Mostrando entradas con la etiqueta Ana R. Cañil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ana R. Cañil. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de abril de 2015

SI A LOS TRES AÑOS NO HE VUELTO (ANA R. CAÑIL)

Historias de amor: amor de mujer, amor de madre




FICHA TÉCNICA

Título: Si a los tres años no he vuelto
Autor: Ana R. Cañil
Editorial: Espasa
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 399








ANA R. CAÑIL


Ana M. Cañil es la autora de Si a los tres años no he vuelto. Cañil es periodista y éste es su primera novela, pues hasta ahora había escrito artículos periodísticos y La mujer del maquis, Premio Espasa de Ensayo 2008
Si a los tres años no he vuelto iba a ser también un ensayo sobre un tema que hoy es de máxima actualidad: 
Los niños robados tras la Guerra Civil y enviados al seminario o entregados en adopción a familias adeptas al régimen.
Pero en su acercamiento al tema, en las entrevistas que realizó a antiguas presas de Carabanchel, tropezó con la figura de la "Topete", que estuvo al frente de la maternidad de la cárcel.
El acercamiento a esta persona, requería novelar su vida. Fue así como nació esta novela y uno de los grandes aciertos de la misma: por qué esta mujer actuó como lo hizo.







ARGUMENTO


Si a los tres años no he vuelto es la historia de dos mujeres, Jimena Bartolomé y María Topete. Dos mujeres con una manera totalmente diferente de enfocar la vida y el amor, cuyas vidas van a cruzarse, o quizás sería más correcto decir que van a chocar.
Dos poemas van a presidir el libro: 
El poema de la loba parda y el Romance de la condesita del que proviene el título del libro. 

«Deja los meses condesa,
por años has de contar.
Si a los tres años no he vuelto,
ya puedes salirme a encontrar.
Luis cambió la última estrofa del romance, porque lo que tenía muy claro es que a él nadie iba a darle por muerto. No pensaba dejarse matar.»
 (Página 74)


Jimena Bartolomé es apenas una niña de catorce años que vive en Rascafría, donde ayuda a su familia en el mantenimiento de una posada, en la que un verano conoce a Luis, un joven que está allí pasando las vacaciones con su familia. Es el comienzo de un explosivo amor que prende su llama en el corazón de ambos jóvenes, que a pesar de la gran diferencia de clases sociales, no pueden evitar enamorarse. Unos años después, pese a la oposición de su madre, Luis lleva a Jimena a vivir a Madrid para casarse con ella. Son tiempos convulsos. Ha estallado la guerra entre los españoles y Luis que está afiliado al partido comunista, pelea por sus ideales y por su amor.
Ya antes de acabar la guerra, empiezan las purgas contra los comunistas, por lo que Luis tiene que esconderse, siempre con la ayuda de su hermano. Ante la caída de Madrid, no le queda más remedio que huir fuera del país, hacia un destino que ni su mujer ni su hermano conocen, para no comprometerlo. 

Jimena se encuentra sola en una ciudad que no le es familiar. Cuenta con la ayuda de su cuñado Ramón, que pese a sus buenos contactos con los vencedores (siempre fue un especialista en negociar con los que tuvieran el poder), no puede evitar que sea encarcelada. No hay cargos contra ella, y lo único que puede conseguir Ramón, es que físicamente el maltrato no sea excesivo.
Lo que no sabe, es que Jimena está embarazada y en la cárcel va a encontrarse con María Topete, una mujer defensora a ultranza del nuevo régimen, que pasó un tiempo en la cárcel por culpa de los "rojos", de los que ahora tiene ocasión de tomar cumplida venganza. Tiene además una obsesión: los hijos de las prisioneras, unos hijos a los que quiere "rescatar" de sus manos para poder hacer de ellos hombres de futuro en esta nueva España.
En choque ente Jimena Bartolomé y María Topete es inevitable cuando ésta se entera de que está embarazada.



