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martes, 26 de mayo de 2015

MISTERIOSO ASESINATO EN CASA DE CERVANTES (JUAN ESLAVA)

Cervantes y las Cervantas





FICHA TÉCNICA

Título: Misterioso asesinato en casa de Cervantes
Autor: Juan Eslava Galán
Editorial: Espasa, 2015
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 283
PVP: 19,90 €







Editorial: Espasa, 2016
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 288







JUAN ESLAVA GALÁN

Juan Eslava Galán es doctor en Letras.

Tiene una importante producción de novelas, la mayor parte de ellas de carácter histórico entre las que podrían citarse:
-En busca del unicornio. (Premio Planeta 1987)
-El comedido hidalgo. (Premio Ateneo de Sevilla 1991)
-Señorita. (Premio Lara 1998)
-Rey Lobo. (2009)
-Últimas pasiones del caballero Almafiera. (2012)

También ha escrito numerosos ensayos que destacan por su valor didáctico a la hora de entender .a historia. Entre otros:
-Historia de España contada para escépticos (2005)
-El catolicismo explicado a la ovejas (2009)
-Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie
-Homo erectus.
-De la alpargata al seiscientos (2010).
-Historia del mundo contada para excépticos (2012)







ARGUMENTO

Han acusado de homicidio a nuestro buen amigo don Miguel de Cervantes y lo han encerrado en la cárcel de la corte junto con sus hermanas, sus hijas y su sobrina. Está tan abatido y apesumbrado que ni habla ni come, ni parece que quiera seguir viviendo... (Página 11)

Por eso te he hecho llamar, porque sé de tus mañas como pesquisidora. Si la muerte de Ezpeleta no se esclarece, siempre quedará la sospecha sobre don Miguel, con mengua de su honra. Por eso es menester que se descubra al matador, de manera que el buen nombre de don Miguel y sus parientes no ande en lenguas, porque aunque salgan de la cárcel, no será tan presto que sus honras queden en entredicho en esta maliciosa corte. (Página 22)

Y así es como doña Dorotea de Osuna, o don Teodoro de Anuso cuando se disfraza de hombre para poder llevar a cabo mejores averiguaciones, se ve envuelta en desentrañar una trama que va más allá de lo que aparentemente era un simple ajuste de cuentas, más allá de ese “Coño o dineros, ¿por qué otra cosa se mata en la corte?” (Página 37)






MISTERIOSO ASESINATO EN CASA DE CERVANTES

Esta novela ha sido ganadora del Premio Primavera de Novela 2015
Ha sido para mí una gran sorpresa este libro de Juan Eslava, a pesar de que ya he leído varios libros de este autor. Aunque el título podría sugerir una novela negra ambientada en el siglo de oro, nada más lejos de la realidad, porque dicho asesinato y su investigación es un mero pretexto, un hilo argumental para mostrarnos cómo era la vida de los españoles en aquellos años, concretamente en la época en la que la corte se trasladó de Madrid a Valladolid.
Hay libros de Juan Eslava que podríamos clasificar como de divulgación histórica como Los años del miedo, en el que novela ciertos capítulos para hacerlos más amenos al lector pero que no son en ningún modo novela. Aquí ha llevado esa técnica hasta el extremo, puesto que lo que hace es novelar toda la historia.
Pero si lo único que importase fuese la trama que nos cuenta, lo cierto es que hay capítulos que habría que recortar drásticamente, pues no están al servicio de la misma, o dicho de otra manera, si los suprimiéramos, la comprensión de los hechos que rodean el asesinato no sufrirían nada, nos enteraríamos exactamente igual.




¿Qué es entonces Misterioso asesinato en casa de Cervantes? En primer lugar es sin duda una novela histórica, centrada en un momento muy concreto de nuestra historia, en los años en que Miguel de Cervantes vivió en Valladolid.
Una época que es muy bien retratada por el autor, que incide especialmente a través de su protagonista, esa mujer que se disfraza de hombre para poder moverse de un modo más cómodo y conseguir mayor información, en la situación y la condición de mujer en aquellos tiempos, en los que si mal visto estaba el conocimiento, era cosa impensable en una mujer. De hecho eran muchos los que pensaban que no debían ni saber leer.
Frente a ellos, las “Cervantas”, hermanas, hija y sobrinas de Miguel de Cervantes, se enfrentan a esos pensamientos y defienden la libertad de la mujer, de ahí que sean mal vistas. Pensar en la igualdad del hombre y la mujer era demasiado mal visto en aquella época:
La sujeción de la mujer parece que beneficia al hombre, pero si bien la miráis, perjudica a los dos por igual. A la mujer porque la encarcela en casa, al hombre porque lo somete a la sujeción del carcelero que ha de estar pendiente de que el preso no escape, lo que sería gran detrimento de su honra. Por eso en mis libros las mujeres escogen libremente marido y buscan por su ingenio de qué valerse en la vida sin ayuda de los hombres. (Página 104)


