martes, 12 de mayo de 2015

MAÑANA ES OTRO MUNDO (J. L. ROD)

Muerte en las bodegas




FICHA TÉCNICA

Título: Mañana es otro mundo
Autor: J.L. Rod
Editorial: Ediciones B, 2015
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 384







J. L. ROD

L
a siguiente información es la que aparece en la página de la editorial:

J. L. Rod es guionista de cine y televisión. Desarrolla la mayor parte de su trabajo para la industria de Hollywood y ha participado en algunos de los proyectos de mayor éxito de los últimos años. También ha sido profesor de creatividad y desarrollo de proyectos audiovisuales en varios centros de formación.
Actualmente vive a caballo entre un pueblecito de la costa de Cádiz y Los Ángeles (EE.UU.), y trabaja en la adaptación al cine de La suerte de los irlandeses y en la siguiente entrega de la serie de Pat MacMillan.   

Ha escrito dos novelas:
-Mañana es otro mundo






ARGUMENTO

Confieso que toda aquella última operación me dejó en su momento completamente exhausto, por lo que decidí tomarme mi recuperación física y emocional con calma, aprovechando que contaba con algo de dinero El descanso me vino muy bien y básicamente me había dedicado los dos últimos años de mi vid a leer libros, escuchar música, ver películas, fumar algún que otro canuto de marihuana, dormir mucho, comer demasiado y beber más de la cuenta. (Página 21)

Mis planes para fundar una comunidad hippy integrada exclusivamente por mí mismo, un perro, dos gatos y dos simpáticas gallinas eran maravillosos, pero como dijo Oscar Wilde, el problema de ser pobre es que te ocupa todo el tiempo. No había un puto duro ya había que ponerse en marcha rápidamente para pagar facturas. (Página 22)

Saqué los permisos correspondientes. Limpié y enrasé mi Beretta. Fui al peluquero y me corté la barba y el pelo. Renové mínimamente mi escaso vestuario. Visité a un abogado. Diseñé un logotipo. Hice unas tarjetas. Encargué una página web. Para principios del mes de febrero, Innisfree Detectives e Investigadores Privados S. L. se había convertido en una realidad. (Página 22)

En una primera fase había decidido no fomentar divorcios con mi trabajo, en un intento inútil por imitar al grandísimo Philip Marlowe. Pero tras rechazar varios casos y encontrarme un día en el mostrador de la farmacia sin dinero para poder pagar los medicamentos de mi madre, decidí mantener mi palabra con el mismo rigor y entusiasmo que el presidente Obama para cumplir su promesa de cerrar Guantánamo. (Página 23)

Tras el caso que a punto estuvo de costarle la vida (véase La suerte de los irlandeses), Pat MacMillan ha estado dos años viviendo la vida. Pero el dinero se acaba y su madre continúa viviendo (es un decir, que el Alzheimer la tiene convertida en un vegetal) en una residencia, por lo que necesita dinero, por lo que ha de volver al trabajo.
Con lo que no contaba era con verse involucrado en el caso de una mujer violada y asesinada hace ya tres años. Su madre, una de las bodegueras más ricas de Jerez quiere saber qué es lo que pasó antes de que el Alzheimer que la han diagnosticado y está entrando en su fase final, la borre definitivamente la memoria.
No sabía a que había ido exactamente a aquella casa, pero desde luego en ninguna de mis previsiones se encontraba el ocuparme de esclarecer una violación y un asesinato. No era lo mío. (Página 45)






MAÑANA ES OTRO MUNDO

Curioso el título de la novela. Pero esa es la frase que pronunciaba permanentemente la mujer asesinada. Una frase que tiene su sentido, pero no seré yo quién lo cuente, que para eso tendrás que leer la novela:
-La frase que Nora repetía en todo momento, día tras día, una y otra vez.
-Pero ¿que frase, joder? -salté
-”Mañana es otro mundo.” No sé ni lo que significa. Nadie lo sabe. (Página 69)



Mañana es otro mundo es la segunda novela que tiene como protagonista a Patrick Mac Millan, aunque supone un cambio radical frente a la anterior: La suerte de los irlandeses, no tanto por su protagonista que sigue siendo MacMillan, sino por la temática y la ambientación. Atrás queda Madrid, atrás quedan ETA y el CNI, atrás queda su casa con sus libros. MacMillan se traslada a un pequeño pueblo de la costa gaditana con su perro Ringo, con sus dos gatos y con El horticultor autosuficiente de John Seymour como libro de cabecera, a vivir una vida sumergido entre los nuevos libros que ha heredado y el huerto al que dedica su tiempo libre como si de una nueva religión se tratase.
Pero ¡ay!, el dinero termina por acabarse y no le queda más remedio que comenzar a trabajar. Y aquí es donde termina cruzándose un caso que será el que de lugar a la trama de este libro. Muy alejada de la anterior, porque tendrá como protagonista a una rica familia bodeguera de Jerez. Que curioso, porque acabo de terminar La templanza de María Dueñas que también tenía como protagonista a Jerez y sus bodegas.
Deja pues J. L. Rod el mundo de los espías que tan peculiar hacía a su primera novela (La suerte de los irlandeses) para decantarse hacia una trama más convencional de novela negra. Todo lo convencional que puede ser teniendo en cuenta que tiene a un protagonista tan especial como MacMillan. Y así nos moverá por un mundo en el que la corrupción, el sexo, la droga y la lucha por el poder y el dinero son el pan nuestro de cada día.

