lunes, 5 de noviembre de 2012

LA PAPELETA EN BLANCO (ALMUDENA NAVARRO)

                LA PAPELETA EN BLANCO


Continuo con la presentación de nuevos autores. Una novela autoeditada también en esta ocasión, que nos da a conocer a una prometedora autora.



Un marido comprado

En su blog Libros que hay que leer nuestra compañera Laky nos hacía la propuesta de una lectura conjunta de un libro desconocido para todos de una joven autora. Para poder participar en ella proponía un sorteo a cuyos ganadores les haría llegar la versión electrónica de dicho libro. Y como yo fui uno de esos afortunados ganadores, aquí estoy para escribir en el día que me ha correspondido la correspondiente reseña.
Más de una vez habréis leído eso de ”me leí este libro de una sentada”. No deja de ser una frase hecha, pero que en este caso se ha convertido para mí en una realidad, pues este libro me lo leí de una sentada, o para ser exactos en parte de una sentada pues lo hice en el autocar que me transportaba de Madrid a Huelva, con lo cual me dio tiempo para leer este libro y más.
Una experiencia singular la de leer un libro sin interrupciones, o si acaso con breves interrupciones. Es algo que me encantaría hacer, pero que desgraciadamente requiere un tiempo del que no dispongo, por lo que leer un libro a saltos, con lo que eso implica de cortes en el ritmo narrativo, no es por gusto. ¿Acaso alguien disfruta viendo una película a lo largo de tres o cuatro días, o preferís verla de un tirón, si acaso con una parada técnica para ir al baño o beber agua? Pues lo mismo.
El resultado de leer el libro de un tirón, es que consigues sacarle mucho más jugo a la lectura, pues te permite entrar en ella como si de una película se tratase, vivirla ininterrumpidamente, seguir la trayectoria de sus personajes sin saltos atrás para recordar quién era o qué pensaba. La atmósfera que el autor pretende conseguir con su novela, se consigue así de un modo mucho más sencillo y sobre todo más intenso.
Quizás por eso tardé menos tiempo del habitual en quedarme enganchado a la historia y la disfruté en mayor grado, por lo que seguramente mi nota final sea más alta que si la hubiera leído en las circunstancias habituales.





ARGUMENTO

Enriqueta era una mujer práctica, que no se desvía nunca de su objetivo:el control. Un control que ejerce sobre todo y todos los que la rodean. Domina así el pequeño pueblo manchego en el que vive, cura incluido, que no se libra de ver corregido en público hasta sus sermones. Dominio total sobre su familia, sobre su marido Enrique, sobre sus hijas Milagros y Rocío.
Dos hijas con un carácter totalmente diferente. Y con aspiraciones diferentes también, porque Milagros tuvo problemas al nacer, de ahí que tenga una mano tullida y que su inteligencia esté disminuida. Una persona distinta, como dice su madre y con usa aspiraciones limitadas que pasan por permanecer protegida junto a los suyos. Rocío en cambio tiene muchas ganas de volar, de volar muy alto y lejos de aquel pueblucho que la asfixia. Sueña con vivir en Madrid, con fiestas, teatros, óperas, lujos, grandes trajes, junto a un marido que sea todo un galán. Rocío es la hermana pequeña, pero ha de actuar como la hermana mayor protegiendo a su hermana, algo que siente que limita sus aspiraciones.
Enriqueta no está dispuesta a dejar las cosas al azar, máxime si este azar difícilmente solucionará el futuro de su hija Milagros, por lo que compra para ella un marido. Si, como suena. Enrique, un joven y prometedor abogado acepta casarse con Milagros.


Son los años previos a la guerra civil española, aunque eso parece quedar muy lejos para un pueblo apartado de todo. Pero no podrá escapar a la realidad de unos tiempos convulso donde, caída la monarquía, la República anda en busca de un camino para España, con unos partidos políticos que andan a la greña, divididos entre izquierdas y derechas, intentando fijar ese rumbo. Una pugna que desembocará en la guerra civil, a cuyos primeros compases asistiremos en esta novela.




