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jueves, 28 de septiembre de 2017

SORTEO "UN MILLÓN DE GOTAS" DEDICADO

El de hoy es un sorteo muy especial con el que me anticipo al que va a ser el quinto aniversario del blog ahora en octubre. Se trata de un libro que seguramente muchos de vosotros habréis leído pero que tiene la peculiaridad de tener una dedicatoria muy especial de su autor, Víctor del Árbol.


martes, 27 de mayo de 2014

UN MILLÓN DE GOTAS

Juego de matrioskas


FICHA TÉCNICA

Título: Un millón de gotas
Autor: Víctor del Árbol
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 669
PVP: 19,90 €











Editorial: Destino 2019
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 672
PVP: 6,95 €








VÍCTOR DEL ÁRBOL


Nacido en Barcelona en 1968, es Licenciado en Historia por la Universitad de Barcelona.

Cuatro son sus novelas publicadas hasta ahora:

- El peso de los muertos (2006) Premio Tiflos de Noela 2006

- Respirar por la herida (2013)


Un millón de gotas (2014)







ARGUMENTO

Elías Gil, comunista y destacado luchador antifranquista desaparece en Barcelona la noche de San Juan de 1967 ¿Qué pasó realmente esa noche? Gonzalo Gil, su hijo, que apenas tenía cinco años cuando ocurrieron dichos sucesos ha crecido añorando a su padre, ese mítico héroe antifascista muerto por la policía franquista que hizo desaparecer su cuerpo.
La muerte de su hermana mayor Laura, suicidada tras matar y torturar al asesino de su hijo hace que el pasado se haga presente. La verdad de aquella noche amenaza con salir a la luz.






UN MILLÓN DE GOTAS

Cruce de caminos. Así es como define Víctor del Árbol su novela. Muy cierto, porque no se ciñe Un millón de gotas a un género concreto. Es en buena parte una novela histórica, que nos trae a la actualidad algunos sucesos que la parecen haber sido enterrados para no dejar al desnudo las vergüenzas de los que los provocaron. Asistiremos así de la mano de Víctor del Árbol a la isla de Názino en Siberia, donde miles de inocentes fueron enviados a la muerte por la maquinaria política de Stalin. O a los campos de concentración en que se encerró a cientos de miles de españoles que huyeron de España al ser derrotados en la guerra civil. O a las luchas internas entre los partidos políticos del gobierno de la República durante la guerra civil.
Todo ello de la mano de Elías Gil, hijo de mineros,comunista convencido, que llegó a Moscú en 1933 para terminar sus estudios de ingeniería y comprobó como su ingenuidad chocaba frontalmente contra una maquinaria asesina. Como nos decía Víctor del Árbol en la presentación del libro, el siglo XX fue el siglo de las utopías, unas utopías que trituraron al individuo.

Pero al mismo tiempo Un millón de gotas es una novela negra, muy negra, con uno de los malos más malos que he podido encontrar en mis años de lectura: Igor Stern
«Matar, robar, mentir, manipular eran medios para un fin que él perseguía con frialdad, sin apartarse un ápice de su plan diseñado minuciosamente. No encontraba placer o disgusto en cometer aquellos crímenes, y tampoco se jactaba de ser lo que era ni culpaba de ello al mundo. Menospreciaba a sus semejantes porque no sentía sus ataduras. Y eso le hacía mejor contrincante que Elías, incapaz de dejar atrás los recuerdos que supuraban y lo debilitaban día tras día(Página 543)

¿Qué es la novela negra sino la lucha contra el mal? Un mal que no es sólo externo, pues dentro de nosotros mismos está esa semilla de maldad
«Conocía lo suficiente del mundo para saber que los hombres no cambian, si no es para peor, que las buenas intenciones siembran el camino del infierno y que los tiempos heroicos son para los cobardes que desprecian una vida vivida a lo largo de muchos años(Página 422)

Un mal del que no escapa Laura, la hermana que lucha denodadamente contra el mal representado en la Matrioska, esa organización rusa que se dedica a la trata de blancas, de drogas e incluso al comercio de niños, intentando aplacar viejos fantasmas del pasado:
«Lo que Laura nunca comprendió es que no puede vencerse a lo que vive en cada uno de nosotros. Y resulta que la maldad está en lo más profundo de nuestra naturaleza(Página 558)

Aún con eso, Laura luchará, contra sí misma, contra el mal:
«Le dije que no podía luchar ella sola contra toda la maldad del mundo, que sus esfuerzos solo eran una gota en el océano. Y ¿sabes que me respondió? “¿Qué es el océano sino un millón de gotas?”»