Si a los tres años no he vuelto fue uno de los mejores libros que he leído en el 2.011 y teniendo en cuenta el gran nivel de libros que tuve la suerte de disfrutar este año, es mucho decir.





PERSONAJES

Si bien es cierto que Si a los tres años no he vuelto está llena de un buen número de personajes secundarios muy bien trazados, la gran fuera de esta novela reside en el enfrentamiento de dos personalidades contrapuestas, en dos personajes tan bien dibujados y con una personalidad tan fuerte, que es imposible olvidarlos. 

Jimena Bartolomé


Casi podríamos titular este personaje con una canción de Julio Iglesias: De niña a mujer. Porque una niña es la que con catorce años se enamora de un chico algo mayor que ella. Y prácticamente sigue siendo una chiquilla cuando corre detrás de él a Madrid, no sea que la guerra recién comenzada los separe para siempre sin antes haber podido disfrutar del amor. Pero esta niña deja de serlo desde el momento en que entra en la cárcel llevando consigo algo por lo que está dispuesta a luchar contra quien sea: el fruto de su amor con Luis, un niño aún sin nacer pero que defenderá contra quien pretenda impedir ese amor.
Me gusta la definición que a través de un personaje se hace de Jimena:

Jimena lleva dentro la firmeza de Peñalara, como ella dice, y la agilidad de todos los ríos del valle del Lozoya, como le digo yo. Aquella mujer era las dos cosas, roca y agua. (Página 66)


La dureza de la roca, inamovible en sus convicciones, en su amor. Pero fluyendo como el agua, que busca siempre una salida, filtrándose por cualquier resquicio para seguir adelante. Ambas cosas son necesarias para poder seguir adelante en una situación tan desesperada, tan desesperante como la que sufrirá en su vida esta mujer. 


María Topete


Sin este personaje, no podría destacar tanto la figura de Jimena, porque nada hay tan importante en una novela como para captar la atención de un lector, que un malo malísimo. Y ese es el secreto de esta novela, la maldad de esta mujer, causante además de que nos encontremos frente a una novela y no frente a un ensayo.
Porque algo de lo que adolecen muchas novelas cuando nos presentan a un malo rematado, es la justificación de sus acciones. Con dos pinceladas nos tenemos que creer que esa maldad es algo innato en él, vamos, que nació así y no tenía otra manera que comportarse tal cual lo hace.
Sin embargo en 
Si a los tres años no he vuelto, la autora se toma la molestia en dedicarle numerosas páginas a contarnos la vida de esta mujer, de cómo ha llegado a ser como es. Es cierto que su figura tampoco es tan extraña, muchas veces nos hemos podido encontrar a lo largo de la vida a mujeres a las que el amor parece que en su día les dio la espalda y las convirtió en seres amargados (esto también es válido para los hombres, aunque no sea el tema de esta novela).
María Topete nació y creció en la rama pobre de una familia con mucho dinero e influencia. Apoyada por su tía, siempre aspiró a más, a codearse con la nobleza y toda la gente más adinerada de la buena sociedad del Norte de España. Pero eso no era fácil con los parcos ingresos de su padre y los numerosos hermanos con los que había que compartir ese dinero.
Todo parecía cambiar para ella cuando a su paso surge el amor, el amor con un joven de muy buena familia. Un amor que mantienen escondido a sus familias y que finalmente no llevará a ningún sitio por la mojigatería de María, asustada ante el descontrol que para su vida supone el sexo. Un sexo por otra parte solo atisbado, pero que no se siente capaz de controlar. Pueden más sus prejuicios morales que su amor.


