miércoles, 21 de diciembre de 2016

CARNE DE PRIMERA (RAFAEL ESTRADA)

Carne de primera
Rafael Estrada





FICHA TÉCNICA

Autor: Rafael Estrada
Título: Carne de primera
Editorial: Megustaescribir, 2015
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 229










RAFAEL ESTRADA


Dice de él la editorial en esta novela:

Rafael Estrada comenzó a trabajar dibujando tiras de humor y cómics para medios como La Codorniz, Segundamano, Crrepy o Maloky, e ilustrando cubiertas para distintas casas editoriales. Actualmente se dedica a la ilustración y la literatura. Asimismo ha impartido clases de dibujo y pintura durante más de diez años en varios colegios de Madrid.
En estos momentos trabaja en la tercera entrega de una trilogía con el inspector Juanito Proaza como protagonista, de la que Ángeles de sangre es la primera entrega y Carne de primera la segunda.






ARGUMENTO de CARNE DE PRIMERA


Parece mentira, con lo tranquilo que parece Cartagena, y cómo se les complica y multiplica el trabajo a los inspectores de la Brigda de Homicidios. Porque al asesinato de un joven, que aparece muerto con el corazón arrancado, hay que sumar el de un famoso torero retirado que ha sido salvajemente torturado antes de ser asesinado.
A eso hay que sumarle la cadena de atentados que un grupo de defensa de los animales está realizando contra empresas relacionadas con la venta o consumo de carne animal en la zona.
Así que al joven inspector Proaza va a tocarle espabilar mucho si quiere resolver tanto caso.






CARNE DE PRIMERA


Carne de primera es la segunda entrega de una trilogía que tiene como protagonista al inspector Proaza, de la que ya están publicadas dos novelas:

-Carne de primera



No imagino un título más adecuado para esta novela, que va más allá del género negro para plantearnos el maltrato a los animales. Y lo hace desde dos puntos de vista: por un lado trata el tema de los mataderos industriales en el brutal capítulo 10 que lleva por título El que aquí entre, que abandone toda esperanza, en el que describe un supuesto matadero de cerdos. Por otro con el sufrimiento de un toro bravo, que se nos describe al imitar dichos sufrimientos con las torturas a las que es sometido un torero retirado en el que se imitan dichos sufrimientos. A esto hay que añadir las acciones de un supuesto comando dedicado a atentar contra instalaciones relacionadas con el maltrato de los animales, como pueden ser por ejemplo, además de mataderos, algunos restaurantes.
Goya: Los toros de Burdeos
Unido a este tema, está el de la alimentación, con algunos personajes haciendo defensa de su alimentación vegetariana, que en algunos casos les había llevado a militar en la organización que comete atentados contra esas empresas antes citadas:
«-¿Por qué hacéis esto? –dijo señalando las fotos- ¿Por qué no dejáis en paz a al gente que come carne y vosotros coméis lo que os dé la gana, sin molestar a nadie?-¿Quieres decir que por qué no somos mansos y nos ceñimos a las reglas del juego, donde la vida es un campo de trabajo, un mercado y un matadero?» (Carne de primera página 168)


Además, Carne de primera es un título muy apropiado porque el otro tema que aborda la novela es el del supuesto tráfico de órganos para transplantes, tráfico que lleva en esta novela al asesinato para conseguir alguno de estos órganos.

Cartagena
En Ángeles de sangre encontré una novela negra, que desde el primer momento sorprende por saltarse algunos de los clichés del género. Para empezar, no nos vamos a encontrar a un veterano policía ya de vuelta de todo, amargado por lo que le ha tocado ir viviendo a lo largo de su trayectoria profesional, con su matrimonio o su pareja rota por su irregular vida, y buscando el consuelo en el alcohol o el tabaco.
Nada de eso, nos encontramos con el Inspector Proaza. Que dicho así suena muy bien, pero que en realidad es conocido por todos como Juanito. Ni siquiera Juan, sino Juanito. Un jovencísimo inspector recién llegado a la comisaría de Cartagena, orgullosísimo de haber conseguido el puesto.
«Juanito Imaginaba lo que debía sentirse ante la obligación del informe diario, con su firma estampada a pie de página, como había simulado tantas veces en la Academia de Policía de Ávila. Por el momento, su única satisfacción era el olor a cuero y aceite que subía de la funda pistolera, y la presión algo molesta del arma bajo la axila. Pero lo que más le gustaba, lo que hacía que se sintiera orgulloso era la placa. De no haber sido porque sin duda todos le mirarían como a un novato, la habría sacado para recrearse de nuevo». (Ángeles de sangre. Página 14)