Muy peculiar el estilo de J. L. Rod de la mano de su peculiar protagonista, amante de la literatura de la que va dejándonos perlas a lo largo de la novela. De hecho cada una de las cuatro partes en que se divide el libro lleva el título de un libro y una larga cita del mismo:
El camino del Tao de Lao-Tsé, La brevedad de la vida de Séneca, La vida en los bosques de Henry David Thoreau y El horticultor autosuficiente de John Seymour.


Una trama aderezada con un humor corrosivo que no deja títere con cabeza. No en vano MacMillan es un pesimista que no ve mejor remedio para acabar con los males del mundo que el que la humanidad desaparezca, algo que sabe que tarde o temprano ocurrirá por la estupidez, la negligencia y la capacidad destructiva del hombre.
Un par de ejemplos de este humor:
Ringo es como Penélope Cruz. Coge cualquier papel y lo destroza. (Página 37)

-¿Qué crisis es esta en que todos los restaurantes están llenos?
-Como dijo Groucho Marx, no entiendo de economía. “Cuando los neoyorquinos alimentan a las palomas en el Central Park, es que las cosas van bien. Cuando las palomas de Central Park alimentan a los neoyorquinos, es que las cosas van mal”. (Página 75)

-Mujer, hay cosas muchísimo peores que ser periodista...
-¿Ah, sí, por ejemplo?
-Eurodiputada, diputada a secas, senadora, presidenta de comunidad autónoma, alcaldesa, concejal o asesina a sueldo. (Página 88)


Y acabo con una cita, casi al final del libro y una canción que casi a modo de banda sonora recorre la novela, pues de ella proviene el nombre de la mujer asesinada: Nora
Di media vuelta y dirigí mis pasos hacia la salida mientras sentía sus ojos clavados en mi espalda y yo silbaba por el camino Eleanor Rigby por última vez. Dejé la bodega sin mirar atrás. Como dijo Napoleón, las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo. (Página 360)







PATRICK MACMILLAN

Comenzó con La suerte de los irlandeses, una serie que tendrá como protagonista a este peculiar personaje. Dejo que sea él mismo el que se presente:
Mi nombre es Patrick MacMillan, pero todo el mundo me llama Mac. Mi abuelo era de Cong, un pueblo de Connemara, la región más bella de Irlanda. Vino a España a luchar en la Guerra Civil con las Brigadas Internacionales, dentro de la famosa Columna Connolly. A la semana de llegar se dio cuenta de que era una guerra estúpida de malos contra malos.


El abuelo dejó su semillita y años después nació nuestro protagonista. Sigo dejando que nos cuente a qué se dedica:
Soy agente de la división de Contrainteligencia del CNI, el servicio secreto español, conocido por todos los que nos ganamos la vida allí como «La Casa». Mi departamento no tiene nombre, pero es conocido como «El Carro de la Basura» o «Asuntos Húmedos». Qué más da, nombres distintos para la misma mierda, no existe en el organigrama. Nos ocupamos de operaciones de las que ningún otro de los tres mil quinientos agentes de La Casa puede ocuparse, salvo que esté dispuesto a ir a la cárcel por violar en una misma mañana cuatro o cinco artículos del Código Penal.

Es un hombre que vive solo, aún enamorado de una mujer que le abandonó. Un duelo que aún no ha conseguido superar. Solo y con pocas necesidades, aparte de una buena cerveza y un paquete de cigarros, pues es adicto a la nicotina. Poca cosa para un hombre que estuvo encerrado en un psiquiátrico tras la crisis que tuvo cuando le abandonó su mujer.
Solamente tenía una nevera llena, un equipo de música, un televisor conectado a un DVD, un ordenador, un sillón, una cama y muchas estanterías repletas de libros que leía en soledad. No era mucho pero tampoco era poco, y en ese momento de mi vida no necesitaba nada más.

Un hombre que vive al día, sin importarle mucho qué puede depararle un futuro que ve muy lejano, aunque como sabemos al leer Mañana es otro mundo, es justamente lo que va a terminar realizando:
Dentro de un tiempo ya veremos, probablemente montaré algo. Tal vez una agencia de detectives de poca monta que persiga maridos infieles y empleados con falsas bajas laborales. Hay mucho de los dos, no me faltará trabajo.

Pese a tener que estar al día en las nuevas tecnologías, que ya me contaréis si no qué pinta un espía (a fin de cuentas eso es a lo que se dedica), no tiene ninguna simpatía por algunas de las nuevas aplicaciones de las mismas. Ved si no lo que dice sobre facebook
Prefiero que un tipo con las manos muy frías me haga un examen de próstata escuchando de fondo a Lady Gaga que tener una página en Facebook.