¿Hay algo más peligroso que una mujer frustrada sexualmente, no tanto por culpa de los demás sino de ella misma? Por eso para ella su participación en la cárcel, que empieza de un modo voluntario, es una cruzada. Una cruzada que en un momento dado cobra para ella mayor significado cuando lee una publicación del doctor Vallejo Nájera en la que se culpa al ambiente social en que se crían de que los niños de los rojos salgan con esas ideas tan perniciosas para la sociedad. Por eso quiere rescatarlos de las garras de su madre, arrancarlos de sus auténticas familias para criarlos en hogares en los que pueda hacerse de ellos auténticos españoles defensores de la fe auténtica.
Sí, hay algo más peligroso que una mujer frustrada sexualmente: Una mujer frustrada y que intente imponer su fe a los que con ella están. Una imposición no por la palabra, sino desde la posición de fuerza que la da su puesto en la cárcel.






IMPRESIÓN PERSONAL


Sé que muchos estáis bastante saturados de novelas sobre la guerra civil. Por eso para empezar os pido que os dejéis de prejuicios y leáis este libro, no os arrepentiréis de hacerlo.

Cuando comentaba tras terminar de leer este libro con el amigo que me lo había recomendado mis impresiones, le decía que en algunos momentos era tremendamente angustioso, a lo que él me contestó que se pasó toda su lectura pidiéndola a su autora que le contara cómo acababa (es lo que tiene ser familia de ella), a lo que ella le respondió, sin destripar el libro: No hay que perder la esperanza, algo muy semejante a lo que en la contraportada se nos dice:
«Frente a una antagonista de ese calibre, para Jimena solo cabe un destino de desesperanza... o no»


Todos los que somos padres, y me imagino que con mucha mayor razón las que sois madres, podréis comprender la angustia que transmiten unas páginas en las que se nos narra la desesperación de una mujer que ve cómo intentan arrebatarle a su hijo, el amor de su vida, lo único que le queda de su gran amor, del que nada sabe y del que no sabe si volverá a saber algo. 

Otra cosa que me ha encantado de este libro, es 
la historia de amor entre Jimena y Luis. Muchos son los libros que se apoyan en una historia de amor ante la que tienes que decir como en el célebre anuncio: Vale, acepto pulpo como animal de compañía. Pero en que no ves amor por ningún lado, todo lo más sexo y a veces ni eso.
No ocurre así en Si a los tres años no he vuelto, porque desde el primer momento se hace creíble una historia de amor que surge como una chispa que prende en un pasto seco, imparable, incontrolable. A veces es solo eso, sin tanta palabrería.

«Lo de Jimena y Luis había sido más que un flechazo de adolescentes en verano; había sido un reconocimiento de dos almas que se encuentran y dos cuerpos que se atraen, aunque el fuego abrase y la presión del entorno asfixie». (Página 21)


Desde el punto de vista político, también me ha gustado una historia, bien es cierto que de buenos muy buenos y malos muy malos (aquí hay que incluir además de a la Topete a la suegra), pero en que las cosas se llaman por su nombre. Así hablando de Rascafría, la autora nos dice:
«El pueblo había caído del bando legal, el republicano» (Página 17)


Aunque algunos lo quieran olvidar, esa era la realidad en el año 1936, la legalidad estaba del lado de la República, los sublevados eran los llamados nacionales.

De todos modos, no se trata en este libro de darnos una lección de historia, por más que los hechos que se narren sean verídicos, por más que existiera esa cárcel de mujeres de las Ventas y la maternidad a la que luego se llevó a algunas madres. Lo que se trata es de contarnos los sentimientos de unas mujeres que, además de perder la vida muchas de ellas, veían como también podían perder lo único que en este mundo las interesaba: sus hijos.



