martes, 12 de junio de 2018

LA NOVIA GITANA (CARMEN MOLA)


La novia gitana
Carmen Mola



 
FICHA TÉCNICA

Título: La novia gitana
Autor: Carmen Mola
Editorial: Alfaguara, 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 405









CARMEN MOLA

Esto es lo que la editorial nos cuenta del misterioso autor o autora de esta novela:

Carmen Mola es un seudónimo. Vive en Madrid. La novia gitana es su primera novela y, antes de su publicación en Alfaguara negra, ha sido contratada por cuatro prestigiosas editoriales de Alemania, Francia, Holanda y Noruega en un fenómeno sin precedentes en la novela policiaca española.






ARGUMENTO de LA NOVIA GITANA

Susana Macaya es una joven mitad gitana, mitad paya que ha sido criada como paya por sus padres. En su despedida de soltera desaparece y su cadáver es encontrado dos días después con síntomas de haber sido torturada de un modo muy extraño que recuerda al asesinato de su hermana Lara acaecido unos años antes.
El problema para la policía es que el asesino de Lara está encarcelado, por lo que no ha podido ser el autor del crimen. Pero los detalles del procedimiento no fueron hechos públicos, por lo que ¿quién puede ser el imitador?
La inspectora Elena Blanco, al frente del BAC será quien se haga cargo de la investigación. Nada más comenzar la investigación, son muchas las preguntas sin respuesta: 
«¿Estaban las dos hermanas unidas?, ¿hay algo más allá de su relación familiar que las iguales ante los ojos del asesino?, ¿Hay alguna diferencia en las muertes que permita pensar que no las haya asesinado la misma persona?, ¿se llevó bien la investigación del primer asesinato?, ¿está el verdadero asesino en la cárcel?» (Página 55)







LA NOVIA GITANA

Si una novela negra, y no hay duda que La novia gitana lo es, busca un protagonista diferente a los demás, para destacarse del montón de novelas que se escriben cada día, hay que reconocer que lo ha conseguido.
Quinta de Vista Alegre (Madrid)
Porque para empezar, tenemos como protagonista a una inspectora muy peculiar: Elena Blanco, que conduce un lada ruso de la época de los soviets, beber grappa, cantar en un karaoke canciones de Mina, hacer el amor a sus conquistas de una noche en un garaje en grandes coches todo terreno y fotografiar con una cámara que tiene en su casa y dispara cada diez segundos, los rostros de todos los que entran en la Plaza Mayor madrileña en busca de una persona concreta. Alguien a quien no le gusta dejar nada importante en manos de nadie que no sea ella misma.

Está al frente de un equipo muy especial: la BAC (Brigada de Análisis de Casos). Una unidad que para muchas comisarías es sólo una leyenda.
«En Estados Unidos los considerarían una especie de superpolicías, en España no hay nada de eso, solo son los que se comen los marrones después que los demás, los que no tienen ya nadie en quien delegar. La única diferencia es que cuentan con más medios que cualquier otro departamento». (Página 28)

Plaza Mayor (Madrid)
Un grupo con personalidades muy definidas que, si bien en esta primera entrega (porque esta novela tiene toda la pinta de ser el comienzo de una serie) no tienen demasiado protagonismo, permiten mucho juego por su diferente personalidad para dar vida no solo a esta novela, sino para ir profundizando con ellos en las siguientes.
«Buenos policías, jóvenes, entusiastas, atléticos, a los que Elena recurre siempre que puede ser necesario usar los músculos además de la cabeza. Orduño procede de los Geos; Chesca era una agente de la Brigada de Homicidios y Desaparecidos. La inspectora Blanco los escogió personalmente, junto con Buendía, el forense, y Mariajo, su peculiar experta en informática; son las personas en las que más confía». (Página 29)

A ellos hay que sumar al subinspector Ángel Zárate, un joven policía de la comisaría local que fue de los primeros en llegar a la escena del crimen. Por encima de ellos Manuel Rentero, comisario, director adjunto operativo y número dos de la policía española.

Esos son los mimbres con los que se urde una novela que tiene como escenario Madrid, a través de cuyas calles nos moveremos, desde la céntrica Plaza Mayor donde vive la inspectora, hasta el barrio de Carabanchel, en el que se encuentra el cadáver, concretamente en la Quinta de Vista Alegre, un lugar catalogado como Jardín Histórico, a pesar de lo cual, está arrinconado y abandonado sin que se decidan a actuar sobre él para convertirlo en un espacio visitable.

Además, los asesinatos tienen unas características muy especiales, convirtiéndolos en unos de los más macabros de la historia del género negro, pues las víctimas fallecen tras serles introducidos en el cráneo mediante unos agujeros, unos gusanos que se comen el cerebro. Bastante gore como podéis ver, a pesar de lo cual, no es ese el tono predominante en la novela.


Cinco partes y setenta y ocho capítulos componen esta ágil novela. Cada una de las partes comienza con una breve narración de la historia de un niño que queda encerrado en una nave industrial en la que intentará sobrevivir a la sed y al hambre. El resto, nos será contado por un narrador omnisciente que de un modo lineal irá avanzando en el este espectacular caso.






OPINIÓN PERSONAL

Hay que reconocer que Alfaguara ha sabido crear un ambiente de expectación en torno a esta novela. Lo cierto es que ya desde el comienzo nos vemos inmersos en una atmósfera especial, menos gore afortunadamente, por lo menos para mí, de lo que de este caso pudiera esperarse.
Un buen caso, un buen grupo de personajes y una protagonista muy diferente a lo habitual, con una serie de sucesos de su pasado que marcan su vida y sus manías actuales y que el lector irá descubriendo poco a poco.

La novia gitana es una de esas novelas que enganchan desde las primeras páginas, con unos personajes que tienen, muertos incluidos, su lado oscuro, lo cual contribuye a hacerlos más creíbles.
Porque además, cometen errores, no son infalibles. Y, a pesar de sus principios, llegará un momento en que se planteará la duda de si seguir las normas y cumplir la ley no pueden ser en ocasiones un estorbo para conseguir el fin de atrapar al culpable.
Una trama rematada por un buen final. Un final con sabor a caso bien resuelto, pero que deja abiertas de par en par las puertas para continuar con un nuevo caso. Porque una cosa es que la investigación del crimen quede concluida, y otra diferente que las tramas que aporta cada uno de los personajes, especialmente la inspectora Elena Blanco queden cerradas.

Lástima no saber quién es el autor o autora de este libro para poder charlar un rato. Cada cual es libre de hacer lo que le parezca, pero renunciar al contacto con los lectores es algo que cada vea me cuesta más entender.





VALORACIÓN: 8/10




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6 comentarios:

  1. Está en nuestra casilla de salida, no creo que tardemos mucho en leerla.Besos.

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  2. Parece que es la Elena Ferrante española con lo de no querer saber quién es la autora.

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  3. Pues tiene muy buena pinta esta novela. NO me importaría leerla.
    Besotes!!

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  4. Tengo muchas ganas de leerlo, a ver si me hago pronto con él.

    Buena reseña 💋

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  5. Hola Pedro,

    Una novela que está provocando euforia, sin duda...
    Normalmente me suele gustar la novela negra, es sólo que últimamente me decanto por otro tipo de lecturas...
    Un saludo ;)

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  6. Me encanto, bien escrita. No sabia que el autor-a firmara con seudónimo

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