Ni siquiera Elías, el héroe, escapa a esa maldad. Es más, Igor Stern al que persigue enconadamente y él, son dos caras de la misma moneda:
«La diferencia estriba en que tú sirves una causa, mientras que yo solo me sirvo a mi mismo. Pero los dos sabemos que esa diferencia es una falacia(Página 543)


Además de todo lo anterior, Un millón de gotas es también de la primera a la última página, un trepidante thriller que como lector me ha mantenido permanentemente en vilo. Sin trampas, sin que el autor de repente se saque una carta escondida de la manga.
No se trata de historias paralelas en el tiempo, sino de una única historia que comienza con la llegada de Elías a Moscú en 1933 y tiene su remate en Barcelona en 2002, por más que Elías lleve ya años muerto.
Porque el pasado se empeña en hacerse presente, porque la venganza aún no se ha cumplido, porque la culpa como si de una maldición bíblica se tratase pasa de los padres a los hijos y a los hijos de los hijos.
El problema de la guerra civil es que empieza a quedar un tanto lejos, por lo que se hace difícil cuadrar las fechas. Por eso Víctor del Árbol ha recurrido a la misma solución que María Dueñas en Misión Olvido: hacer que la actualidad sea el año 2002, de modo que aunque octogenario, quede algún protagonista vivo.


Un millón de gotas es una historia sobre el heroísmo. Es la historia de Elías, el resistente comunista. Una estela imposible de seguir por sus hijos
«Los hijos de los héroes nunca están a su altura. No era una afirmación hiriente, sino la constatación de un hecho incuestionable

Pero pese a todo, Laura y Gonzalo lo intentarán desde pequeños
«Lo lleváis en la sangre, eso de ser como polillas suicidas que se lanzan contra las bombillas incandescentes porque no soportan la oscuridad. Preferís morir antes que aceptar la realidad de la noche(Página 609)


Junto a todo lo anterior, Un millón de gotas es también una historia de amor. O tal vez sería más correcto hablar de historias de amor: El amor de Elías hacia Irina, un recuerdo que el tiempo no le permite borrar. El amor de Esperanza (una bella historia ese cambio de nombre que unos aviadores españoles pusieron en Rusia a una niña) para con Gonzalo, más allá del raciocinio o de sus propios hijos. El amor de Gonzalo y Laura, dos hermanos crecidos a la sombra asfixiante de un padre héroe. O la del duro inspector Alcázar con Cecilia, la prostituta a la que convirtió en su mujer.


De nada serviría todo lo anterior, si no se apoyase en unos personajes inolvidables. Comenzando por Gonzalo, un abogado burgués con una vida aparentemente tranquila para una persona que ante todo es “buena”
«Gonzalo nunca quiso ser abogado,pese a lo que decía la placa que colgaba en la puerta de su despacho: “Gonzalo Gil. Experto en derecho civil, matrimonialista y mercantil”. Podría haber acabado tras el mostrador de una carnicería y no sentiría mayor emoción. Simplemente había dejado que el destino decidiese por él, y a los cuarenta años ya no servían de nada las quejas.
(…)
La cuestión es que no sabía mentir (Página 29)

Pero es pura apariencia, pues vive bajo el peso de un padre desaparecido, reconstruido en sus recuerdos:
«En realidad no tenía recuerdos reales, si es que los recuerdos podían ser tal cosa, de aquel tiempo; su padre desapareció cuando el tenía solo cinco años, pero había oído en boca de su madre tantas veces aquellas historias de pesca que era como si de verdad hubiera ocurrido así. Resultaba difícil añorar algo inventado (Página 33)