Queda dicho: Una lectura imprescindible






Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles





VALORACIÓN: 10/10






Si quieres conocer más reseñas de novela histórica, pincha AQUÍ





martes, 31 de marzo de 2015

MASAJE PARA UN CABRÓN (ANA R. CAÑIL)

Historias de la crisis contadas por una “Choni”




FICHA TÉCNICA

Título: Masaje para un cabrón
Autor: Ana R. Cañil
Editorial: Espasa, 2015
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 315
PVP: 19,90 €









Editorial: Espasa, 2016
Encuadernación: Tapa blanda, BOLSILLO
Páginas: 320









ANA R. CAÑIL

Ana R. Cañil es periodista. Nació en Madrid, pero es de Rascafría.
Lo primero que publicó fue La mujer del maquis, Premio Espasa de Ensayo 2008 que no deja de ser un ensayo un tanto novelado. De ahí que casi sin darse cuenta, lo que resulto ser su primera novela iba ser un ensayo, pero la propia estructura del mismo hizo preferible que por muy real que fuera parte de la historia, se convirtiera en lo que fue: una novela.
Ha trabajado en varios medios económicos como Cinco días o Mercado. Ha sido redactora jefe del semanario El siglo, directora de Informe Semanal y delegada de El Periódico de Catalunya en Madrid, subdirectora de soitu.es y colaboradora de programas televisivos como Espejo público (Antena 3) y Más vale tarde (La Sexta). Escribe entre otros medios en Haffington Post, eldiario.es y Tudosis.es

Sus tres novelas publicadas son:
-Si a los tres años no he vuelto
-El coraje de Miss Redfield
-Masaje para un cabrón






ARGUMENTO

Tasia es una más de las innumerables víctimas de la crisis. Su marido ha pasado de ser un próspero constructor a quedarse en el paro y arruinado, llevándose sus préstamos por delante el negocio de Tasia (su salón de belleza) y el chalet del que tan orgulloso se sentía ella. Un chalet que no os vayáis a pensar que estaba en La Moraleja. No, Tasia vive en uno de los pocos chalets que existen en Fuenlabrada, una población dormitorio en el sur de Madrid.

Su marido se ha convertido en un hombre alcoholizado y violento que la maltrata. Pero todo eso va a acabarse. Tasia se junta con otras mujeres, hartas de soportar tanto malnacido, y fundan un club secreto con un único fin: liberar al mundo de hombres que no deben existir.






MASAJE PARA UN CABRÓN

Creo que lo primero que debo hacer es dejar claro de qué trata esta novela, porque su título puede dar lugar a malentendidos. Por ejemplo, preguntando por esta novela en Alcampo, me dijeron que ni me molestara, porque ni la tenían ni la tendrían, pues es política de la empresa no incluir libros con semejantes palabras (cabrón) entre los que exponen para su venta.
A pesar de que la portada no induce a pensar en ello (a mi más bien me recuerda a las de Alfonso Usía y su Marqués de Sotoancho (en realidad la última parte de la novela que es de donde procede esa portada, no deja de ser una crítica a ese mundo señorial emparentado con el de “La escopeta nacional” de Berlanga), bien podría parecer una novela dentro del género chcik-lit. Nada más lejos de ello.
Tasia, su protagonista, por más que su clientela terminen siendo mujeres de edades medias de la clase alta, las únicas que pueden permitirse los carísimos tratamientos a los que las somete para hacerlas sentir más guapas y jóvenes, no deja de ser una mujer de clase obrera, superados los cuarenta y que vive en una ciudad habitada por trabajadores a los que la crisis acaba de llevarse por delante.
Por eso su lenguaje y el punto de vista que nos ofrece, es el de aquellos que han visto como su vida se ponía patas arriba por culpa de cuatro desalmados que se han enriquecido a su costa y luego los han dejado tirados. Como reza el título de esta reseña, es la historia de la crisis contada por una “Choni”.

