viernes, 8 de junio de 2018

VISITA A LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID 2018






Si por mi fuera, todos los fines de semana de la Feria del Libro de Madrid estaría allí. Pero sólo puedo acudir un sábado, que suele ser el segundo de la feria. Una feria que como sabéis, y si no lo sabéis os lo cuento, dura diecisiete días, con tres fines de semana completos (de viernes a domingo).
Este año no ha faltado a la Feria una de sus grandes tradiciones: las tormentas, presentes desde la mañana de la inauguración hasta casi todos los días de la misma. De hecho, la tarde del sábado que allí estuve, varios chaparrones regaron a la multitud allí presente. No eran sorpresa, estaban previsto y no había más que mirar al cielo para saber que tarde o temprano te caía alguno. De hecho, cuando salí de casa por la mañana, el cielo estaba más negro que los pies de un sin techo paseando descalzo por Madrid.
La otra tradición, la del calor sofocante no puede decirse que se haya cumplido (ni es probable que se cumpla el próximo fin de semana), porque en ningún momento la temperatura ha superado los treinta grados, algo que seguro lamentan el par de terrazas que hay en la feria.


Este año he ido el sábado día 2, y esta es una pequeña crónica de lo que allí pasó. Sobre las once de la mañana estaba ya en la feria. Transporte público, que no es fácil aparcar y por la mañana es zona hora y hay que estar pendiente de cambiar el ticket.
Quería visitar en primer lugar a Javier Castillo, entre otras cosas porque era de los primeros en empezar a firman (11:30) y aunque tuviera sus dos libros firmados, me apetecía saludarlo y grabar con él unos segundos para el canal.
Estuvo tan simpático y cordial como siempre (lo cual siempre ayuda a vender lo que sea, incluso libros).


 La siguiente parada era para uno de esos escritores que despiertan recelos porque son considerados mediáticos. Es el caso de Carme Chaparro. No digo yo que ser “famosa” no ayude a vender, pero lo cierto es que su primera novela tenía un buen nivel y esta segunda, que empiezo a leer en breve, ha tenido buenas críticas por parte de otros compañeros blogueros.
Estuvo simpatiquísima y muy cercana, algo que no pueden decir algunos de sus otros compañeros firmantes. No siempre ser un gran escritor, consagrado por la crítica y el público es señal de amabilidad y trato cercano con la gente.


 Junto a ella estaba Carlos Zanón, uno de los mejores autores de novela negra de este país. Lo que he leído de él me ha gustado, así que me acerqué y charlé un rato con él.




 Desde allí fuimos y hablo en plural porque desde Carme Chaparro ya venía acompañado, porque esta visita es siempre más agradable en compañía y yo iba muy bien arropado por mis amigas Manuela (Entre mis libros y yo) y Concha y Bea (De lector a lector) a visitar a alguien que teníamos muchas ganas de conocer: Benito Olmo.
Son dos ya las novelas que ha publicado y nos ha gustado mucho Manuel Bianqueti, el policía que no para de liarla en Cádiz. Eso sí, creo que antes de su tercera aparición va a descansar un poco y tendremos una novela con personaje diferente antes.


Casi codo con codo estaba junto a él María Frisa. No he leído nada suyo, pero mi hija me ha recomendado que lea sí o sí lea Cuídate de mí, su novela. Charlamos un rato, pero no sólo de novela negra, que también tiene toda una colección de libros infantiles. ¿Por qué será que autores de novela negra también practican ese género literario tan alejado, por lo menos en principio, como es la literatura infantil?
Salí de allí con la promesa de leer su novela y con muchas ganas de hacerlo.


 Mi siguiente parada fue para Carmen Romero que estaba en la librería Vid, que como digo medio en broma es la mejor librería de Móstoles. En realidad es la única que puede considerarse como tal, porque el resto son más bien papelerías que también venden libros.
Hacía poco, apenas un par de semanas que la había visto, pues es la editora de Allaitz Leceaga, una novelista muy prometedora (los que la han leído hablan maravillas de El bosque sabe tu nombre), pero siempre da gusto charlar un rato con una de mis editoras favoritas, que este año nos sorprendió gratamente lanzándose al ruedo y poniéndose al otro lado para escribir su propia novela (El último regalo de Paulina Hoffman)


Me acerqué para ver a uno de los fijos de la Feria del Libro madrileña: Lorenzo Silva, que además prácticamente acaba de estrenar nueva novela: Lejos del corazón.
Me sorprendió que tuviera tan poca gente, pero es que las impresiones engañan y la cola iba escondida por detrás de las casetas, así que allí estuve un buen rato hasta que me tocó, más allá de las dos y media (a pesar de que en teoría la firma acababa a las dos de la tarde)


Tras una cervecita nos fuimos a comer, que aunque no lo parezca, llevábamos ya una buena caminata encima.


 La tarde ya no fue tan “productiva” como la mañana. No había quien diera un paso en la feria. Y para colmo a cada rato una tromba de agua descargaba. Pero ni por esas se marchaba el personal para sus casas. Así que al final no pude ver más que a dos más (de hecho alguno que quería ver ya se había ido cuando llegué a la caseta)
El primero de ellos fue Luis Roso, un autor joven que va ya por su segunda novela y que a mí me encanta. Ha creado el personaje de un policía, el inspector Trevejo, al que ha situado en la España franquista de mediados de los años 50.



Junto a él Roberto Sánchez, del que tengo por leer una novela muy sugerente: Asesinos de series, en las que mezcla libros, series televisivas y un trío de blogueros. También me fui de allí con la promesa de leer su novela (que no con la firma porque no había cargado con su libro.


Y eso es todo lo que dio de si este año la feria. Como siempre se me hizo corto y me quedé con ganas de más, pero salí muy contento de allí y con ganas de volver si Dios quiere el año que viene.

6 comentarios:

  1. Pues sí, deseando volver el año que viene a las ferias, a mí es que me gustan tanto... primero, siempre la Feria del Libro Antiguo y después la Feria del Libro ¡ay qué bonitas, de verdad!

    Besitos carinyet 💋💋💋

    ResponderEliminar
  2. Pasamos un día magnífico, aunque hubiese estado mejor sin lluvia. Besos.

    ResponderEliminar
  3. Pero qué envidia me das!!! Sí que aprovechaste muy bien el día!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. A mí también se me hizo corto y eso que me quedé un rato más que tú. Por cierto, que con Javier Castillo también estábamos acompañado aunque solo fuera por mí ! Jajaja Lo pasamos genial y como siempre un placer compartir esos momentos con amigos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Impresionante!!!! Yo estuve en Córdoba con Juan José MIllás y ya flipé, o sea que allí moriría de la emoción! Cuando mi peque sea mayor tengo que ir sí o sí (y así conoceros). Estaré pendiente de todo lo que grabaste para el canal! Un besote!

    ResponderEliminar
  6. Este año me la he saltado :(((( El año que viene, sin falta.

    Bs.

    ResponderEliminar

Analytics