martes, 17 de mayo de 2016

SECRETOS IMPERFECTOS (HANS ROSENFELDT Y MICHAEL HJORT)

Secretos imperfectos

Rosenfeldt & Hjort


FICHA TÉCNICA

Título: 
Secretos imperfectos
Autor: Hans Rosenfeldt y Michael Hjort
Editorial: Planeta, 2016
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 528











Editorial: Planeta, 2020
Encuadernación: Plastico nylon
Páginas: 544
PVP: 6,95 €


HANS ROSENFELDT Y MICHAEL HJORT


De estos autores de impronunciable nombre, nos dice la editorial:

Michael Hjorth (1963) es uno de los más famosos productores de cine y televisión de Suecia y un guionista muy reconocido, cuyo trabajo incluye los guiones de varias de las películas de Wallander de Henning Mankell.

Hans Rosenfeldt (1964) es el principal guionista de Suecia y el creador de la serie de televisión de mayor éxito escandinavo de todos los tiempos: la premiada serie policiaca The Bridge, que se emite en más de 170 países.







El hombre que no era un asesino


ARGUMENTO de SECRETOS IMPERFECTOS


«El hombre no era un asesino.Se lo iba repitiendo mientras arrastraba al chico muerto cuesta abajo:-No soy un asesino.Los asesinos son criminales. Son mala gente. Las tinieblas les han devorado el alma y ellos, por diferentes razones, han abrazado la oscuridad y la han hecho suya, de espaldas a la luz. Él no era malo.»

De este modo tan contundente comienza la novela. Con un muerto y un hombre que lo está ocultando y que no quiere reconocerse como un asesino.

No sabemos quién es el muerto, pero muy pronto lo averiguaremos. Es el cadáver de un joven estudiante, que aparece con el corazón arrancado y el cuerpo lleno de puñaladas.
La policía local recurre a la unidad de  homicidios para intentar encontrar al asesino. Y a dicha unidad se une Sebastian Bergman, un reputado psicólogo que hace años ya había trabajado con ellos, un experto en trazar perfiles de criminales.
Ahora bien, Sebastian no lo hace de un modo desinteresado (nada hace que no obedezca a intereses personales), sino como el medio de obtener del equipo una información que necesita: la dirección de una mujer que acaba de averiguar que en su día tuvo un hijo de él.






SECRETOS IMPERFECTOS


Toda novela negra con vocación de continuidad, de convertirse en una serie, necesita sin duda un protagonista que enganche al lector desde el primer momento. Un protagonista que sea diferente, único, reconocible de entre todos los que ya hay. Y eso es algo que cada vez es más difícil de conseguir, que leas una novela negra y no te parezca más de lo mismo.
No hay ninguna duda de que Secretos imperfectos, que nació literalmente con vocación de serie, puesto que se trata del primer guion que los autores (los creadores de la exitosa serie The Bridge, que probablemente es la que hayáis visto como yo, pero que no es otra cosa que la versión americana, pues la acción transcurre en el puente que une Méjico con Estados Unidos, de la serie llamada pero su origen real es sueco: Broen y el puente en el que comienza la acción es el que une Copenhague en Dinamarca con Malmö en Suecia) escribieron para una serie televisiva lo tiene.
Una serie que nunca llegó a materializarse y cuyos guiones utilizaron para convertir lo que hoy día es esta nueva serie policiaca. Según nos contaba la editorial está arrasando en Europa, con más de 70.000 ejemplares vendidos en Suecia y 1.300.000 en Alemania, donde ya llevan más de 120 semanas en las listas de libros más vendidos.
Cinco son ya las entregas de esta serie, aunque ya van camino de la sexta y en España ya está previsto, además de esta primea que ya está a la venta, la publicación de las dos siguientes: la segunda en Septiembre de 2016 y la tercera en el año 2017.

Como os decía, el origen está una serie de televisión para un actor en concreto, que ya había hecho diez películas interpretando al conocido inspector Kurt Walander (cuyo origen está en las novelas de Mankell)
Para él necesitaban crear un personaje totalmente diferente a la bondad que caracterizaba a Wallander. Así fue como idearon a Sebastian Bergman. Demasiado diferente por lo visto para la mentalidad de los responsables de programación suecos, que no quisieron dichos guiones.

