martes, 11 de marzo de 2014

APACHES (MIGUEL SÁEZ)

El príncipe del barrio





FICHA TÉCNICA

Título: Apaches
Autor: Miguel Sáez Carral
Editorial: Planeta
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 640
PVP: 20.90 €








Editorial: Planeta, 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 640
PVP: 10,95 € €









MIGUEL SÁEZ CARRAL

En la solapa interior de la novela, esto es lo que nos cuenta de él:

Miguel Sáez Carral nace en Madrid en 1968. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, inició su carrera como redactor de la agencia Efe para trabajar después en otros medios de comunicación.
Abandona más tarde el periodismo para dedicarse a la creación de guiones, Guionista de media docena de series de éxito, además ha sido jefe de guión de Al salir de clase, responsable de la adaptación, jefe de guión y argumento de Sin tetas no hay paraíso y creador de Homicidios. Con su labor ha ganado todos los premios de su profesión, entre ellos el TP de Oro y el Ondas.






ARGUMENTO

«Sabía lo que tenía que hacer.
Recuperar el dinero de mi padre.
Recuperar la casa.
Salvar la familia.» (Página 172)

Principios de los años 90. Miguel ha conseguido dejar atrás el barrio. Ha estudiado la carrera de periodismo, trabaja en un importante agencia de noticias, convive con una guapa abogada. Pero la muerte de su madre va a cambiarlo todo, al poner al descubierto que su padre está en la ruina y atrapado por las deudas que salpican al resto de la familia y amenazan con llevarse a todos por delante.

No le queda más remedio que volver al barrio y unirse a Sastre, su amigo de la infancia que vive al margen de la ley. Las circunstancias le obligan a pasarse al otro lado de la ley, a ser Apache.

No es una cuestión de venganza. Es justicia.






APACHES

La primer cuestión que se me plantea es el por qué de su título: Apaches. Un nombre que me devuelve a la infancia, a aquellas películas de indios y vaqueros, a los juegos con mi hermano, a aquellos soldados e indios de plástico que peleaban alrededor del fuerte...
Y por ahí van los tiros, por esa figura del apache perdedor, víctima de la codicia del hombre blanco:
«La causa de que en nuestros juegos eligiéramos ser apaches en lugar de vaqueros como el resto de los niños del mundo fue mi padre. El sostenía que en las películas del Oeste, los vaqueros eran ladrones y asesinos que querían robarles sus tierras a los indios americanos. “Los indios eran los buenos” decía mi padre.»(Página 36)



A pesar del título y aunque no hayas leído nada sobre la novela, la portada ya nos deja claro que no es una novela de “indios”, al mostrarnos sobre un fondo plano una pareja que parece estar huyendo.
No es fácil etiquetar esta novela en un género determinado, porque como ocurre en muchas buenas novelas, es una mezcla de géneros y de todos tiene un poco: novela negra, narrativa actual, thriller de acción, historia de amor...

¿Novela negra? El autor se resiste a considerarla como tal. Nos habla de ella como una novela de amor, que se desarrolla en círculos de amor. Del amor del protagonista por su padre, por sus hermanas, por sus amigos... Una novela sobre la fidelidad y la lealtad.
No termino de comprender la resistencia de muchos autores a la hora de admitir que sus novelas tengas elementos de novela negra. Y lo cierto es que aunque Apaches no pueda calificarse como una novela negra pura, no es menos cierto que contiene muchos de los elementos de la novela negra actual, esa que al mostrarnos el retrato de una sociedad termina siendo una crítica de las causas que han determinado dicha situación. Y mucho de eso hay en Apaches que nos muestra el lado negro de un barrio, de gente marginal que vive del robo y el trapicheo. Una novela cuyo arranque es el mal (ese mal omnipresente en toda novela negra), la estafa que un hombre honrado sufre y que cambia la vida de su hijo.
Un mal que se ve como algo necesario, como un medio para sobrevivir, de modo que la frontera entre el bien y el mal, las convenciones morales quedan muy difuminadas. Justicia al margen de la justicia. Una única ley: la ley del barrio.