Misterioso asesinato en casa de Cervantes es además, y no sé si en realidad en primer lugar, metaliteratura, porque la figura de Miguel de Cervantes, su pensamiento, su vida y su obra son en realidad el protagonista principal de la novela. Evidentemente con su Don Quijote en primer lugar:
¡El libro de aventuras de don Quijote! Sabed, señora, que lo he leído varias veces y que lo tengo entre mis libros más estimados, pero este que me traéis con la firma de don Miguel lo llevaré al propio rey en cuanto tenga ocasión, para que él también se solace con las chuscadas de Sancho y las imprudencias de su amo, estas dos personas que parecen vivir entre nosotros pero también en nosotros, con las que nos reímos al tiempo que las admiramos. (Página 181)

Un libro admirado por muchos, pero denostado también por muchos otros:
Recordad, señora, que de toda palabra ociosa dará el alma cuenta rigurosa. No hay nada más ocioso que saber de las chaladuras de ese loco que este logrero ha imaginado para distraer a los cristianos de sus devociones. Solo por eso debería quemarlo el Santo Oficio y al que lo escribió con él. Esos entretenimientos de gente ociosa son el pasaporte por el que se nos cuela el diablo. (Página 49)

Una novela en la que Cervantes toma la palabra para explicar cuál es el fundamento de sus obras:
Has de saber, hija, que el mucho vivir y el departir con gentes variadas es el fundamento del que ha de imaginar historias, pues por mucho que las imagine, los elementos que en ella ponga han de salir forzosamente de su experiencia, así como la tinta con que las escribe sale del tintero. (Página 96)

Una defensa de los libros como medio de alcanzar conocimiento:
Este es el verdadero tesoro que tengo al final de mis día y lo aprecio más que otro -dijo don Miguel-. Siempre he pensado que quien no lee tampoco alcanza conocimientos, y quien no alcanza conocimientos pasa por la vida como asno con anteojeras, solo siguiendo el camino que le marca el amo, Por el contrario, el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. Conocer nunca estorba, siempre anima. (Página 99)


Todo ello narrado con un lenguaje propio de la época de Cervantes, lo cual sin duda contribuyó a que me fuera muy sencillo no sólo entrar en la historia, sino sentirme transportado a la época que el autor recrea con su texto.






IMPRESIÓN PERSONAL

Me he encontrado en Misterioso asesinato en casa de Cervantes con una novela muy peculiar, muy diferente a lo que puede leerse habitualmente, tanto por la temática, como por la forma (esa mezcla de novela con ensayo histórico) y por su lenguaje. Todo un homenaje a la figura de Don Miguel de Cervantes, un acercamiento a su vida (aunque resumida se nos cuentan buena parte de sus aventuras) y su obra. Una obra que sorprende descubrir que era muy avanzada para la época y en la que el papel de la mujer va mucho más allá de una mera comparsa del hombre, una obra muy feminista.

Vuelve a conseguir Juan Eslava, como es habitual en él, aunar entretenimiento y divulgación. Probablemente contribuya mucho más al conocimiento de la vida y la obra de Miguel de Cervantes esta novela, que sesudos estudios que al final solamente lee gente especializada.
Por eso mismo, si queréis acercaros a la figura de este insigne e ilustre hombre, uno de los mejores escritores españoles de todas las épocas, no dudéis en leer Misterioso asesinato en Casa de Cervantes.




Gracias a Editorial Espasa por facilitarme un ejemplar de Misterioso asesinato en casa de Cervantes para su lectura y reseña.





VALORACIÓN: 8/10




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lunes, 19 de mayo de 2014

DON QUIJOTE, DE LA MANCHA - CAPÍTULOS XVI-XVII (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo XVI. De lo que le sucedió al ingenioso hidalgo en la venta que él imaginaba ser castillo

Afortunadamente no tardan en dar con una venta que Don Quijote confunde con un castillo. Y entran dentro con el fin de sanra las muchas heridas que en el capítulo anterior sufrieron nuestros dos queridos personajes.