LA NOVELA

Probablemente algunos ya hayáis reculado con el argumento diciendo ¡otra novela sobre la guerra civil española!. Cada cual tiene sus gustos que no voy a discutir, pero allá vosotros si os perdéis la novela solamente por eso, porque si quiero dejar claro que no es otra más. No es más de lo mismo. Desde ese punto de vista, nos encontramos con un argumento original, en el que Madrid no es el escenario principal sino solamente el decorado de fondo de parte de la trama.
Es más, solo una mínima parte de la acción transcurra durante la guerra civil, es la fase previa a esta guerra la que ocupa la mayor parte de la novela, con un enfoque totalmente novedoso al mostrarnos la situación española no desde el centro, no desde Madrid como lo hacen la mayoría, ni siquiera desde Barcelona como lo hacen otras, sino desde un pequeño pueblo de la Mancha.


Esa ambientación rural es sin duda uno de los grandes hallazgos de esta novela. Lo es porque nos muestra una forma diferente del poder, no el de las grandes decisiones que se toman en las capitales, sino del día a día de un pueblo dominado por un hacendado que es el propietario de las tierras y casi de las vidas de los que en él.
La vida transcurre de un modo diferente, con intereses diferentes, donde el puesto que se ocupa en el camino que lleva a la iglesia para asistir a la misa del domingo puede tener una gran importancia, donde las relaciones personales están regidas por un rígido protocolo no escrito en ninguna página, donde la fama y el honor tienen un sentido que no se alcanza en las grandes ciudades, donde el qué dirán puede marcar para siempre la vida de una persona.


Para que la novela pueda funcionar, requiere de un protagonista dotado de una gran fuerza, de una personalidad que traspase las páginas del libro para captar al lector. Y ese personaje es Enriqueta, esa mujer que todo y a todos domina, que marca la vida de los que la rodean, por las buenas o por las malas. Y si algo se resiste sus propósitos, se compra su voluntad y en paz. Una mujer que lleva los pantalones en casa, con un marido que la adora y que a pocas decisiones de su mujer es capaz de plantar cara. Y lo de llevar los pantalones llega un momento en que deja de ser una metáfora para convertirse en una realidad cuando descubre lo cómodos que son para trabajar y para moverse. Claro, que su situación le permite situarse por encima de algunos qué dirán. De algunos, solo de algunos, que otros qué dirán también marcan su vida.


Junto a Enriqueta poco a poco emerge otro personaje que acaba siendo el protagonista indiscutible de la novela: Enrique. Ese joven abogado que Enriqueta “compra” como marido para su hija Milagros. Un acuerdo conveniente para todo menos para el amor. Un amor que finalmente Enrique terminará descubriendo, aunque no junto a Milagros ya que «el amor era algo de igual a igual. Las dos personas tenían que estar en el mismo plano.»

Dos protagonistas que dan pie a dos partes bien diferenciadas en la novela, la que va de 1929 a 1932 y la que va de 1933 a 1936. La primera transcurre fundamentalmente en el pueblo manchego, con los manejos de Enriqueta. La segunda es la que toma a Enrique como protagonista y nos muestra cómo es la política en una pequeña provincia como es Cuenca.
Dos partes, dos historias y dos estilos narrativos diferentes. Algo que puede provocar un cierto desequilibrio en el lector, pues siendo mucho más novedosa la segunda parte, puede cansar a lectores que en el fondo lo que quieren es una historia sencilla, sin tanto trasfondo histórico ni político. Pero un trasfondo que ami me ha resultado muy instructivo, aunque siempre me quede como en buena parte de las novelas históricas la duda de si estamos o no juzgando con conocimientos y mentalidad actual hechos de hace ochenta años.
Porque la dicotomía derechas-izquierdas no es nueva, si bien es verdad que hace años las diferencias eran mucho más pronunciadas, no como ahora que en muchos casos parecen más de lo mismo. Pese a todo, cuando vamos hacia una exacerbación de las posturas, no está de más el comentario que hace Enrique: «Yo no soy fascista, soy de derechas.»
Mis dudas se centran sobre todo en el discurso centrista de Enrique. El centro no existe le dicen. Y se sigue diciendo, porque finalmente hay que inclinarse hacia uno u otro lado. Pero gracias a ese discurso podemos conocer los pensamientos tanto de los partidos de derechas como los de izquierdas de aquella época y al mismo tiempo cómo funcionaba el juego político. Que juego era y juego sigue siendo para algunos.





