El último policía de Barcelona
FICHA TÉCNICA
Editorial: Plaza & Janés
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 288
PVP: 18,o €
eBook: 5,99 €
Encuadernación: Tapa blanda bolsilllo
Páginas: 288
PVP: 7.95 €
De vez en cuando, leyendo novela negra me salta una sorpresa.
Cuatro días de Enero lo fue. Es el comienzo de una serie que
tiene como protagonista a Miquel Mascarell. Una serie que en principio
no iba a ser tal, pero que el éxito de esta primera entrega llevó al
autor a continuar con su personaje, que eso sí, no podrá llegar
demasiado lejos (de momento hay tres libros), porque en este primer
libro tiene cincuenta y cinco años y en la segunda tiene ya sesenta y
tres, con lo cual difícilmente podrá prolongarse demasiado.
Los libros que componen esta serie son:
-Cuatro días de Enero (2008): Ambientada
en los últimos días de la Guerra Civil, cuando los nacionales están a
punto de entrar en Barcelona.-Siete días de Julio (2010): Ocho años
después y tras haber estado preso y “trabajando” en el Valle de los
Caídos, Mascarell regresa a Barcelona.
-Cinco días de Octubre (2011):
Ha pasado algo más de un año desde el episodio anterior, y la plácida
vida de Mascarell va a truncarse con un nuevo caso.
Una sorpresa porque consigue reunir lo mejor de la novela negra en un ambiente muy peculiar, negro y sombrío: la Barcelona de los últimos días de la guerra civil. Una Barcelona que podremos contemplar en las siguientes entregas de la serie en los primeros años de dominio franquista.
JORDI SIERRA I FABRA
El autor es Jordi Sierra i Fabra (Barcelona 1947), del que he de
reconocer que era un completo desconocido para mi, a pesar de ser uno de
los autores más prolíficos (ha escrito más de trescientos libros) y
premiados del panorama literario español, que como dice en el interior
del libro llevaba vendidos más de ocho millones de libros y acumula más
de dos docenas de premios literarios.
Leo en wikipedia que Jordi
Sierra y Fabra según datos del Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte de 2002, está entre los 10 autores más leídos en centros
escolares de España son: Gustavo Adolfo Bécquer (53,35%), Miguel Delibes
(41,84%), Benito Pérez Galdós (41,13%), Federico García Lorca (28,37%),
Pío Baroja (28,37%), Eduardo Mendoza (27,66%), Gabriel García Márquez
(25,55%), Jordi Sierra i Fabra (21,28%), Camilo José Cela (17,73%) y
Leopoldo Alas "Clarín" (16,31%).
Y yo sin haber leído nada de él.
Claro que cuando uno observa su producción literaria, quizás no sea tan
extraño, pues aunque es variadísima, buena parte de ella es narrativa
juvenil e infantil (numerosos premios del Barco de Vapor).
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Jordi Sierra i Fabra |
A eso hay que
añadirle además de su narrativa, libros de historia, poesía, ensayos y
biografías musicales y no musicales.
También ha contribuido a este
desconocimiento el hecho de ser catalán y haber publicado buena parte de
su obra en su idioma nativo. Aunque no es una excusa total, porque
parte de su obra si que se ha traducido.
Una pista de lo que podemos encontrarnos en el libro la tenemos en la dedicatoria: A Francisco González Ledesma, maestro en mi infancia, amigo en mi vida.
Porque Francisco González Ledesma, además de catalán, es un escritor al
que sus ideas le llevaron a entrar en la lista negra durante la
dictadura franquista, lo cual le obligó a ganarse la vida escribiendo
novelas del Oeste a destajo bajo seudónimo, pasando luego a ser uno de
los mejores escritores de novela negra del panorama literario español.
ARGUMENTO
La acción comienza el
lunes 23 de Enero de 1939. El día anterior, el Gobierno de la República
abandonó Barcelona, dejando la ciudad a merced de las tropas de Franco
que se acercaban ya a la ciudad. Van a ser cuatro días hasta que
finalmente desfilen triunfalmente por la ciudad los vencedores.
Barcelona
en esos días se convierte en una ciudad fantasma, de gentes que huyen
camino de la frontera con poco más que lo puesto, de gentes que se
esconden, una ciudad hambrienta, con miedo y con la tristeza de la
derrota. Una ciudad sin ley.
¿Sin ley? No tanto, que queda el
inspector de policía Miquel Mascarell, en una comisaría vacía de la que
se han marchado ya todos sus compañeros. El no lo ha hecho porque no
quiere abandonar a su mujer Quimeta, que está muriéndose por culpa de un
cáncer que la va minando poco a poco entre fuertes dolores.
Por eso
sigue allí Miquel Mascarell, el último policía de Barcelona, al que una
madre desesperada viene a suplicarle que encuentre a su joven hija
desaparecida. Una madre que poco después aparece muerta, aparentemente
víctima de un suicidio, pero Mascarell descubre que es un asesinato y
decide emplear esos días antes de que entren las tropas franquistas para
aclararlo.