No aparecerán por tanto grandes cifras, ni grandes hechos, aunque sí que encontraremos una frase que tengo que remarcaros y poner en negrita, porque encierra una realidad como la copa de un pino:
Ninis los llaman porque ni estudian ni trabajan, aunque quieran. Ninis los de arriba, que no tienen ni conciencia ni palabra. (Página 84)

La gran protagonista es Anastasia, Tasia para todos. Una mujer peleona, difícil de derrotar, por más que la vida lo ha intentado. Una mujer que de la nada, solo gracias a su tesón y su esfuerzo fue creando todo lo que tiene: su familia, su negocio, su chalet en Fuenlabrada. Para que de golpe y porrazo la dichosa “crisis” se lo lleve todo por delante: el negocio y la casa embargados por el banco que “convenció” a su marido para que lo pusiera de aval en un préstamo para un negocio inmobiliario cuando ya la crisis estaba haciendo sus estragos en la construcción. Y para colmo, su marido se ha venido abajo y se ha convertido en un alcohólico y maltratador.
¿Créeis que Tasia se va a venir abajo? Ni mucho menos, aunque tenga que comenzar desde cero.

Todas sus dichas y desdichas las volcará por consejo de su doctora en un diario que escribe en uno de esos cuadernos azules, de esos que se utilizaban antes en la escuela. Y son esos diarios los que nosotros vamos a leer.
Por eso, aunque conozcamos más personajes como las amigas de Tasia, es una novela que tiene poco de coral, al girar todo en torno a Tasia.
Un personaje del que, a medida que va sincerándose a su querido “cuaderno”, iremos conociendo sus lados oscuros, esos aspectos de su vida de los que en absoluto tiene motivos para sentirse orgullosa de los mismos.
Porque Tasia es una heroína muy humana,que si consigue sobrevivir es por su sentido del humor, ese mismo que la llevó a llamar a sus hijos Ana y Tasio, para que cada uno llevara parte de su nombre.


Iglesia de San Esteban de Fuenlabrada
Junto a Tasia, la otra gran protagonista de la novela es Fuenlabrada, una ciudad dormitorio del sur de Madrid que conozco muy bien desde hace más de treinta años. Una ciudad que se ha ido transformando, pues de ser un lugar deslavazado en el que parecía que sobre un plano del ayuntamiento habían tirado una bolsa de pipas y donde cayó una pipa construyeron una casa, fue pasando a ser un lugar urbanizado, rellenándose los huecos que había entre casa y casa y, sobre todo, dotándose de servicios.
Una población de gente muy humilde, que enseguida se cargó de hijos y que luchó por sobrevivir y salir adelante. Y ahora, cuando parecía que las nuevas generaciones iban a levantar cabeza, la crisis se las he llevado por delante.
Por qué nos llevan por delante a los que estábamos dejando de ser pobres después de toda la vida miserable de nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos He maldecido a todos los hijos de puta del mundo que han transformado a mi marido en el gran cabrón, cobarde y borracho que es. (Página 82)

Una crisis de la que no son responsables pero en las que les ha tocado todas las papeletas para pringar, con fábricas como Coca-Cola que no están precisamente en pérdidas pero que han cerrado su planta en la localidad a pesar de ser la más moderna y preparada de España.
Gente como él y como yo merecemos tirar hacia delante. Aunque no sea más que por no dar la razón a los hijos de puta que nos han traído hasta esta situación; porque mantiene que él no ha vivido por encima de sus posibilidades, como dicen los políticos, sino que sólo intentó ser un emprendedor,eso que quieren los gobernantes que seamos ahora para emplearnos a nosotros mismos y borrarnos de la lista del paro. (Página 79)

Una ciudad en la que puedes encontrar tipos tan entrañables y luchadores como LaManuela (así lo escribe la autora en la novela):
Esa era LaManuela, madre de ocho hijos -el pequeño ilegítimo- y abuela de no menos de una docena de nietos, extremeña, hija de perdedores y luchadora para que sus hijos no formaran parte de la estirpe de los pobres, de la que ella venía. Estaba a punto de ganar la lucha, pero cuando estalló la crisis perdió la batalla y la totalidad de sus hijos están en apuros por una u otra causa. (Página 169)