IMPRESIÓN PERSONAL

No tengo ningún problema en leer novelas en torno a la guerra civil española. Y esa en realidad es en torno, porque dicha guerra solo aparece muy al final del libro. Y es que tan interesante o más que la propia guerra civil son los hechos que llevaron a la misma, y que en muchas novelas sólo son unos breves capítulos casi de introducción, como lo que sucedió al acabar la misma, estos sí, mucho más presentes en las novelas.
De todos modos, aún resultándome muy interesante toda la parte de la trama política, no es menos cierto que en algún momento ralentiza el ritmo del libro. Más o menos en función de lo que te interese dicho tema.


Me ha gustado el dibujo de los personajes, si bien es verdad que profundiza fundamentalmente en dos: Enriqueta y Enrique, quedando el resto más difuminados. Pero más difuminados no es lo mismo que borrosos. La personalidad de Enriqueta es avasalladora, una personalidad que no puede dejar indiferente al lector y que difícilmente podrá olvidar. No menos interesante es Enrique, con el que la autora consigue hacernos creíble a un personaje que, pese a ceder a la tentación de un matrimonio comprado y pactado que le permitirá acceder a un estatus de propietario del que carece, sigue manteniendo su integridad y su honradez como hombre, como político, intentando defender unos ideales democráticos en un tiempo equivocado en el que las pasiones políticas están totalmente polarizadas, donde no hay lugar para los matices intermedios.
La mera presencia de estos dos personajes es motivo suficiente para leer este libro.
No es menos cierto que algún otro personaje como Rocío posiblemente dieran para más, que se hubiera podido profundizar algo más en él.


Sobresaliente también la ambientación. Especialmente porque nos presenta un escenario novedoso llevando la acción a un escenario rural como la Mancha poco transitado desde El Quijote. Sobresaliente también el escenario político que nos presenta, entre otras cosas porque nos presenta una visión de los entresijos políticos que determinaron finalmente la guerra civil española.



                

Pero no todo está tan conseguido en esta novela, que junto con las luces presentadas, también tiene unas cuantas sombras, algunas que sin duda serán apreciaciones personales mías, pero otras que he podido comprobar que son compartidas por otros lectores de esta novela.


Entre las apreciaciones personales, no me ha gustado el título de la novela. Es un título que no llego a entender y preguntado por él a la autora (lo bueno de la generación kindel es que tienen un acceso muy fácil y es más sencilla la interactividad con ellos) me remitió a una entrevista que concedió en el blog lectoradetot (http://lectoradetot.blogspot.com.es/2012/09/entrevista-almudena-navarro.html):
«Se llama “La papeleta en blanco” por Enrique y porque creo que es un instrumento democrático muy útil que desgraciadamente no hemos aprendido utilizar. Otro gallo cantaría si todos utilizáramos el voto de castigo…. »

Entiendo el planteamiento, pero no es eso lo que aparece en la novela. Porque de hecho no aparece una papeleta en blanco, sino una papeleta nula. Dicho de otra manera, el título está más en la cabeza de la escritora, que en lo que pueda entender el lector. Y desde luego, no es de los que llama la atención para leer el libro.


