miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL ERROR AZUL (JAVIER LORENZO)

Dos hombres, una mujer y un amor verdadero


Aquí sigo con mi peculiar cruzada, defendiendo buenas novelas que versen sobre la Guerra Civil. Porque no se trata de contarnos más de lo mismo, como muchos creen, sino situar a los protagonistas de la acción en un contexto extremo que les haga llevar sus vidas hasta el límite. Y para eso, salvo que uno quiera retroceder mucho en el tiempo, nuestra historia tiene un periodo en que se dan estas circunstancias: la guerra civil y la represión posterior.¿Acaso puede haber situación más extrema que la del hombre contra el hombre, hermano contra hermano? Ahí ningún amor puede resultar banal. No puede serlo si piensas que puedes estar viviendo los últimos días de tu vida, que cualquier momento puede ser el último, y que cada vez que te separas de un ser querido, tal vez no vuelvas a verlo jamás.

Preguntado al respecto el autor del libro en una entrevista para el Diario de Teruel (Teruel es el otro gran protagonista del libro) contestó:
« -¿No cree que ya se han escrito muchas novelas sobre la Guerra Civil?
Portada de "El error azul"
-Es una tema que siempre ha estado latente en el terreno personal o social. Todavía hay muchas familias cuya historia familiar se ha visto truncada por ese conflicto. La guerra no debe de olvidarse nunca. Además, en el terreno artístico a la hora de escoger en qué época se ubica una historia, ante una época insulsa o normal es preferible una en la que las circunstancias lleven a los personajes situaciones extremas. Es mejor un entorno de conflicto que uno átono e indiferente. Esa es la razón por la que elegí Teruel y la Guerra Civil.»

Antes de ceñirme a otros aspectos de la novela, creo que es importante reseñar la originalidad con la que se nos cuentan los hechos históricos de esa novela. No tanto porque parte de la fuerza dramática provenga del hecho de que uno de sus personajes sea un “topo” (aquellas personas que al final de la guerra vivían escondidos en sus casas, sin ruidos, sin dar muestras de su existencia para huir de la represión), como por el escenario histórico elegido: Teruel.
Teruel existe, parece querer decirnos el autor, que no sólo nos cuenta los hechos sucedidos allí durante la guerra civil, sino que aprovecha para hacernos un canto a la belleza de la ciudad, a las leyendas que atesora, desde sus míticos amantes de Teruel (que para mi regocijo vapulea por su falta de fe en el amor), como de sus torres mudéjares.

La elección de Teruel por parte del autor, no es casual, porque Teruel fue la única capital española que fue recuperada por el ejército republicano, lo que sin duda explica (si es que tales cosas pueden tener explicación) la cruel represión posterior tras la reconquista de la ciudad por el ejército nacional.
Pero hay más motivos, como nos cuenta el autor en la entrevista antes citada:
«En mis libros me gusta hablar de territorios abandonados por el Estado, como ya hice con Cantabria en mis primeras novelas, porque ayuda a darlo a conocer y Teruel no solo existe sino que está viva y palpitando.»



JAVIER LORENZO

El autor de esta novela es Javier Lorenzo, un madrileño de 44 años que como dice en la breve contraportada del libro, estudió en la radio, se inició en la radio en la cadena SER, aunque posteriormente se decantó por el periodismo escrito, trabajando en El Mundo.
Javier Lorenzo
En el año 2000 comenzó su carrera literaria. Una carrera que hasta el momento, con la publicación de este libro, cuenta con tres novelas publicadas:
-El último soldurio (2003)
-Las guardianas del tabú (2007)
-El error azul (2011)

Las tres novelas están inscritas en el género histórico, pues El último soldurio nos cuenta las luchas de los cántabros con los romanos en el siglo I antes de Cristo, siendo Las guardianas del tabú su continuación, aunque sean dos novelas independientes.
Curiosamente.en la contraportada nos dice la editorial que «Con El error azul abandona el género histórico para abordar con éxito es estrictamente literario.» ¿Qué es entonces la guerra civil española, ciencia ficción?