Mientas intentan dormir, el arriero que con ellos está ha quedado conchabado con una de las mozas del lugar llamada Maritormes, para que calme sus necesidades. Pero en la oscuridad de la habitación, Don Quijote en su locura cree ser el destinatario de los amores de la moza que para él es toda una beldad. 

Y era tanta la ceguedad del pobre hidalgo, que el tacto, ni el aliento, ni otras cosas que traía en sí la buena doncella, no le desengañaban, las cuales pudieran hacer vomitar a otro que no fuera arriero; antes, le parecía que tenía entre sus brazos a la diosa de la hermosura. 

Semejante disparate no puede acabar bien, y en medio de la oscuridad, unos contar otros, Sancho y Quijote sufren otra paliza

Y así como suele decirse: el gato al rato, el rato a la cuerda, la cuerda al palo, daba el arriero a Sancho, Sancho a la moza, la moza a él, el ventero a la moza, y todos menudeaban con tanta priesa que no se daban punto de reposo; y fue lo bueno que al ventero se le apagó el candil, y, como quedaron ascuras, dábanse tan sin compasión todos a bulto que, a doquiera que ponían la mano, no dejaban cosa sana.









Capítulo XVII. Donde se prosiguen los innumerables trabajos que el bravo don Quijote y su buen escudero Sancho Panza pasaron en la venta que, por su mal, pensó que era castillo



Aún no repuestos de la nueva paliza, Don Quijote decide marchar del castillo y como buen noble caballero pretende hacerlo con un "sinpa" en toda regla, que en ninguna parte se ha visto que los nobles caballeros deban pagar sustento. Pero su pobre amigo Sancho no corre tanta suerte por más que intente acogerse al mismo derecho que su señor y termina siendo manteado por algunos de los que en la venta se alojan.









lunes, 21 de abril de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULOS XIV Y XV (MIGUEL DE CERVANTES)


Capítulo XIV. Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos

Don Quijote y Sancho acuden al entierro del famoso Grisóstomo, muerto por el desamor de la pastora Marcela. Lo primero que podemos leer en este capítulo son los versos con los que se ha despedido de este mundo.

A continuación, conoceremos a la famosa pastora Marcela, que se defiende de los ataques de los que se siente objeto. No es para menos. ¿Acaso es ella culpable de que la amen? ¿Está obligada a amar a aquel que la ama?
«Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama.»

Quijote y Sancho en el museo Ulpiano Checa
Me ha resultado sorprendente la defensa que hace Miguel de Cervantes de la libertad, porque lo que hace por boca de Marcela es defender la libertad de elección de una mujer. ¿Normal? No para aquellos tiempos:
«Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos. Los árboles destas montañas son mi compañía, las claras aguas destos arroyos mis espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego soy apartado y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras.»


Se remata el capítulo con un poema a modo de epitafio sobre Grisóstomo:
«Yace aquí de un amador el mísero cuerpo helado, que fue pastor de ganado, perdido por desamor. Murió a manos del rigor de una esquiva hermosa ingrata, con quien su imperio dilata la tiranía de su amor.»


Y de este modo concluye (por más que nosotros la consideremos como un libro único, la segunda parte de Don Quijote:
«Mas no le avino como él pensaba, según se cuenta en el discurso desta verdadera historia, dando aquí fin la segunda parte.»






Capítulo XV. Donde se cuenta la desgraciada aventura que se topó don Quijote en topar con unos desalmados yangüeses

Por más que el capítulo X de titulase ...del peligro que se vio con una turba de yangüeses, es ahora en este capítulo donde conoceremos dichas aventuras.

Tras despedirse de los cabreros, Sancho y Quijote continúan su marcha. Fiado Sancho del noble comportamiento de Rocinante, en un descanso no se toma la molestia de atarlo. Un error que pagarán caro en este capítulo, en el que salvo la mula todos salen molidos a palos.
Pues toda la tranquilidad de Rocinante se viene abajo cuando vienen unos yangüeses con una recua de hacas galicianas. Y dispuesto a yacer con ellas allá que se fue. Algo que no permitieron los yangüeses y molieron a Rocinante a palos.
Semejante afrenta no puede dejarla pasar por alto Don Quijote, por más que un acobardado Sancho intente frenarlo:
«— ¿Qué diablos de venganza hemos de tomar —respondió Sancho—, si éstos son más de veinte y nosotros no más de dos, y aun, quizá, nosotros sino uno y medio? — Yo valgo por ciento —replicó don Quijote.»


