los designios del cadáver del planeta tras la Guerra de Devastación Global. Pero esa ya es otra historia».

Aunque está muy claro que se orienta la novela por la acción sin caer en creencias raras
«Porque no nos olvidemos de que mucho ritual y mucha mierda masónica, pero al final estos hijos de puta no son más que un grupo de criminales de alto standing que comparten objetivos comunes. Nada más».


Toda esta lucha con la Congregación, nos lleva a un tipo de novela diferente que, salvando las distancias, me recordaba a Dan Brown (aunque bien escrito y sin las incoherencias de dicho autor). Algo de eso debe haber, porque César no puede evitar citarlo en uno de sus diálogos:
«En aquel momento aquello me sonó a novela de Dan Brown y a mí eso de jugar al mapa del tesoro nunca me había llamado la atención, así que ahogué la incipiente carcajada de Bakare con el calcetín y la precinté dentro de la boca con la cinta aislante».

Aunque, como decía, es mucha la distancia a favor del escritor español, entre otras cosas por sus personajes, y no me refiero a Sancho en este caso, sino a Olafur y a Erika Lopategui, un personaje que bien da para una saga propia:
«-Después de decirte el otro día que me había llamado Erika, me puse a pensar y es posible que tengas razón. Esa tía está como un cencerro. Lo mismo recogió el legado de su padre y va por el mundo de justiciera de la noche.
—Pues no te diría yo que no.
—De casta le viene al galgo, que diría Sancho».


Pero incluso en esta parte de thriller, César Pérez Gellida consigue darle un toque especial, muy propio de la novela negra, porque no deja de ser una lucha contra el Mal, así con mayúsculas, algo que los propios protagonistas se plantean:
«Mientras deshacía el camino, Vlade Ilic se preguntaba si es el mal el que busca a las personas o son las personas las que encuentran la maldad».


No nos deja César tampoco sin el humor ácido que practica Sancho, especialmente en sus peores momentos. Vaya una pieza por delante a propósito de Mariano Rajoy:
«—Habla usted mejor que algunos ministros y pronuncia mejor que nuestro presidente del gobierno, señor Onazi».


Budapest de noche
La acción vuelve a tener numerosos escenarios. Valladolid y su Café Zero volverán a aparecer, siquiera sea en breves momentos, porque la acción nos llevará a puntos muy diferentes, como a Galicia, sobre todo a la parte de Vigo, a Nigeria y sobre todo a Budapest, donde entre sus maravillosos monumentos, su mercado, su castillo, sus puentes y sus vistas nocturnas, transcurren las aventuras y desventuras de nuestros protagonistas. 


Cada capítulo lleva por título un refrán, al igual que ocurría en la novela anterior. Refranes que encajan perfectamente con la acción. Y tampoco puede faltar la música, esa que Sancho va poniendo como peculiar banda sonora de su vida. En este caso, hay una canción que sobrevuela toda la novela y que curiosamente es la única que conozco (tal vez por ser el parte importante de la banda sonora de Apocalypse Now): The End de The Doors.
He aquí una selección de esos refranes:
El sufrimiento no distingue entre culpables e inocentesEl que limpio apuesta limpio se queda
La celebridad se esfuma con celeridad
Cuando no se huye de nada se persigue de todo
El mal siempre encuentra a los malvados
Uno hace lo que tiene que hacer cuando no tiene otra alternativa
Por codicia lo mucho es poco, por necesidad lo poco es mucho
Después del conejo ido, palos a la madriguera
Durante la madrugada, cualquier imprevisto es mierda asegurada
Confía en las malas personas: nunca cambian
Si llevas mucho tiempo sin crecer en la misma maceta, cambia de maceta
Huir solo sirve para morir algo más tarde y mucho más cansado 255 Por bravo que sea, no hay toro que aguante cien banderillas
La reflexión es la madrastra del equilibrio
La manzana nunca cae lejos del árbol
Tanta paz lleves como descanso dejas



Y para terminar, el título. Un título que a mí personalmente me ha gustado mucho: Cuchillo de palo:
«—¿Cómo era ese maldito refrán? ¿Ese que un día me explicaste el significado? Enarqué las cejas.
—Como no me des más pistas…
—Ese que hacía alusión a los hijos y los padres, o algo así.
—De tal palo tal astilla. —No, ese no. Otro. —De casta le viene al galgo.
—Otro.
—Ni puta idea.—Decía algo de una cuchara de madera.
Aquello me provocó una carcajada que se envalentonó entre aquellas paredes».