La verdad es que su propio jefe no llega a comprender cómo ha conseguido llegar hasta allí:
«Para Octavio de la Mata era un misterio cómo se las había arreglado Juanito para estudiar una carrera, completar su formación policial y aprobar las oposiciones. No es que el chaval fuera tonto, pero todos sabían que era callado, algo distraído y un poco lento a la hora de entender las cosas, o al menos esa era la impresión que daba». (Ángeles de sangre. Página 15)

Y sigue rehuyendo clichés el autor al no presentarnos a un policía que todo lo sabe, dotado de una inteligencia y una perspicacia que lo hagan invencible y que vaya arrollando a todo el mundo con su inteligencia y prestancia.
«Este caso me ha sorprendido tanto como a ti: parece una cosa y luego resulta ser otra, de manera que sigue siendo ideal para ti, porque es como tú. Pones cara de tonto, pero no lo eres; pareces inseguro, pero te desenvuelves sin problemas en un medio que desconoces; das la impresión de que eres lento y en tan solo dos días consigues asombrar a todo el Grupo con tus deducciones». (Ángeles de sangre. Página 104)

Eso sí, a la hora de justificar el por qué de su vocación, el autor recurre a uno de los recursos que últimamente me he encontrado en la literatura negra: su afición por el género
«Se había hecho policía por su afición a los libros y a las películas policíacas. Dicho así, podía parecer una tontería y Juanito se guardaba de hacer confidencias sobre el tema a otras personas. Sospechaba que la mayoría de la gente no elegía su profesión sino que tropezaba con ella a lo largo de su vida.
(…)
Juanito eligió su profesión después de ver El silencio de los corderos, y cuando tres años más tarde proyectaron Seven en el cine Brasilia de Lo Pagán, ya estaba convencido de que sería policía». (Ángeles de sangre. Página 17)

Granja cerdos
En esta segunda entrega, ya con el personaje asentado en la comisaría tras el éxito de su primer caso resuelto, aunque sigue siendo un novato que tiene mucho que aprender en este oficio, toma mucha importancia un personaje que ya se nos mencionó en la primera entrega: Virginia, la novia de Juanito, que entre otras muchas cosas, es la que le aconseja qué es lo que debe hacer. Una relación de amor que va mucho más allá del sexo (por más que ambos disfruten mucho practicándolo):
«Juanito enmarcó la cara de Virginia con sus manos y la miró como el tesoro que era, sin atreverse a besarla de nuevo para no dejar de mirarla. “Esto es amor”, dijo ella, que parecía saberlo todo mejor que él. Desde entonces, nunca había querido a nadie como Virginia y no concebía la vida sin ella. Algo muy fuerte les mantenía unidos y en sintonía, algo más poderoso que la simple atracción física». (Carne de primera. Página 97)


Aunque la comisaría a la que pertenece Proaza es Cartagena, tenemos un punto de partida para la acción muy diferente a los clásicos escenarios madrileño o barcelonés. Eso sí, si en la anterior se ceñía más a Cartagena, en esta ocasión se amplía ese radio de acción a toda la región de Murcia, con numerosos y diferentes escenarios en dicha región. Un punto más a favor de esta novela.






IMPRESIÓN PERSONAL

Con sus poco más de doscientas páginas de Carne de primera, Rafael Estrada ha vuelto a convencerme, con una novela muy ágil y que aborda temas polémicos y completamente diferentes a los que abordó en la primera entrega de la serie. No toma partido, pero muestra unos hechos que ahí están con su dosis de polémica de fondo: las corridas de toros, la experimentación con animales, la comida vegetariana…
Nos va mostrando además la maduración de un personaje que me encantó en la primera novela: Juanito Proaza, que a base de golpes no le queda otra que ir aprendiendo.
Además, no es el único personaje, que la participación de otros, como puede ser por ejemplo su novia, o su compañera de trabajo, hacen que la novela sea más abierta en líneas argumentales.

Una novela que recomiendo para todos los amantes del género negro.





VALORACIÓN: 8/10




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3 comentarios:

  1. La primera la tengo esperando para leer y con esta segunda parte ya veo que su autor viene fuerte...el tema de los animales, aunque no sea vegetariana, es algo que me impresiona mucho así que tendré que valorar su lectura.

    Besitos

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  2. No se si será una lectura para mi, me enciendo enseguida con el tema "animales" y aunque detesto la palabra "animalista" y no me hago a la idea de ser "vegetariana 100%", doy mi vida, tiempo, esfuerzo, por ellos...no se Pedro, no se.

    Mil besos y Felices Fiestas por si no te leo antes!!!
    Yolanda

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  3. Pues no me importaría leerlo, aunque tampoco sea vegetariana. Tiene muy buena pinta.
    Besotes!!!

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