Y es que Sebastian Bergman no va a dejar indiferente a ningún lector, porque es un personaje al que en ningún momento podemos definir como amable. Es prepotente, egoísta, seductor de mujeres, insolidario, amargado… Utilizando un simil muy televisivo de un personaje que todos conocéis, es el Doctor House de los psicólogos.

Una de las características que define su personalidad, es su incesante afán de conquista. Quizás para él lo de menos sea acostarse con una mujer. Ese es el resultado final de lo que auténticamente le da placer: la conquista, algo para lo que está especialmente dotado.
«Había mujeres que se sentían atraídas por el dinero, la apariencia física y el poder, desde luego, pero no eran todas. Para tener posibilidades con todas las mujeres era necesario algo más. Y Sebastian lo tenía. Encanto, intuición y un registro muy amplio. La convicción de que todas las mujeres son distintas y, como consecuencia, la capacidad de desarrollar diferentes tácticas para utilizarlas en el momento adecuado». (Página 145)

Un afán de conquista insaciable que a lo largo de su vida le había acarreado muchos problemas laborales y que irremediablemente le estaba llevando a la soledad.
«Tenía miedo. Miedo de no ser más que eso: un hombre solitario que llenaba su tiempo con la compañía de mujeres jóvenes o mayores, estudiantes o colegas, solteras o casadas. No discriminaba. Solo tenía una regla: conquistarlas. Las necesitaba para sentir que no era un ser carente de todo valor, que estaba vivo». (Página 39)

Hay hechos de su pasado, que poco a poco iremos descubriendo en la novela, que lo atormentan. Eso sí, no le ha dado por darse a la bebida ni a las drogas, pues rápidamente vio que no le llevaban a ningún lado, pero que le han dejado como secuela unas terribles pesadillas que lo convierten casi en un insomne.
«El sueño lo perseguía desde hacía más de cinco años. Todas las noches el ismo sueño, las mismas imágenes. Todo su subconsciente en acción, concentrado en lo que su yo consciente no conseguía resolver durante el día. Superar el sentimiento de culpa». (Página 10)

Una personalidad que es transparente para los que están con él y tienen que sufrir su genialidad:
-Tú eras el mejor, Sebastian. En algunas cosas. En otras, eras un desastre.(…)-Por desgracia, ahora estoy cultivando mi vertiente más desastrosa. (Página 109)

Un modo de ser que desde luego no genera amistad entre los que con él están o trabajan:
«Lo poco que Billy sabía de Sebastian era que siempre lo cuestionaba todo y a todos, y que contradecía a sus colegas y se creía mejor que los demás, probablemente el mejor de todos». (Página 172)

Y desde luego, con él que no cuenten si no consiguen despertar su interés:
«Conocía la incapacidad de su colega para involucrarse en algo que no le interesaba, pero también sabía hasta qué punto podía entregarse cuando encontraba un desafío, y lo mucho que podía aportar a cualquier investigación si se implicaba a fondo». (Página 179)

Y es que Sebastian Bergman no es un hombre para disimulos ni componendas. Está tan lleno de pasión que las cosas o le interesan o pasa completamente de ellas:
«No podía dedicarse a algo que le resultaba tan absolutamente falto de interés. Ni en aquella época ni más adelante».Ni tampoco ahora. No había límites para la cantidad de tiempo y energía que había podido invertir en las cosas que le interesaban y lo fascinaban, pero cuando algo no lo atraía…Aguantar y sobrellevar no eran palabras que figuraran en el vocabulario de Sebastian Bergman». (Página 58)

Tiene además una situación (a lo largo de la novela sabremos por qué) que le permite vivir de las rentas sin dar ni golpe, así que realmente puede hacer lo que le de la gana
«Lo único que se esperaba de él era que hiciera en cada momento lo que le diera la gana. Y llegó a hacerlo muy bien». (Página 185)