Y como siempre encontraremos al principio de la novela los personajes que en ella van a partcipar y un excelente prólogo, en este caso a cargo de Ramón Palomar, autor de Sesenta kilos, una excelente novela negra.






IMPRESIÓN PERSONAL

¿Dispuesto a sufrir? Porque lo harás y mucho. Creo no equivocarme si digo que los seguidores de la serie, somos unos incondicionales de Ramiro Sancho. Y como tales, no podemos menos que sufrir con él en ese descenso aparentemente imparable hacia los infiernos, hacia su destrucción, hacia su final (mientras de fondo resuenan los acordes de The End).
Porque impregnado de fatalismo está el discurso de Sancho, refrán incluido:
«En ocasiones, huir solo sirve para morir un poco más tarde y mucho más cansando».

Y nada más digo, que no pienso destriparos esta novela, en la que tenemos a un César Pérez Gellida en plena madurez creativa. Porque lo que nos demuestra sobradamente (si no es que ya lo tuviera más que hecho) es que es un narrador consumado capaz de mantener al lector pegado a las páginas de su libro, a la altura de los mejores del género, no digo ya nacionales, sino internacionales.
Y lo hace a través de la fuerza de una galería de personajes difíciles de olvidar, entrañables u odiosos según se trate, racionales o con un toque de locura, pero en cualquier caso muy humanos.

Sigue apareciendo en persona en sus novelas (esta vez os toca buscarlo que yo no os digo dónde está) y sin perder ocasión, a pesar de la rapidez de la acción, de hablarnos de lo humano y lo divino (los diálogos de Olafur con el ángel arrepentido no tienen precio), vertiendo sus opiniones musicales a diestro y siniestro (en este caso a través de una tienda especializada en música) y hasta tiempo tiene para contarnos la historia nunca contada de cómo Cristobal Colón no era genovés sino gallego (que no catalán)

En suma, Cuchillo de palo dejará más que satisfechos a sus seguidores, que nos quedaremos eso sí, a la espera de una próxima entrega.



Este es el vídeo que os habla de Ramiro Sancho, el protagonista de la serie








VALORACIÓN: 9/10

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11 comentarios:

  1. A falta de menos de cien páginas, estoy muy de acuerdo contigo. Ésta me parece la más diferente de las cinco novelas de las trilogías

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  2. Madre mía, acaba de salir y ya lo has leído! Yo me haré con el pronto, muy pronto, pero intentaré tenerlo para el 12, que al ser festivo no trabajo y reservó el día para cuchillo de palo, por lo de leerlo de una sentada....jaja

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  3. ¡Qué rapidez! todavía la tengo dentro del sobre de correos y ya la has leído ¡No nos das un respiro! jajaja.

    Mil besos.
    Yolanda

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  4. Lo mismo le has dado la idea para una nueva saga. Besos.

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  5. Mil gracias por la reseña, Pedro, como siempre: impecable.
    Hasta la próxima.

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  6. Yo soy de las rezagadas, tengo que empezar por la primera trilogía pero estoy deseando conocer a este autor porque me estáis poniendo los dientes largos.

    Besitos

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  7. Paso de puntillas porque lo comencé ayer y pinta tan bien como mínimo como las anteriores.
    Besos.

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  8. Todavía tengo que leer al anterior libro!
    Besotes!!!

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  9. Acabo de terminar de leerlo. Y coincido en que es la más diferente de todas las anteriores, y aún así he disfrutado como una enana. He leido todos sus libros y nunca me defrauda.

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  10. Acabo de terminarla. Es distinta sin duda; por eso, quizás, me ha hecho dudar bastante sobre ella según iba leyendo. Ha sido el propio autor quien en un momento dado cambia el rumbo que llevaba reconduciéndola a lo que de verdad constituye la esencia del 'estilo Gellida': Ramiro Sancho. Gracias a ello sigo fiel a este autor.
    Un saludo cordial

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