Eso le llevará a descubrir un mundo de prostitución de
jóvenes cuya única ambición es comer y aspirar a una vida mejor y al
regreso de los antiguos fascistas, dispuestos a adueñarse completamente
de la ciudad y de las almas que lo habitan.
IMPRESIÓN PERSONAL
En mi comentario anterior os hablaba de Violetas de Marzo,
una novela negra cuya gran originalidad residía en la ambientación de
la misma, al situar la acción en un periodo histórico poco habitual como
era el de la Alemania nazi anterior a la guerra. Algo semejante ocurre
con Cuatro días de Enero, que sitúa la acción en los últimos cuatro días de la Guerra Civil en Barcelona.
De hecho si sólo nos fijamos en dónde y cuándo está situada la acción de Cuatro días de Enero,
podríamos pensar en esta novela como una novela histórica más que en
una novela negra. Y ciertamente, esta novela tiene mucho de histórica y
de hecho tengo que estar agradecido a Jordi Sierra y Fabra por
acercarme a un periodo de nuestra historia reciente tan desconocido para
mí. Porque de la caída de Madrid,del fracaso de aquel “No pasarán”,
si que he leído bastante. Pero si bien algo he leído sobre los primeros
días de la Guerra Civil en Barcelona con la toma de la ciudad por los
anarquistas, nada había leído sobre la caída de la misma.
Desde ese
punto de vista, es interesantísima esta novela al mostrarnos la inmensa
tristeza de una ciudad derrotada, al acercarnos al pensamiento catalán.
Comentaba este verano a raíz de este libro con un amigo catalán, como
siempre me ha llamado la atención que Cataluña celebre como su día
nacional, no el día de un triunfo, sino el de su derrota, el día que
definitivamente quedó anexionado bajo otra corona. Y ese sentimiento de
derrota es el mismo que encontramos en esta novela, porque no se vivió
la derrota ante las tropas de Franco sólo como la amargura de la derrota
de unas ideas democráticas y de izquierdas como ocurrió en Madrid,
sino como un nuevo aplastamiento de su pensamiento nacionalista.
Impresionante esa visión de la Barcelona derrotada:
«Barcelona era una mujer solitaria y perdida, abandonada, a punto de ser violada». (Página 43)
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Tropas nacionalistas en Barcelona |
Una derrota vendida como liberación, pero que los derrotados estaban muy lejos de sentir así:
«¿Por
qué los “salvadores” siempre liberaban según sus creencias y
circunstancias, aunque los “salvados y liberados” no lo quisieran”?». (Página 46)
No he podido menos que sentirme fascinado por esa ciudad casi vacía,
con las gentes encerradas en sus casas, con escenas como la del saqueo
de un almacén (una escena real tomada por el autor de recuerdos ajenos)
por el pueblo hambriento, de un hambre que aparece como una constante en
todas las páginas y que lleva a la gente a comportamientos que nunca
hubiera tenido en circunstancias normales, a vender lo poco que tienen
para sobrevivir, aunque ese poco sea su propio cuerpo.
Y ante el vacío de poder y de autoridad, emerge la figura de Miquel Mascarell, el último policía de Barcelona:
«Un viejo policía solitario, hasta el límite. Un fantasma en una ciudad fantasmal». (Página 272)
Un personaje literario difícil de olvidar,un hombre aferrado a lo
único que le queda y que está a punto de perder: su trabajo y su mujer.
Porque el hijo ya lo perdió en la batalla del Ebro y su mujer tiene los
días contados. Un hombre fiel. Fiel a su mujer,a su trabajo, a sus
ideas. Aunque esto último con los tiempos que están por venir sólo puede
servirle para complicarle la vida, porque aunque nunca se significó
políticamente, no puede con el fascismo. Su mujer, que bien le conoce,
le alecciona para un futuro en el que sabe que no estará presente:
«Diles lo que quieran oír. Harán falta personas como tú, aunque sea a base de tragar por un lado y engañarles por otro». (Página 134)
Un hombre al que los acontecimientos le hacen sentirse viejo.
«Desde lejos parecía lo que era: un viejo solitario al borde de la senilidad, hablando solo; ni más ni menos». (Página 109)
Pero por encima de eso está la fidelidad a su trabajo, aquel que le
lleva a investigar un crimen que a nadie excepto a él mismo le importa.
<una investigación que le lleva a comprobar como el futuro ya se está
instalando en la ciudad. Un futuro con fascistas que retornan a
Barcelona para imponer su ley.
CONCLUSIÓN FINAL
Me ha encantado este libro. A pesar de no conocer Barcelona, porque
junto al inspector Mascarell es la auténtica protagonista de esta
novela, con los interminables paseos que el inspector tiene que dar (a
la fuerza por no disponer de coche) por ella.
Novela negra, pero al
mismo tiempo una gran novela histórica que nos hace presente y nos da a
conocer (por lo menos a mí) una ciudad en un tiempo muy concreto: los
últimos cuatro días antes de la entrada de las tropas de Franco en ella.
Lectura facilitada por la Obra Social Caja Madrid.
VALORACIÓN: 9/10
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