miércoles, 29 de noviembre de 2017

ENCUENTRO BLOGUERO CON CÉSAR PÉREZ GELLIDA

El pasado 14 de noviembre en el Café comercial de Madrid, tuvo lugar un encuentro bloguero con César Pérez Gellida para hablar de Konets, la novela con la que cierra un ciclo de libros y de su vida, pues la próxima novela, que publicará en noviembre del año que viene, toma nuevos rumbos literarios. Un encuentro que fue una charla entre amigos, con lo cual había momentos en que hablábamos de temas que nada tenían que ver con el libro.



Previamente, tuve una entrevista personal con él en la sede de Penguin Random House, a un paso del lugar donde íbamos a celebrar el encuentro. El resultado de dicha entrevista lo podéis ver en mi canal:


Para empezar, comenzó hablándonos del metaverso, porque es un concepto que aparece en la novela y que sin duda puede complicar al lector. Un concepto por otra parte que no existe y que puede quitarse de la novela y ser ésta más fácil de consumir. Pero sin él, nos dice Gellida que Konets sería una novela más.
Como podéis ver, un arranque de conversación en el que como buenos amigos nos estábamos tirando directamente a la yugular del autor, porque es sin duda la parte más delicada de la novela, sobre todo para lectores poco avezados en esto de la ciencia ficción, aunque ya nos decía el autor, que Konets es ante todo un thriller.
Y volviendo al metaverso, nos dice que la virtud está en cómo contarlo, para lo que se documentó con un físico teórico para que le hablara de la teoría de las cuerdas y de la existencia de las once dimensiones que existen según la física teórica (además de las cuatro que todos sabemos de largo, ancho, alto y tiempo)

Hablamos del comienzo de la novela. Un comienzo que nada tiene que ver con aquel de Memento mori que te dejaba pegado al libro. Un arranque que es igual que el de la primera escena de Khimera, pero contado desde el punto de vista de otro personaje.
Un comienzo y una novela que parte de muchos condicionantes, porque ha de responder a las incógnitas de todos los libros anteriores y ponerles el cierre.
Una dificultad que se ve incrementada porque cuando escribe una novela, parte de una idea que deja en manos de los personajes, que son los que al desarrollarse van dando forma a la trama, algo que no es posible en Konets que parte de una estructura de hechos que ya han tenido lugar y que hay que cerrar.
De hecho Konets lo empezó a escribir el día en que terminó Khimera, pero tuvo que parar para no condenar la segunda trilogía. Por eso, una vez erminada esta, con Konets trata de aclarar todo lo acontecido en las siete novelas anteriores.

Ocho libros que arrancaron con Memento mori, en el que al finalizar el primer borrador vio que daba más de sí y así fue como lo llevé a una trilogía. Al escribir Khimera, vi que podía encontrar un nexo con dicha trilogía, pero necesitaba afrontar una segunda trilogía para darle sentido. Al escribir Sarna con gusto, si tenía ya la idea de una trilogía, pero no sabía que me iba a encontrar finalmente con el universo dantesco de A grandes males.

No hay papeles ni notas de ninguna de sus novelas, porque las ideas que le van surgiendo las va apuntando en el teléfono, pero una vez metidas en la novela, las borra. Por eso no tiene un cuaderno de apuntes ni nada parecido.

Hablamos de sus novelas que parecen un Juego de tronos gellidista. Sus personajes los concibe con fecha de caducidad. Hay personajes de los que tiene que deshacerse. Así Carapocha nació porque tenía necesidad de un tercer eje, pero cuando vio que le iba a condicionar todo el desenlace de la trilogía… Cuando unos desaparecen, otros aparecen como fue fue el caso de Olafur, que tenía que haber muerto al aparecer en el primer capítulo y ya sabéis que siguió.

En cuanto al orden de lectura e sus novelas, el en principio pensaba que tenían que leerse en el mismo en el que las escribió. Pero ahora ve que se pueden leer la primera y la segunda trilogía, para rematar con Khimera y con Konets.

También hablamos de cómo la portada de Khimera rompe la foto de familia con ese colorido blanco lejos del negro y la estética de todas las demás. Nos reconoció que la portada de Khimera era muy bonita pero no funcionó, porque representaba una idea demasiado rupturista con la trilogía. Por eso en Konets ha vuelto a la línea de todas las demás.

Hablamos de lo que supone cerrar un ciclo y de lo que eso puede suponerle de pena. Pero nos confesó que ese duelo ya lo tiene superado, porque según termina de escribir una novela, comienza con la siguiente. De ahí que Konets la terminara hace ya un año y tenga ya asumido el cierre de su etapa. Es más, tiene que reconectarse ahora con la promoción, porque es algo que ya ha dejado atrás. De hecho, ya tiene casi a punto la novela que publicará a finales del año que viene, de la que lo único que nos quiso contar es que es negra, muy negra.

Nos manifestó que está muy contento con Konets, porque era un reto muy grande y que podía haber salido muy mal, ya que cerrar el enredo de sus novelas no era nada fácil y cree que lo ha conseguido.
Los que hemos leído la novela, pensamos que sí. Vosotros, leedla y veréis como también os convence.


Muchas más cosas se hablaron en este encuentro. Así por ejemplo hablamos de blogs, de qué es lo que busca en ellos y las cosas que no le gustan… Pero si me sigo enrollando, no acabáis de leer la crónica de este encuentro que duró más de dos horas y que terminó con firmas y muchas fotos.  


Pinchando en la foto, podréis acceder a la reseña del libro:

http://www.elbuhoentrelibros.com/2017/11/konets-cesar-perez-gellida.html

Para comprar la novela pincha encima de las fotos:

                     

4 comentarios:

  1. Qué suerte Pedro!! Gracias por compartirlo.

    Besos 💋💋💋

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  2. Si siempre son estupendos los encuentros con autores, en el caso de César aumentan a "grandes". Besos.

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  3. Gracias por compartir estos momentos! Envidia sanita.
    Besotes!!

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