Suerte para Sancho, Quijote y Rocinante, que al poco de incorporarse y ponerse en marcha, divisan una venta que Don Quijote toma por un castillo, al cual se acercan en busca de ayuda.


lunes, 7 de abril de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO XIII (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo XIII. Donde se da fin al cuento de la pastora Marcela, con otros sucesos


Don Quijote y Sancho continúan su historia con los pastores, que les invitan a asistir a ver el famoso entierro de Grisóstomo, aquel que murió de mal de amores con la pastora Marcela.
Por el camino, armado como va en unas tierras que los pastores califican como pacíficas, le tiran de la lengua para ver si está loco o cuerdo, por lo que Don Quijote les refiere lo esforzada que ha de ser la vida de un caballero andante.
Chifladuras para los pastores, más no para Sancho, al que lo único que no termina de cuadrarle es la historia de Dulcinea del Toboso.

El buen paso, el regalo y el reposo, allá se inventó para los blandos cortesanos; mas el trabajo, la inquietud y las armas sólo se inventaron e hicieron para aquellos que el mundo llama caballeros andantes, de los cuales yo, aunque indigno, soy el menor de todos.






lunes, 31 de marzo de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO XII (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo XII.- De lo que contó un cabrero a los que estaban con don Quijote



Continúa la estancia de don Quijote con los cabreros en un capítulo que resulta muy diferente a los que hasta ahora hemos leído, pues lejos de ser nuestro novle señor el protagonista, lo son las historias que los cabreros le cuentan, y en las que Don Quijote solo interviene para intentar corregir el lenguaje incorrecto de aquel que las cuenta.
Se trata de la historia de un noble señor que a muerto de amor por una pastora. Una pastora que en realidad no es tal, pero a la que le gusta esos andares y esa vida de pastora. Antes de acudir al entierro al que son invitados, escuchan la historia.





lunes, 24 de marzo de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO XI (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo XI. De lo que le sucedió a don Quijote con unos cabreros




Dejamos en el capítulo anterior a don Quijote y a Sancho deambulando por los caminos y acogiéndose a una choza en la que hay unos cabreros para pasar la noche.
En este capítulo disfrutarán Sancho y Quijote de la hospitalidad de dichos cabreros. Sancho desde luego no se lo piensa mucho


Se fue tras el olor que despedían de sí ciertos tasajos de cabra que hirviendo al fuego en un caldero estaban; y, aunque él quisiera en aquel mesmo punto ver si estaban en sazón de trasladarlos del caldero al estómago, lo dejó de hacer, porque los cabreros lo quitaron del fuego,y, tendiendo por el suelo unas pieles de ovejas, aderezaron con mucha priesa su rústica mesa y convidaron a los dos.

Tras bien comer y trasegar vino, don Quijote les expone las grandes virtudes del mundo de caballería, en un mundo que ha cambiado, que ya no tiene las virtudes de antes, de ahí la necesidad de que alguien como los caballeros las defiendan.
Mucho no entienden los cabreros, que siguen no obstante con su hospitalidad y cantan una bella canción para sus huéspedes.

He de reconocer que este es uno de esos capítulos del libro que no recordaba para nada, así que no está mal recordar esos discursos de Sancho y Quijote, que más que mercedes, lo que busca es la comodidad.




lunes, 17 de marzo de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO X (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo X. De lo que más le avino a don Quijote con el vizcaíno, y del peligro en que se vio con una turba de yangüeses.




Un capítulo que definiría de transición, pues tras toda la acción del anterior con la batalla entre Don Quijote y el vizcaíno, el autor parece querer darnos un respiro y tras montar en sus monturas Sancho y Quijote continúan su camino.

Un camino en el que en este caso no van a tropezarse con ninguna nueva aventura, y en la que, al igual que en la foto de Sancho y Quijote frente a la casa de Cervantes en Alcalá de Henares que ilustra esta reseña, entablan conversación.
Sancho como dice a Quijote, no es un hombre ilustrado, pues no sabe ni escribir. Pero tiene el saber y la prudencia del hombre cauto, y como tal aconsejará siempre a Quijote.
Su preocupación es saber cuándo tendrá esa ínsula o gobierno prometido. Alto que pasará a parecerle secundario cuando Quijote le hable de un elixir que va a preparar y que cura todo tipo de heridas. Una auténtica mina de oro para Sancho, que se apresura a pedirle la receta.





lunes, 3 de marzo de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO VIII (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo VIII. Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos.