Otro de los pegas que presenta la novela, va unido al propio proceso de autoedición: las erratas. Es cierto que no he encontrado faltas de ortografía como decían de las primeras ediciones (a excepción de un veinte seis en lugar de veintiséis), pero siguen existiendo erratas de esas que un corrector de texto no puede remediar, como preposiciones inadecuadas, o ausencia de alguna palabra. Un buen corrector de textos, un profesional de dicha edición, es algo que acabo de darme cuenta de lo importante que es.



Y dejo para el final, lo más controvertido de esta novela: su final. Presenta dos finales esta novela, el que nos presentaba en kindle, o el que la propia autora ha proporcionado a posteriori con un capítulo y un epílogo, que es el que estoy comentando aquí.
Lo cierto es que mi impresión del libro, si me atuviese al primer final, sería menos positiva, porque en realidad es cualquier cosa menos un final, no solo por lo abrupto que resulta, sino porque deja todo totalmente en el aire, sin cerrar, a la espera de una segunda parte, algo frustrante para un lector, lo haga quien lo haga y venda lo que venda (Ruiz Zafón sin ir más lejos lo hace en su última novela, en la que cierra algunos hilos pero deja la resolución cara a una novela posterior). Pero en una novela de poco más de doscientas páginas puede resultar un pecado mortal, sobre todo para un principiante.
Tal vez las críticas recibidas son las que han movido a la autora a intentar rematar la novela con ese añadido, que es el podéis encontrar en la ediciones de esta novela en kindle, como me ha confirmado la propia autora. No hay duda de que con este añadido, la novela remata los hilos abiertos, o por lo menos buena parte de ellos. Pero sigue siendo un final un tanto abrupto, que hubiera requerido unas cuantas páginas más para conseguir que la novela, si no perfecta, por lo menos quedara más redonda.






COMENTARIO FINAL

Se que el final de una novela es algo muy importante, algo que finalmente lleva a recomendarla o no, a quedar con una impresión mejor o peor de la misma. Así por ejemplo, un final tan tremendamente disparatado como el de ”El Código Da Vinci” convierte en basura, pérdida de tiempo y tomadura de pelo toda la novela.
Por eso no quiero que os quedéis solo con esa impresión de un final poco conseguido y que eso os lleve a no leer esta novela. Sería injusto y os llevaría a perderos el comienzo de una autora que aunque le quede camino por recorrer, puede merecer la pena que le dediquemos un tiempo.


Merece la pena sumergirnos en ese ambiente que consigue crear, merece la pena conocer a Enriqueta y Enrique, merece la pena leer este libro. Además, el tema precio no es excusa, porque a través de amazom, el libro cuesta 0,99 €.




VALORACIÓN: 7/10







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6 comentarios:

  1. Coincidimos en practicamente todo, los aspectos más positivos los personajes aunque en la segunda parte los deja un poco abandonados y la ambientación y el tema de las faltas y el final le restan puntos
    besos

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  2. A mi no me importa trasladarme a la Guerra Civil, es más suele gustarme. Creo que sé muy poco de mi país,y eso no me gusta. Por otra parte tienes razón en lo que comentas sobre "leer de una sentada". Por desgracia, yo tampoco dispongo de tiempo, así que lo leo "por parroquias" (que decía mi abuela), me da rabia porque es cierto que se disfruta ma´s del otro modo, pero cuando no puede ser es lo que nos queda. Bicos.

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  3. Por 1€ seguro que merece la pena. A ver si los Reyes Majos me traen un lector de libros este año!!!

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  4. No he leído malas reseñas de esta novela, aunque lo del final me echa un poco para atrás...

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  5. Lo leí y aunque es mejorable, está bastante bien.

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  6. No he leído el libro y por lo que cuentas pinta bastante bien.
    Soy una de las que no le gustan mucho las novelas de la Guerra Civil, pero ello no me obstaculiza a leerme alguna.
    Ya había leído algo sobre ese doble final atípico y me tiene intrigada.
    Lo de las erratas ocurre en todos los libros, en el que estoy leyendo yo ahora le han cambiado el nombre a uno de los secundarios...
    Besitos.

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