Foto "apacheada" de Qué leer!
Ese es sin duda otro de los grandes aciertos de la novela: el retrato de un barrio: el barrio de Tetuán. Un barrio periférico de Madrid que en realidad era un pueblo de la periferia, Tetuán de las Victorias que el crecimiento de la ciudad terminó absorbiendo.
«Hay un mundo que desaparece y que a nuestro entender era un mundo mejor. Es posible que fuéramos pobres como ratas, pero antes había una humanidad en la convivencia que ha dejado de ser lo especial de este barrio, por así decirlo.» (Página 318)

Un barrio que ya en los años noventa iba perdiendo poco a poco sus señas de identidad. Esas señas de humanidad, de solidaridad que permitían sobrevivir al duro día a día. Una piña en la que lo que ocurría en el barrio quedaba en el barrio y se juzgaba en el barrio.
Barrios madrileños que el crecimiento poco a poco ha ido haciendo desaparecer bajo la piqueta de la especulación y a la que los grandes centros comerciales han supuesto la puntilla al destruir el pequeño comercio, nexo de unión para cualquier barrio.
Sólo por esta descripción de lo que fue un barrio madrileño, ya merecería la pena leer Apaches.


Pero un barrio no es nada sin sus habitantes. Y si hay algo que en Apaches no falla son sus personajes. Podría pensarse que es fácil, que no tiene mucho mérito porque Miguel Sáez está utilizando a personas reales, a los que en su día fueron sus vecinos.
Pero el que un personaje sea real no es sinónimo de que el lector lo sienta como tal. El gran mérito de Miguel Sáez en Apaches es que todos y cada uno de los numerosos personajes que aparecen a lo largo de la novela los haya visto como lo que son: personas de carne y hueso. Así es imposible no ser arrastrado por la novela. Los personajes reales te hacen sufrir, te hacen gozar, puedes identificarte con ellos.

Y ese es otro de los grandes méritos de Miguel Sáez en esta novela: Que el lector se identifique con unos personajes cuya moralidad puede ser muy diferente a la suya. Llegar a querer a personajes como Sastre, a Dela, unos personajes con los que probablemente no nos gustaría nada encontrarnos en una calle poco iluminada, tiene sin duda muchísimo mérito.

Hay sin embargo un personaje impagable, ejemplo de la honradez, la valentía. Un personaje que es sin duda el motor que ha hecho crear esta novela: El padre de Miguel.
Contaba la editora que la palabra “padre” era una de las más repetidas del libro. Sin duda Apaches es un homenaje a ese padre, un héroe que en un momento dado cae ante su hijo:
«Mi padre siempre fue mi héroe. Tenía todos los atributos de los protagonistas de los tebeos que cuando era pequeño solía comprarme los domingos en un quiosco de nuestra calle. (…) Él siempre se ponía del lado de los más débiles, de los que necesitaban que alguien los defendiera sin pensar en las consecuencias.»(Página 75)


Foto "apacheada" de Qué leer!
Apaches una novela dura, muy dura por momentos, pues la violencia está presente en muchas páginas de la novela. La vida es dura y sólo los más duros pueden ser los amos del barrio:
«Después de hacerse con el vehículo y la mercancía, los ladrones habían dejado al camionero atado a un poste de teléfono con los pantalones a la altura de los tobillos. La noticia recogía algunas declaraciones del camionero. Decía que los asaltantes se habían comportado como salvajes Una media sonrisa apareció en mis labios. Lo que el camionero tendría que haber dicho no era “como salvajes”, sino “como apaches”»(Página 32)


Por eso no deja de ser llamativo que una novela con una buena carga de violencia, esté al mismo tiempo tan cargada de emotividad. Tiene razón el autor cuando habla de ella como una novela de amor. Amor de Miguel por su familia, por su padre, por su barrio y al mismo tiempo es la historia de amor de Miguel por Carol. Un amor imposible, arriesgado, con la urgencia de los encuentros precipitados y al borde del abismo.


Hay más elementos que hacen de Apaches una gran novela. Porque la novela nos va a mostrar la evolución de la amistad, el otro gran tema de la novela, de unos hombres que en su día fueron niños. Se remonta en sus recuerdos a la etapa infantil, en la que Sastre y Miguel forjaron una amistad más allá de sus propios intereses particulares, esa que lleva a Miguel a meterse en todos los líos que provoca Sastre para salir en su defensa, o a Sastre a jugarse el futuro y su vida por ayudar a Miguel.

Fidelidad, amistad, familia. ¿Valores en desuso? No para Miguel, no para Sastre.






IMPRESIÓN PERSONAL

Una gran novela es aquella que no termina al llegar a la última palabra de la misma. Eso me ha ocurrido con Apaches. Tras terminarla, quedé por unos instantes noqueado, como si Sastre me hubiese conectado en la barbilla uno de sus demoledores puñetazos.
Es una lectura de la que es difícil desprenderse. Sastre, Miguel, el Chatarrero, Carol y un sinfín de secundarios siguen rondando por mi mente días después de haber acabado la lectura de esta singular novela.