EL LIBRO


Soy de los que opina que todo libro ha de tener un gran comienzo, una frase de esas que directamente te deje clavado a las páginas del mismo. El error azul la tiene, una bella frase que además es el resumen de la novela:
«Ninguna mujer es culpable de que la amen dos hombres a la vez»

Pero muy bien pudiera haber empezado por esta otra:
«Yo no estoy loca Amelita. Yo estoy sola. Y no hay más.» (Página 12) 

O muy bien pudiera haber empezado por esta otra:
«Tengo veintinueve años y mis manos tiemblan como si tuviese ochenta. Tengo veintinueve años y me cuesta tener deseos de vivir.» (Página 28)

O por qué no, con el siguiente párrafo:
«Soy cautivo de mi mismo y de unos hechos que jamás tuvieron que haber ocurrido. Hace casi cinco años que terminó la guerra y, no obstante, da la impresión de que los que la ganaron, los que nos vencieron, siguen sin recibir noticias de tan llamativo acontecimiento.» (Página 22) 

La elección que hace el autor, creo que es muy correcta, pues el personaje en torno al cual gira todo el libro es el de Amelia, la mujer de la que dos hombres se enamoran desde la infancia, pero sirven de ejemplo para mostraros hasta que punto tiene el libro fuerza narrativa.

La narración se divide en cinco escenarios y quince capítulos, más un desenlace y dos anexos (uno de ellos dedicado a hablarnos sobre el “sello azul” protagonista de esta novela. Cada escenario corresponde a un momento en el tiempo y los cada capítulo esta narrado desde el punto de vista de uno de los tres protagonistas, que van completando el puzle que termina formando el libro.

Lo curioso es que los capítulos que hacen referencia a Martín, el hombre que vive huido y escondido, están narrados en primera persona por Martín, que en su agobio y en su encierro, escribe los hechos de su vida que le han llevado hasta la situación en que ahora se encuentra:
«Escribo de mi como si fuera otro. Es idéntico a hablar en alto a solas: un signo de locura. Pero yo estoy cuerdo.» (Página 128)



ARGUMENTO


Martín queda huérfano y es recogido por su tío, que lo lleva consigo al pueblo en el que ejerce de veterinario. El tío es un librepensador, que educa con esmero a Martín en el arte de pensar por sí mismo, de buscar a las cosas su por qué, con una vida que está a caballo entre el ambiente cerrado del pueblo, en el que además viven apartados en una propiedad bien a las afueras del pueblo, y sus viajes a Madrid donde Martín desde crío toma contacto con otras maneras distintas de pensar y de intercambiar conocimientos.

El "Torico" de Teruel
Una infancia en el pueblo la que desde el primer momento choca con Alberto, el hijo del alcalde, con el que mantendrá en todo momento una gran rivalidad que, lejos de aplacarse con el paso de los años, se vera exacerbada con el amor de ambos por la misma mujer: Amelia. La elección de Amelia no ofrece dudas: Martín, con el que se casa por lo civil a pesar de la oposición de su familia.

Los enfrentamientos entre ambos rivales, se confunden y entremezclan con su rivalidad política, pues el espíritu idealista de Martín le ha llevado a afiliarse al partido socialista, del que es un destacado dirigente local, siempre de mitin de pueblo en pueblo.
El carácter violento y la riqueza de su padre, pronto llevan a Alberto a convertirse en un camisa azul que va recorriendo los pueblos de la zona sembrando la violencia. 

La guerra separa a ambos rivales, que no llegan a enfrentarse, por lo menos con su conocimiento en un campo de batalla. Terminada la guerra y desaparecido Martín, Alberto comienza a acosar a Amelia para que se case con él. Amelia está sola, porque pese a que en un primer momento el tío pese a sus ideas salió con bien, pues el propio alcalde mandó protegerlo porque quién si no iba a cuidar a las bestias, finalmente desapareció sin que se sepa su paradero.
Sola pero con un terrible secreto, pues en su casa, la casa que era del tío de Martín, se encuentra escondido el propio Martín.




PERSONAJES


Como decía antes, cada capítulo nos va narrando la historia desde el punto de vista de uno de los protagonistas. 


* Amelia
Es la figura central de la narración, no porque tenga más importancia que los demás, sino porque en torno a ella, al amor que por ella sienten los otros protagonistas, gira todo. Una mujer todo pasión, con esa pasión que trasmite el deseo de vivir, el deseo de ser feliz:
«Con ella que no contaran. Había oído hablar de la felicidad y no quería morirse sin probarla.» (Página 158)

Un espíritu indómito y rebelde ya desde pequeña, donde hubo de luchar contra sus profesores y luego interna contra las monjas, sino porque por encima de la obediencia y de las reglas estaba lo que sentía su corazón. Esa fue su guía siempre en la vida: sus sentimientos, aunque éstos la llevaran al sufrimiento.