O sobre youtube
Hay que incorporarse a las nuevas tecnologías, no hay otro camino. 
Quita, quita. El día que descubrí YouTube me tiré tres días sin trabajar. No pienso volver a caer en ese error.

Pero si hay un rasgo que define por encima de todos a Mac, es su peculiar sentido del humor. No es el suyo el humor de los cínicos, sino un humor ácido que carga contra todo lo que se le ponga por delante
Las estadísticas son como las minifaldas, te dan buenas ideas pero esconden las cosas importantes... 
Es usted muy ingenioso, MacMillan... 
O te ríes un poco de la vida o te encierras en un banco con un rifle y abundante munición, no hay otra.

O este otro ejemplo no menos ácido:
Si Almodóvar ha conseguido vivir del cine y Marilyn Manson de la música, supongo que yo no me moriré de hambre. A lo único que aspiro ahora mismo es a no trabajar en nada, reivindico el sagrado derecho a la pereza por razones de salud mental.

Un hombre que ante todo busca la felicidad
Yo soy de los que nadan aguas arriba, contracorriente. Lo sabes de sobra, Zorro, me conoces mejor que nadie. Hay mucha mierda a los dos lados del río, pero a mí no me importa, yo sigo mi camino buscando la felicidad. No sé si algún día me encontraré, pero sigo buscándome.

No es precisamente un “garrulo” Pat MacMillan, un amante de la filosofía entre otras cosas, que va sembrando de citas el libro:
No pude evitar recordar las palabras de Jay Leno: «Cuando beses a un político recuerda que no solo le estás besando a él, sino también a cada culo que ha besado durante los últimos cuatro años.»

O esta otra de Churchill:
El éxito consiste en moverse de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo.

Dos son sus grandes vicios: el café y el alcohol:
-¿Por qué bebes tanto, Mac?
-Tengo una buena razón: porque me gusta.
(…)
-Oye, ¿no serás de ese tipo de tíos que beben mucho para hacerse los interesantes?
-No. Yo bebo para que me parezcan interesantes los demás. Si no, me aburro. La gente por lo general me aburre soberanamente. (Mañana es otro mundo, página 276)






IMPRESIÓN PERSONAL

Ediciones B me envió las galeradas de Mañana es otro mundo para su lectura y reseña. Pero cuando vi que era la segunda novela que tenía como protagonista al mismo personaje, decidí leerme primero la anterior, de ahí que no haya podido publicar la reseña la semana pasada que fue cuando se publicó.
Aunque sea la continuación de La suerte de los irlandeses, es muy curiosa la manera en que está escrita, porque no desvela absolutamente nada de la trama de la anterior, salvo el hecho de que sabes de antemano que el protagonista sigue vivo. Eso permite poder leer ambas de modo independiente y sin importar el orden, porque te enteras perfectamente de la segunda sin haber leído la primera, y puedes leer la primera después de la segunda sin saber de antemano qué es lo que va a pasar.
Evidentemente si te es posible, te conviene leerlas por orden, porque es más fácil de comprender y disfrutar de la evolución del protagonista si sigues el orden en que fueron escritas. De todos modos, si quieres empezar por esta, el apartado de esta reseña en la que habla de Pat MacMillan te puede resultar de utilidad.

En esta segunda entrega no hay dudas de que nos encontramos ante una novela cien por cien negra, aderezada con algo que no siempre se encuentra en este género pero que yo valoro mucho: un corrosivo sentido del humor que permite, pese a lo negro del género, unas cuantas risas o sonrisas a lo largo de la lectura. Aunque, al igual que ocurría en la anterior, es más fácil encontrarlas al comienzo de la novela que a medida que esta avanza, en que la acción va sustituyendo a las reflexiones del protagonista y la novela se torna más negra y más dura.

Una novela imprescindible para los amantes de la novela negra, de la que sin duda Pat MacMillan entrará a formar parte de su galería de personajes inmortales.




Gracias a Ediciones B que me ha facilitado un ejemplar de Mañana es otro mundo para su lectura y reseña.





VALORACIÓN: 9/10




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5 comentarios:

  1. Está claro que tengo que leer a este autor. Tiene toda la pinta de gustarme. Me ha hecho sonreír el motivo por el que bebe. El tío es un punto y no le falta algo de razón,a veces la gente es muy aburrida :)

    Bs.

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  2. Aunque soy de novela negra, este autor no me llama nada de nada.

    Besotes.

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  3. Yo empezaré por éste que ya lo tengo esperando. Pero se me van colando lecturas simultáneas y lo voy retrasando. A ver si le encuentro pronto el momento

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  4. Paso de puntillas, que me estoy leyendo el primero.
    Un beso!

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  5. Pues no sé qué hacer... no lo conocía, pero de momento creo que lo dejo esperando =)

    Besotes

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