No son sólo unos personajes reales como la vida misma. Es también la atmósfera que Miguel Sáez ha sabido crear, ese barrio que fue pero que el mal llamado desarrollo y la especulación urbanística se han terminado llevando por delante. Es la añoranza por otro tipo de relaciones más humanas en los barrios, especialmente para aquellos que hemos sido condenados a vivir en ciudades dormitorio en las que ni conoces a tu vecino, ni tienes tiendas de “barrio” (la última que había en el mío ha desaparecido al jubilarse su propietario)
Sumadle a todo lo anterior el hecho de saber en todo momento que lo que estamos leyendo está basado en hechos reales, que el protagonista es el propio autor del libro. Una historia que atrapa desde el primer momento aunque literariamente haya sido embellecida la realidad. Una realidad en la que la editora quiso dejar muy claro, no hay delitos de sangre.

Tetúan. Foto "apacheada" del Facebook de Miguel Sáez
Con todo, quizás el mayor mérito de esta novela es que consiga que el lector se identifique con unos protagonistas cuya moralidad es totalmente diferente a la suya. Consigue que suframos con las peripecias de Sastre y Miguel, por más que en muchos momentos no podamos estar de acuerdo con lo que están haciendo, que sus delitos, delitos son y no tienen justificación moral.

Una novela con un ritmo endiablado, muy cinematográfico (sus orígenes como guionista tienen esas ventajas) que me mantuvo permanentemente en vilo. Tan dura es la tensión en algunos momentos, en que tenía que dejar la novela aparcada unos minutos, incapaz de seguir leyendo como Miguel no para de meterse en un lío detrás de otro, líos de los que da la impresión de que va a ser incapaz de salir.

Una novela dura, muy dura en algunos momentos, llena de acción pero también de sentimientos. Al alcance de muy pocos escritores esta combinación de ternura y dureza en la misma novela. Sentimientos que percibes como reales porque lo son. Bastaba con ver cómo se emocionaba Miguel Sáez en la presentación de la novela al hablar de su padre.

Estamos en Marzo y si Dios quiere quedan muchos libros por leer. Pero sé que Apaches estará (junto a El paciente de Juan Gómez-Jurado) entre mis mejores lecturas de las novedades del 2014.



Gracias a Editorial Planeta por facilitarme un ejemplar para su lectura y reseña.


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VALORACIÓN: 10/10




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18 comentarios:

  1. Has sido de lo más convincente así que apuntada queda

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  2. Me la ofrecieron hace unas semanas y no la acepté porque imaginaba que era así como lo comentas. A pesar de la buena nota que le has dado sigo sin hacerme con ella.

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  3. Se veía venir que era una novela interesante por lo que se deducía de la sinopsis y tu reseña lo confirma. Veo que merece la pena tenerla muy en cuenta. Saludos.

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  4. Parece una novela interesante, la tendré en cuenta, besotes

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  5. Es la primera reseña que leo y veo que te ha atrapado por completo. Quizá le dé una oportunidad dentro de un tiempo, quién sabe.

    Un abrazote.

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  6. Después de esta gran reseña y de la entrada con la presentación donde ya me ganaste no queda otra que leerla en cuanto tenga oportunidad de hacerlo.
    Creo que novelas como estas son la que dejan huella durante mucho tiempo.
    Muy bueno lo de por qué Apaches.

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  7. Es una novela con muy buena pinta, de las que hay que meter en la lista :)

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  8. Tendré que comprarla o hacerme con ella si o si :)

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  9. Sí que tiene buena pinta, añadida a la cola de impresión queda.

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  10. Jolín vaya nota que le has puesto; fíjate que no sabía que Tetuan era el barrio retratado en el libro y me ha gustado mucho. Solo con ya me ha convencido...
    Tendré en cuenta esta novela para posible lectura. Besos

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  11. No me llamaba este libro, pero me has hecho cambiar totalmente de opinión. Quiero leerlo!
    Besotes!!!

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  12. Tetuán es el barrio en que vive mi abuela y no me importaría leer esta novela por las cosas tan positivas que comentas de ella.

    Besos.

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  13. El libro del momento, sin duda, está por todas partes =)

    Besotes

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  14. Después de haber oído el encuentro, entre tu reseña y los comentarios de Beatriz mientras va leyendo tengo clariiiiiisimo que es una novela que no me puedo perder. Besos.

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  15. Y sigue la racha de buenas reseñas de buenas novelas.
    Esta reseña será destacada en la actualización (11) de Cruce de Caminos Negro y Criminal.
    Saludos y gran trabajo.

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  16. Al principio no me llamó demasiado, pero entre las entradas de presentaciones y opiniones que estoy leyendo, creo que la leeré

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