Ya tenemos a Sancho acompañando a Don Quijote en busca de esas aventuras prometidas. O más bien en busca de esas promesas de gloria y poder que él le ha dado.
Más no tardará en darse cuenta de que la visión de Don Quijote está un tanto trastornada, que ve todo de un modo distinto y sus razonables recomendaciones no son tenidas en cuenta. 

La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. — ¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza. — Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. — Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.  Peor será esto que los molinos de viento —dijo Sancho—. Mire, señor, que aquéllos son frailes de San Benito, y el coche debe de ser de alguna gente pasajera. Mire que digo que mire bien lo que hace, no sea el diablo que le engañe.

Ello dará lugar a uno de los episodios más conocidos de la novela, aquella en que Don Quijote arremete sin miedo contra unos gigantes que no son tales sino molinos de viento. Una figura universal la que ha conseguido esta escena, la de la ceguera del hombre incapaz de ver la realidad, de no saber cuál es su verdadero enemigo y se empeña en luchar contra molinos de viento, una empresa que solo puede acabar de una manera: molido y por los suelos.

Lo importante es que Don Quijote no se arreda ni se rinde, y no pasa mucho tiempo en el que, a pesar del molimiento de sus huesos, no se embarque en nuevas aventuras. En este caso, sin hacer nuevamente caso a Sancho, carga contra unos curas vizcaínos a los que hace huir, para enfrentarse a continuación contra el escudero que protege una carroza.


 Peor será esto que los molinos de viento —dijo Sancho—. Mire, señor, que aquéllos son frailes de San Benito, y el coche debe de ser de alguna gente pasajera. Mire que digo que mire bien lo que hace, no sea el diablo que le engañe.

 Y así, espada en alto acaba este capítulo, que en realidad era el fin del primer libro de El Quijote.



lunes, 24 de febrero de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO VII (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo VII. De la segunda salida de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha

Don Quijote con los solícitos cuidados de su ama y de su sobrina, parece recuperarse de la paliza recibida, al mismo tiempo que intentan que recupere la razón perdida, por lo que como veíamos en el capítulo anterior, sus libros pasan a ser pasto de las llamas. Han desaparecido por obra del mago que tanto le odia.
Más Don Quijote, lejos de estar curado, planea nuevas aventuras, más siguiendo las recomendaciones del ventero, esta vez va a ir mejor pertrechado, por lo que escoge a un campesino como su fiel escudero.
En este tiempo, solicitó don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien —si es que este título se puede dar al que es pobre—, pero de muy poca sal en la mollera. En resolución, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirse con él y servirle de escudero.

Y como en aquella época no había televisión, en vez de prometerle cinco minutos de fama televisiva, Don Quijote le promete el gobierno de una ínsula un reino si le acompaña en la aventura.
Con estas promesas y otras tales, Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó su mujer y hijos y asentó por escudero de su vecino.


Ya tenemos en marcha al dúo más famoso de la historia de la literatura: Don Quijote y Sancho Panza, montados en su caballo y en su burro, porque Sancho no está dispuesto a darse grandes caminatas y, pese a que no recuerda Don Quijote el caso de ningún caso de escudero montado en semejante montura, tampoco hay ninguna regla que a ello se oponga.




lunes, 17 de febrero de 2014

DON QUITOJE . CAPÍTULO VI (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo VI. Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo.



Tenemos al pobre Don Quijote molido a palos en su cama, mientras el cura, el barbero, su sobrina y su ama quieren poner remedio a todos sus males futuros. Y como la culpa nunca cae al suelo sino que hay alguien que la recoge por el camino, los libros son condenados como los responsables del lamentable estado en el que se encuentra Don Quijote.
Sigue a continuación una de los episodios que más desconcertados me han dejado siempre de esta novela. Porque por malos que sean los libros, la escena del ama tirando los libros por la ventana para hacer con ellos un montón y quemarlos me trae a la memoria episodios posteriores de la vida real, con la inquisición haciendo autos de fe con los libros y quemándolos públicamente, o más recientemente con esas piras organizadas por los nazis.

No —dijo la sobrina—, no hay para qué perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores; mejor será arrojarlos por las ventanas al patio, y hacer un rimero dellos y pegarles fuego; y si no, llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo. Lo mismo dijo el ama: tal era la gana que las dos tenían de la muerte de aquellos inocentes.


