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viernes, 23 de mayo de 2014

TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER (DAVID LLORENTE)

El asesino de la moneda


FICHA TÉCNICA

Título: Te quiero porque me das de comer
Autor: David Llorente
Editorial: Alreves
Encuadernación:
Páginas: 317
PVP:18,00 €





MI CONTRAPORTADA

Nos propusieron en la editorial que escribiésemos también una contraportada para el libro. Esta es mi propuesta:

Carabanchel, un pueblo próximo a Madrid. Tan próximo que terminó siendo un distrito de la capital. Te quiero porque me das de comer pone en primer plano de la actualidad literaria este barrio madrileño.
Principios de los años noventa, un Carabanchel negro, muy negro, como las venas de los yonquis machacadas por los picos que se meten en ese barrio convertido en un gran mercado de la droga al aire libre.

Y para provocar más tenebrosas y alucinantes sombras, muy lejos de lo que dice su apellido, emerge en medio de este barrio en descomposición, la figura de Max Luminaria, el “asesino de la moneda”, sembrando aún más terror y muerte en el ya de por si caótico barrio.

Sólo los más valientes se atreverán a entrar en este universo donde el precio de una vida es una moneda de cien pesetas. ¿Eres tú uno de esos valientes? ¿Te atreves a entrar en la mente de un asesino en serie?





ARGUMENTO

Carabanchel, comienzos de los años 90. Un profesor aparece salvajemente asesinado en los servicios de la facultad. Bajo su cadáver se encuentra una moneda de veinte duros.
Es el primero de los crímenes de “El asesino de la moneda”, que aterrorizará al barrio. Cualquiera puede ser su próxima víctima.






TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER

Soy un gran aficionado a la novela negra, de ahí que cuando me propongan una nueva novela, no quiera cualquier cosa, sino una novela que esté bien escrita y que sea original. Esa era la promesa que me hacían desde Editorial AlRevés, la de una novela muy original.
Algo que de entrada no parece fácil, porque es difícil de escapar a los cliches que en torno a este género se han ido creando.

Una de las maneras de escapar es mediante la deslocalización. Hasta hace muy poco, Madrid o Barcelona, si hablamos de la novela negra española, parecían los escenarios únicos donde tenía que tener lugar la acción. Lorenzo Silva, uno de los maestros del género lo tuvo claro desde el primer momento y a su famosa pareja de guardia civiles los movió por todo el territorio español.
Hoy día podemos encontrar autores que sin ningún temor han propuesto escenarios muy diferentes, desde Galicia (como es el caso de Domingo Villar), al Mediterráneo (Claudio Cerdán en Un mundo peor.
Pero incluso centrándonos en Madrid, los barrios periféricos, antiguos pueblos absorbidos por la capital, toman el relevo a los escenarios típicos. Algo que ya hizo David Torres en Niños de tiza, o que este mismo año ha hecho Miguel Sáez Carral en Apaches con el barrio de Tetuán y ahora David Llorente con Te quiero porque me das de comer y el barrio de Carabanchel.
Carabanchel, un barrio que saltó del anonimato a la fama literaria de la mano de Elvira Lindo y su famosísimo Manolito Gafotas. Pero frente a esa imagen casi idílica de un Carabanchel como un patio de vecinos, Te quiero porque me das de comer nos traslada a los comienzos de los años noventa para presentarnos un Carabanchel negro, muy negro, como las venas de los yonquis machacadas por los picos que se meten en ese Carabanchel convertido en un gran mercado de la droga al aire libre.

Tomando prestado el título de una novela de otro de los grandes autores españoles del género negro, González Ledesma, Te quiero porque me das de comer es Una novela de barrio. Va más allá de lo que podríamos considerar una novela coral, para presentarnos una novela en que aparecen retratados todos los habitantes de un barrio, con un sinfín de personajes que hace imposible enumerarlos a todos. Y sin embargo, a pesar de tan amplio “reparto”, en ningún momento me he sentido perdido en esta maraña de protagonistas.
Frente a ese barrio, constituido por sí mismo en protagonista de la novela, David Llorente nos presenta a Max Luminaria, el que es conocido como El asesino de la moneda. E igual que nos ha conducido por todas las calles y callejuelas del barrio, David Llorente nos conducirá por un mapa mucho más complejo: la mente del asesino, que en primera persona nos relatará los acontecimientos de su vida que le han llevado a convertirse en lo que es: un asesino en serie.

Max Luminaria, un brillantísimo estudiante que se matriculó en la Facultad de Medicina para convertirse en un eminente cirujano que gracias a sus habilidosas manos ha salvado un sinnúmero de vidas. Imposible pensar que semejante eminencia pueda ocultar un lado oscuro que le empuje a tomar venganza por un pasado repleto de humillaciones y soledad.


David Llorente
Hablaba de originalidad. El tema de la novela ya es de por si novedoso, pero más aún lo es el modo en que está redactado. No se trata de que esté dividido en numerosos capítulos (cosa habitual en los best sellers para mantener un ritmo alto que enganche al lector) ni de que cada capítulo esté escrito de un tirón sin un solo punto y aparte, sino de que sin más separación que un punto va pasando de un tema a otro, de un personaje a otro. Y por temas no me refiero a personajes, sino que igual nos está contando las noticias del año 1993, las películas que se proyectaron, los libros que se escribieron, recetas de cocina, o todo un manual de criminología en el que se nos va describiendo paso a paso, intercalado en el texto de la novela, las características de un asesino en serie, su modo de pensar, su modo de actuar.

De esta peculiar manera, la novela va avanzando en un crescendo permanente hasta llegar a lo que no puedo calificar de otra manera que como un sorprendente final.






IMPRESIÓN PERSONAL

Lo primero de todo, felicitar a David Llorente por la valentía que ha tenido al contar la novela de un modo tan arriesgado. Porque la originalidad del estilo narrativo de Te quiero porque me das de comer, es en si misma todo un riesgo, al someter al lector a un constante cambio que hace imprescindible la mayor atención y concentración del mismo para no perderse y seguir el hilo de la narración.
Una atención que es sobre todo dificultosa en los primeros capítulo, porque el lector no está acostumbrado y porque tal vez, sean excesivas. Porque a medida que avanza la narración, el número de interrupciones es menor y además el lector ya se ha hecho al estilo y además está irremediablemente enganchado a un personaje que probablemente entre en los anales de la novela negra: Max Luminaria.

Es muy compleja la estructura narrativa de Te quiero porque me das de comer, porque el número de personajes que en ella intervienen es altísimo. Pero al mismo tiempo, ese es quizás uno de sus mayores aciertos, al ser como una de esas imágenes formadas por muchas fotos totalmente diferentes. Hay muchísimas historias en Te quiero porque me das de comer, mostrando cada una de ellas una pequeña parte de la realidad de un barrio, no todas relacionadas entre sí, pero que juntas terminan por formar una imagen, la imagen de un Carabanchel negro iluminado o deformado, según se mire, por las luces y las sombras que sobre el barrio proyecta Max Luminaria.

Una novela que a nadie dejará indiferente. Habrá quien no supere las primeras páginas. Habrá quien quede irremediablemente fascinado por su personaje principal. En cualquier caso, Te quiero porque me das de comer, es una novela imprescindible para los amantes de la novela negra, especialmente para aquellos que busquen algo original.



Gracias a Editorial Alrevés por facilitarme un ejemplar para su lectura y reseña y por aparecer este blog en los agradecimientos finales del libro.




VALORACIÓN: 9/10





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