* Martín

Educado por su tío en la libertad del ser humano, es un idealista. Pero no uno de esos idealistas que se quedan en casa sentado esperando a que el mundo cambie solo, sino de los que están dispuestos a dar su vida con tal de conseguirlo, aunque eso le suponga la persecución y estar lejos de los seres que ama.
Es el único de los tres que nos narra en primera persona lo que le está ocurriendo, y consigue transmitirnos toda al angustia de un ser humano encerrado y midiendo todos sus actos para que nada, un vaso de más en la mesa, un rastro de ropa, el olor de un cigarro o lo que sea, pueda alertar de su presencia a los demás. Porque sabe la horrible suerte que le espera si es atrapado.


* Alberto Recuero

Con el grado de teniente, pasa a ser una de las autoridades de la zona al acabar la guerra, pues desde el primer momento estuvo del bando nacional, luciendo la camisa azul de falangista desde antes de que estallara la guerra. Y en su pueblo, su poder es absoluto. Tiene dos obsesiones: el amor que siente por Amelia y el odio que siente por Martín, algo innato que surgió desde la primera vez que se vieron y que terminó con él por los suelos y la nariz rota. Nunca ha conseguido derrotar a Martín en ninguno de los campos en el que se han enfrentado, aunque la derrota que más le duele es que Amelia le prefiriera a él.
No cree que Martín esté muerto, por lo que no ceja en su búsqueda mientras acecha de todas las maneras posibles a Amelia para que de el paso de casarse con él.
Su gran pasión son los sellos, afición a la que le introduce un inglés durante la guerra y que él ve como una manera fácil y sencilla de acumular riqueza fácilmente convertible y transportable si las tornas cambian y tiene que huir. Porque él es muy consciente de que si tras la segunda guerra mundial la situación da un giro en España y Franco es expulsado por las potencias extranjeras, su suerte está echada, pues sus métodos para conseguir limpiar España de la chusma roja y atea no ha reparado en medios.


* El sello azul

Voy a incluir el sello azul, por la gran importancia que tiene en el libro, como un personaje más. Un sello que, aunque la historia sea ficticia, existió en realidad (uno de los apéndices finales del libro nos habla sobre él). Permite al autor introducirnos en el mundo del coleccionismo y de la filatelia:
«Las personas eran como los sellos (…) Cada uno era distinto y único pero, al igual que las personas, su valor procedía de su pureza y perfección, aunque también -no era tan imbécil como para negarlo- del que le concedieran los demás.» (Página 30)

Es el primer libro que leo en el que el mundo del sello y la filtaelia, tengan un papel tan importante, en que vayan más allá de una mera anécdota, por eso lo he incluido como un personaje más, porque permite además al autor, una serie de reflexiones sobre el valor de las cosas o la fijación por las mismas, muy interesantes:
«La escasez es la gran balanza sobre la que oscila el mundo. Y no sólo el de la filatelia» (Página 83)


* La sexta vocal

Estuve por titular así el comentario, pero consciente de que hasta llegar aquí no ibais a entenderlo, no lo hice. Porque el español es el único idioma con seis vocales. Los hay como nos dice el autor con catorce como los húngaros o solo cuatro como un pueblo de la Conchinchina.
Os estaréis preguntando como lo hace Martín cuando su abuelo le está contando su historia, cuál es esta sexta vocal, porque como en la canción del borriquito, solo conoceréis como yo antes de leer este libro, la presencia de cinco vocales en nuestro idioma.
«La sexta vocal es la mezcla de las otras cinco. (…) Cuando el español percibe que se ha superado el umbral de su aguante discursivo, siente de inmediato que le hacen víctima de una afrenta, Y es en ese instante cuando surge la sexta vocal. Ese aluvión sonoro que dura menos de un segundo pero que marca con vitriolo el terreno propio.
(…) La sexta vocal es la que en España señala el comienzo de todos los conflictos. La que simboliza el miedo a pensar, a discutir abiertamente y sin prejuicios. El único riesgo que un español no está dispuesto a arrostrar es el de que le convenzan.» (Página 124)

Una sexta vocal que recorre todo el libro por boca de Alberto, y que sigue recorriendo la geografía nacional en mayor o menor medida, porque como también se nos dice:
«La sexta vocal solo es patrimonio de los que han vencido.» (Página 175)



IMPRESIÓN PERSONAL


Normalmente me gustan los libros sobre la guerra civil, porque si están bien narrados dan pie a muy buenas historias. Éste es uno de esos libros bien escritos.