Ya tenemos pues al gran protagonista, el experto en resolver crímenes, en buscar los motivos que han llevado al asesino a cometerlos:
«Le explicó a su terapeuta que para un asesino en serie hay solo dos estímulos: la fantasía y el riesgo. La fantasía es el motor que funciona constantemente, siempre listo, pero en punto muerto.(…)La clave es el riesgo.El riesgo de ser descubierto.De atreverse a hacer lo innombrable». (Página 37)

Es muy consciente de la importancia de la investigación policial. No es tonto y sabe que hoy día han cambiado mucho las técnicas. Pero eso lo deja para los demás. No es su trabajo ni le interesa:
«Utilizar la tecnología formaba parte del buen trabajo policial de los tiempos actuales. Las pruebas de ADN, las cámaras de vigilancia, la tecnología informática, las interconexiones, las escuchas, la localización de teléfonos móviles, la recuperación de mensajes de texto borrrados… Así se resolvían los crímenes en la actualidad. Tratar de oponerse o negarse a utilizar esos instrumentos no sólo era inútil, sino que además habría sido como afirmar que la lupa era la herramienta más importante de la investigación policial, una opinión propia de tontos o retrógrados». (Página 141)






IMPRESIÓN PERSONAL

Tengo que reconocerlo. A mí me ha cautivado Sebastian Bergman. Un borde integral, como muchos otros detectives que no he soportado por su sapiencia (léase Hercules Poirot, que parecía mirar al lector por encima del hombro), pero al que le salva el saber que no es perfecto, que está cargado de defectos de los que él mismo es consciente.
Sebastian no es el único personaje bien definido, porque Michael Hjorth y Hans Rosenfeldt consiguen algo que no me ocurre con otros autores nórdicos (no solo suecos): que no me líe con los nombres de los protagonistas y siempre me esté perdiendo con el quién es quién. En Secretos imperfectos en todo momento tengo claro quién y cómo es cada personaje. Algo que sin duda es muy de agradecer.

No se limita Secretos imperfectos a tener una buena intriga y unos buenos personajes. También consigue mostrarnos ese lado menos amable de la sociedad sueca, el de una sociedad en la que las apariencias cuentan más que la verdad, encarnadas en un colegio de élite en el que su buena fama está por encima de cualquier otra consideración.

Solo una pega que me ha hecho bajarle un punto en su calificación. Tengo la impresión de que en cierto modo han hecho una pequeña trampa los autores, o al menos yo lo he sentido así. Es algo que no quiero dejar aquí, pero que puedo comentar con aquellos que leáis la novela y me lo preguntéis.

En resumen, una primera entrega que me hace esperar con muchas ganas la publicación de la siguiente. Señal de que Sebastian Bergman me ha conquistado (como si fuera una de esas mujeres que no pueden resistirse a él)




En esta vídeo reseña puedes conocer todo sobre el personaje protagonista de la serie: Sebastian Bergman:












VALORACIÓN: 8/10




Si quieres conocer más reseñas de novela negra, de misterio o policiaca pincha AQUÍ


Si quieres conocer más novedades editoriales 2016, pincha AQUÍ 

              


6 comentarios:

  1. Me atrae muchísimo esta novela y estoy deseando saber cual es esa pequeña trampa de la que hablas.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. La tengo pendiente y por lo que cuentas creo que me va a gustar tanto la historia como ese inspector borde

    ResponderEliminar
  3. PUes no tiene mala pinta. Pero tengo tanto del género pendiente que no sé cuándo podré animarme.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. Me atrae el inicio de la novela, el inspector y el resto. He visto The Bridge y la original Broen y m encantaron, grandes series. Así que no dudo que esta novela también lo es.
    Un beso ;)

    ResponderEliminar
  5. Con esta no me animo de momento =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  6. Acabo de leer el libro y me ha dejado un sabor agridulce. Hay ciertas partes que no encajan al final con el personaje que resultó ser el asesino... o eso me pareció a mi. Un saludo

    ResponderEliminar

Analytics