No es cierto que no se perdone ninguno, porque Amadis de Gaula y alguno más se libran de la quema. Bien es cierto que en este episodio, metaliteratura pura y dura en la que se pasa revista a toda la literatura de caballerías de aquella época, me queda claro que no hacía falta tanto fuego, pues el mismo tiempo se ha encargado de borrar de la faz de la tierra dichos libros, del que apenas queda recuerdo de alguno como el del mencionado Amadis de Gaula o Tirant le Blanc.

Aunque no sólo irán a parar a la hoguera los libros de caballería, Junto a ellos están también los libros de poesía. Y si peligroso es un caballero andante, no menos peligroso puede ser un poeta, por lo que aplicando aquello de mejor es prevenir que curar (como véis la medicina preventiva no es cosa nueva), harán compañía buena parte de dichos libros (también se salva alguno) los de caballerías en la hoguera.

Y, lo que sería peor, hacerse poeta; que, según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza.


lunes, 10 de febrero de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA -.CAPÍTULO V (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo V. Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero



Habíamos dejado a Don Quijote en el capítulo anterior derrumbado en el suelo y con el cuerpo molido a palos tras su frustrado ataque a un grupo de comerciantes que se negaron a rendir pleitesía a su Dulcinea.
Más hete aquí que por el lugar acierta a pasar un vecino que lo reconoce y se apresta a darle ayuda, montándolo en su burro y devolviéndolo a su pueblo, donde la sobrina, el cura y el tío de Don Quijote están asustados por su ausencia desde hace ya tres días.


El diagnóstico de la sobrina es inapelable: Tanta lectura de novelas de caballería es la culpable del extravío de su tío, que hace aparición maltrecho en la casa.


¡Desventurada de mí!, que me doy a entender, y así es ello la verdad como nací para morir, que estos malditos libros de caballerías que él tiene y suele leer tan de ordinario le han vuelto el juicio; que ahora me acuerdo haberle oído decir muchas veces, hablando entre sí, que quería hacerse caballero andante e irse a buscar las aventuras por esos mundos.

lunes, 3 de febrero de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO IV (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo IV. De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta




La del alba sería cuando don Quijote salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya armado caballero, que el gozo le reventaba por las cinchas del caballo...

Ya tenemos a Don Quijote armado caballero en la venta y con las palabras del ventero muy presentes en su mente, se dirige en primer lugar a buscar un escudero que le acompañe en sus aventuras. Porque vamos por el capítulo cuarto y aún tenemos a Don Quijote cabalgando en solitario.
Y cabalgando rumbo adonde el destino le lleve, o mejor dicho, donde su caballo le lleve, que por aquello de las querencias no es otro sitio que a su casa, no tardará en entrar para su gozo en materia.
Primero salvando del furor de su amo que lo está maltratando a un pobre criado. Salvación que sólo tiene lugar mientras Don Quijote está presente.

Luego entrando en lucha para defender el buen nombre de su dama Dulcinea. Una batalla en la que un tropezón de su caballo dejará a Don Quijote malparado. O mejor dicho, bien parado en el suelo pero muy maltrecho y molido a palos.


lunes, 20 de enero de 2014

DON QUIJOTE DE LA MANCHA - CAPÍTULO II (MIGUEL DE CERVANTES)

Capítulo II. Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso don Quijote





Ya tenemos a don Quijote con su flamante nombre recién adoptado, dispuesto a partir a cumplir la misión para la que cree que la providencia se está llamando. Y así comienzan sus aventuras:

Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención, y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza, y, por la puerta falsa de un corral, salió al campo con grandísimo contento y alborozo de ver con cuánta facilidad había dado principio a su buen deseo.


Unas aventuras que tienen como base la locura de Don Quijote, que transforma su entender para acomodar todos los sucesos y toda su visión a aquello que cree estar viviendo, que no es otra cosa que una de esas aventuras que leyó en las novelas de caballerías que le han robado el juicio.
Por eso, y no por haber estado cabalgando todo el día cubierto con su armadura bajo el implacable sol manchego del mes de julio, cuando llega a una venta al caer el día, la transforma en un noble castillo. Y a las dos mozas que a la puerta están en dos bellas damas.



Y como a nuestro aventurero todo cuanto pensaba, veía o imaginaba le parecía ser hecho y pasar al modo de lo que había leído, luego que vio la venta, se le representó que era un castillo con sus cuatro torres y chapiteles de luciente plata, sin faltarle su puente levadiza y honda cava, con todos aquellos adherentes que semejantes castillos se pintan.


Pero para saber lo que en dicha venta ocurrirá, habrá que leer el próximo capítulo


Hasta la semana que viene.



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