Pero sobre todo, teniendo en cuenta todo lo que se ha escrito con la guerra civil como protagonista, hay que destacar la originalidad del planteamiento, no tanto por la presencia de un topo (que ya se ha tratado en otras novelas), como por la historia de amor que se nos cuenta y el escenario en que se hace.
Nada sabía yo de la historia de Teruel en la guerra civil. No es que el autor entre en detalles profundos sobre la misma, porque tampoco va a contarnos ninguna batalla, que no va de eso la novela, pero si a darnos unas pinceladas que nos permiten verla barbarie de toda guerra civil.
Porque barbarie fue la ejecución de soldados republicanos a manos de sus propios compañeros, por el terrible delito tras la reconquista de Teruel por parte de dichos soldados, de exigir los días de descanso prometidos para acercarse a sus pueblos, en muchos casos muy próximos a visitar sus familias. Y la violenta represión ejercida por el bando nacional tras ser de nuevo tomada por las tropas nacionales, no le va a la zaga.

Me ha gustado también que la filatelia tenga protagonismo en esta novela. Eso último puede ser algo muy personal, porque en su día fui coleccionista de sellos, pero es algo que resultará muy interesante incluso a los que desconocéis todo de este mundo, en el que inevitablemente aparecerá la Plaza Mayor madrileña como telón de fondo de algunas escenas, no en vano los domingos tiene lugar allí un interesantísimo mercado de sellos bajo sus soportales. 

Muy interesante la historia de amor. Porque amor es también lo que siente Alberto por Amelia, aunque los métodos con los que intenta ser correspondidos, no sean los que cabría esperar de una persona enamorada.

De Javier Lorenzo había leído El último soldurio, una novela histórica muy formativa y entretenida. Pero El sello azul es algo totalmente diferente. Es mucho más que una novela de aventuras, aunque también las hay. La profundización en sus personajes es muy superior y puedes sentirlos muy próximos, puedes amarlos, puedes odiarlos con gran fuerza, sintiéndolos en todo momento reales.
Me ha sorprendido, porque después de la lectura de su primer libro y pese a haberme gustado, no me esperaba tanto de este autor 

Una narración que me mantuvo constantemente en vilo, que me atrapó entre sus páginas, hasta llegar a un sorprendente final.

Una preciosa novela de amor en tiempos de guerra que no debes perderte


Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles





DATOS TÉCNICOS


Editorial: Planeta

Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 350
PVP: 20,90 €



VALORACIÓN: 10/10







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8 comentarios:

  1. Lo leí hace poco y puedo afirmar que es una de las mejores lecturas de este 2012

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  2. No temo decir que he leído muy buenos libros este año, pero por muchas cosas, creo que este es el mejor, me sorprendió la forma de narrar del autor, ese comienzo que enlaza directamente con el final, que final dios mio lo menos que me podía imaginar. En un tiempo en que la literatura comercial parece que se hace fuerte y predomina la literatura de baja calidad, la apuesta de Javier Lorenzo por un lenguaje cuidado y hasta rebuscado me sorprendió muy gratamente, no es una novela para leer en una sentada, sino para disfrutarla y saborearla muy lentamente.

    La tengo pendiente de reseña, pero de este mes no pasa

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  3. Tengo muchas ganas de leerla desde que Carmina me comentó que estaba leyéndola, pero no doy más de si... ahora, tras leerte, he comprobado que tengo una asignatura pendiente que tengo que aprobar si o si, porque además de todo lo que cuentas, el tema de la filatelia me atrae poderosamente (fíjate que tontería), porque no te puedes ni imaginar la de domingos que he pasado en la Plaza Mayor, comprando sellos y monedas (luego, con los años, me hice más comodona y me suscribí a Correos...).

    Pues eso, que una reseña estupenda, como no podía ser de otra manera viniendo de ti.

    Un beso.

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  4. La tengo esperando en la estantería desde hace unos meses, me la compré animada por las buenas críticas que había visto y aún no he podido hacerle un hueco pero estoy segura de que me gustará
    besos

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  5. Hubo un tiempo en que leí todo lo que caía en mis manos sobre la Guerra Civil y acabé un poco saturada de esta época, que me gusta mucho. Creo que va siendo hora de retomarla. Empezaré con esta o "Las tres heridas".

    Un beso shakiano!!

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  6. Me gusta la temática y creo que disfrutaría de él.
    Gracias por la recomendación!!!
    Saludos

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  7. Muy buena reseña!
    No he leído nada del autor, pero no me importaría =)

    Besotes

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  8. Aunque pinta bien y tu reseña la pone genial, nos sigue dando un poco de pereza el tema...

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