Pero al mismo tiempo, los recuerdos, reales o no, son lo único que tiene para agarrarse en una vida que no es la que quiere vivir:
«Su único refugio desde entonces había sido el recuerdo de Elías, la idea de que su padre era un dios al que poder venerar e invocar en la oscuridad, mientras que su vida se iba sumiendo en la mediocridad(Página 324)






IMPRESIÓN PERSONAL

Pocas son las novelas a las que les doy un diez. Un millón de gotas es una de esas excepciones. Aún tengo a Elías, Gonzalo, Laura, Igor, Irina, Esperanza y Alcázar dando vueltas en mi mente. Coincido con la apreciación de alguno de los asistentes a la presentación del libro en la librería Burma: imposible quedarse con uno solo de los protagonistas.
Tienen esa rara virtud, esa perla tan difícil de encontrar en la literatura, que hace que, nos identifiquemos o no con ellos, podamos sentirlos como reales. Reales porque son humanos, y como tales con su lado positivo y su lado oscuro, capaces de amar y al mismo tiempo capaces de cualquier cosa por sobrevivir.
Una novela de héroes cobardes, de falsos héroes, porque el heroísmo real no ocupa portadas en los diarios ni en los papeles. Y sin embargo hay un héroe real, algo que he descubierto días después de terminar la novela. Un héroes capaz de detener la espiral de venganzas y violencia, el único capaz de asumir las consecuencias de sus actos y pagar por ellos. ¿Quién? Leed el libro para descubrirlo.

Se de antemano que Un millón de gotas figurará en mi selección de mejores novelas del 2014. No sólo por haber sido capaz de atraparme entre sus páginas (un buen bestseller también puede hacerlo), sino porque sus personajes han calado de tal forma en mí que siguen viviendo en mi interior.

No es raro que me guste la literatura de Víctor del Árbol, pues en su presentación el nos declaraba sentirse cerca de la literatura rusa, una novela que me sirvió de alimento en mi adolescencia. Y ese gusto se refleja claramente en esta novela, en la que además inevitablemente se citan muchos autores rusos. Ese sentimiento trágigo de la vida, el peso de la culpa, la redención, la venganza tan clásicos de la literatura rusa, son el motor que mueve Un millón de gotas.
Y hablando de los rusos, Un millón de gotas es como una gran matrioska en la que cada misterio resuelto encierra a su vez otro en su interior, revelando una imagen de los personajes parecida pero diferente, hasta llegar alfinal sin que nada haya ocurrido por casualidad.

A título personal, me parece increíble que una persona con una sonrisa tan cautivadora como Víctor del Árbol, destile tanta tristeza en sus novelas. Porque tenedlo presente, Un millón de gotas es una novela dura, muy dura, pues lo son las situaciones (reales los hechos históricos, lo cual las hace aún más duras) que se nos plantean en la novela.
Pero hay un paso adelante en la obra de Víctor del Árbol, porque en esta novela hay futuro, la espiral de venganza y de odio puede cortarse, aunque para ello haga falta un auténtico héroe.


Buena literatura, personajes inolvidables, una acción que te atrapa desde el primer capítulo. ¿A qué esperas para hacerte con Un millón de gotas?



Remato para iros abriendo el apetito, con la frase que remata la novela:
«La primera gota es la que empieza a romper la piedra.
La primera gota es la que empieza a ser océano.»





VALORACIÓN: 10/10






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Incluida en la selección Libros para el verano 2014



«Añorar el pasado es correr tras el viento(Página 394)


Os dejo el booktrailer


miércoles, 21 de mayo de 2014

PRESENTACIÓN DE "UN MILLÓN DE GOTAS" (VÍCTOR DEL ÁRBOL)

El martes 13 (está claro que muy supersticioso no es el autor) tuve el placer de asistir a la presentación de Un millón de gotas de Victor del Árbol. Sorprendente la decisión del autor de hacer su primera promoción en Madrid, porque él vive en Barcelona.
La presentación tuvo lugar en Burma, una pequeña librería en pleno centro de Madrid, en la calle Ave María muy cerca de Antón Martín. Y como tantas pequeñas librerías, basan su supervivencia en el contacto directo con el público, con los autores y con la realización de numerosas actividades realizadas en torno al libro que podréis encontrar en su página web (http://www.libreriaburma.es/)

No conocía personalmente a Víctor del Árbol y he de decir que en vivo y en directo tiene una personalidad arrolladora, que transmite convicción en lo que hace y en el por qué lo hace. No deja de resultar curioso ver su radiante sonrisa en contraste con la tristeza que muchas veces destilan sus novelas.

Tras una brevísima presentación a cargo de la editora, tomó la palabra Juan Carlos Galindo, que esa misma mañana publicó su reseña sobre Un millón de gotas en su blog de El País. Merece la pena leerla, por lo que aquí os dejo el enlace:

Oyendo hablar a Juan Carlos, daban ganas de empezar ya mismo la lectura de Un millón de gotas, pues nos decía que llevaba su obra un punto por encima de las anteriores (algo que de entrada parece difícil).
Es una novela en la que el pasado revisita a los personajes, que sufren los efectos de las cosas que han hecho otros.
Cuesta para Juan Carlos (algo en que le doy totalmente la razón, pues para cuando escribo esta entrada me quedan poco más de cien páginas para acabar la novela) quedarse con un protagonista: Gonzalo, Elías su padre o incluso Igor, el malo malísimo de la novela.


Después Víctor del Árbol tomó la palabra para definirse como un escritor “complicado”.

Partiendo del presente (la acción se sitúa en el año 2002) vuelve al pasado. Pero no son dos historias paralelas. Es la misma historia, la de Gonzalo, un abogado pequeño burgués, y la de su padre, un héroe de la lucha contra el franquismo asesinado por la policía.
Gonzalo no sabe en realidad quién es su padre, pues él era muy pequeño cuando murió. Sus recuerdos son los recuerdos implantados por otros. El lector va siempre un punto por delante de Gonzalo. Entenderá a Gonzalo antes de que éste se entienda a sí mismo.

En cuanto a la parte histórica, en esta ocasión Víctor si ha entrado de lleno en la guerra civil, aunque sea brevemente. Pero también nos mostrará la crueldad del régimen soviético con el episodio de Názino, una isla en Siberia a la que fueron enviados miles de hombres para morir allí, o los campos de concentración franceses en los que fueron encerrados y donde murieron muchos de los hombres y mujeres que huyeron a Francia al acabar la guerra civil.
Episodios reales que llevan al autor a afirmar que el siglo XX ha sido el más cruel de la historia. Pero no es menos cierto que también ha sido el siglo de las utopías. Pero el hombre es un engranaje que las utopías trituran.

En Un millón de gotas nos dice el autor que se repite una de las constantes en su narrativa: La herencia de la culpa.

No existe la casualidad en el libro. Todo pasa por algo.

Víctor del Árbol define su novela como muy ambiciosa. En ella hay dolor, ausencia del padre, una evocación triste de la nostalgia. Pero también hay un cambio como escritor: el amor como pulsión del ser humano para ir más allá del dolor. Por primera vez hay futuro.

En esta novela nos dice el autor que hay mucho amor. De hecho, son varias las historias de amor que en ella aparecerán. El amor es en muchos momentos la fuerza que empuja a los personajes.




Y esta es la crónica desordenada, apenas apuntes de una tarde con Víctor del Árbol y su novela Un millón de gotas. Muchos más temas surgieron, pero la sensación entre todos los presentes, algunos de los cuales ya habían leído el libro, era la misma: una novela que no hay que dejar pasar.

He terminado la novela en apenas cuatro días. Pocas son las novelas a las que les doy un diez. Un millón de gotas es una de esas excepciones. Aún tengo a Elías, Gonzalo, Laura, Igor, Irina, Esperanza y Alcázar dando vueltas en mi mente.


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