Imposible no admirar la lúcida visión que tiene la autora de esta ciudad, de las gentes que la habitan. Que no es única. Que es la misma que la de muchas ciudades de la periferia de Madrid o de otras grandes capitales:
Los tipos al estilo de Pablo son los cadáveres vivientes de Fuenlabrada o cualquier ciudad o pueblo de clase media o baja. Creo que incluso hay más, porque nos los han echado encima con la crisis. Ahora te los encuentra a media mañana en los bares, ya sea dándole al carajillo, o con chándal y deportivas haciendo que van a correr después de dejar a sus hijos o nietos en el colegio. (Página 92)

Una lectura que te obliga a abrir los ojos, a mirar a la gente que te rodea de otra manera, como hace la autora:
Hace ya semanas que me paro a observar las caras de las gentes que se suben a los vagones a esa hora, sonámbulos de madrugada, sin atisbos aún de la luz del amanecer. Somos unos privilegiados que salimos de esos cementerios en que se han convertido nuestras ciudades dormitorio, Fuenlabada, Polvoranca, Leganés, Zarzaquemada. (Página 113)

Un lúcido análisis de nuestra situación. Porque más allá de los cuatro nombres que salen en todas partes, son muchos más los aprovechados que han llevado el sufrimiento a las casas de todo el país:
Los periódicos y las teles solo sacan a los canallas famosos, pero en cada ciudad o pueblo ha habido muchos que han mojado y logran irse de rositas. (Página 174)







IMPRESIÓN PERSONAL

Como os decía antes, conozco Fuenlabrada y sus gentes desde hace muchos años y he visto su evolución, primero hacia delante, ahora en claro marcha atrás. Por eso sólo puedo admirar la lucidez con la que Ana R. Cañil la describe, sobre todo porque me consta que no vive aquí, aunque leyendo el libro pudiera parecer que lleva aquí toda la vida.
Evidentemente, no sale de la imaginación de la autora, sino de un exhaustivo trabajo de documentación en la zona, pateando sus calles, sentándose en los centros de salud de la zona, tomando café en sus cafeterías o visitando sus tiendas. Siempre con el oído muy atento para reflejar lo que sus habitantes opinan, y con el ojo muy atento para reflejar luego ese paisaje humano que puebla la ciudad.

Solo por ese retrato de una ciudad en crisis, imagen de muchas otras que podemos encontrar a lo largo de la geografía española, ya merece la pena leer el libro.
Pero es que además es muy divertido. Transforma esa mala leche que a todos nos entra, en risa, una terapia que sin dada es necesaria para no dejarnos hundir por la tristeza.
Lo hace además con una idea que, de puro salvaje, nos hace reír al mismo tiempo que a nuestro lado negro le encantaría unirse a esa banda dispuesta a llevarse por delante a todos los “cabrones” que pueblan este país.

Tranquilos, es solo ficción. Aunque cuando uno lee la prensa y ve todos los grandes ricos que este año han fallecido (comenzando por Botín, el presidente de El Corte Inglés...) le entran dudas de si la realidad no estará copiando a la fantasía.






VALORACIÓN: 8/10



Si quieres conocer más novedades editoriales 2015, pincha AQUÍ






lunes, 11 de febrero de 2013

EL CORAJE DE MISS REDFIELD (ANA R. CAÑIL)


Hasta los palos más tiesos, a veces tienen sentimientos dentro




FICHA TÉCNICA


Título: El coraje de Miss Redfield
Autor: Ana R. Cañil
Editorial: Espasa
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 416
PVP: 19,90 €  








Editorial: Booket (2014)
Encuadernación: Rústica sin solapas (bolsillo)
Páginas: 320 
PVP: 6,95 €







Me hizo mucha ilusión cuando me enteré de la salida al mercado de la nueva novela de Ana R. Cañil, una autora que tenía apuntada con mayúsculas desde que leyera Si a los tres años no he vuelto, una maravillosa novela con la guerra civil de telón de fondo. Un entusiasmo que se moderó cuando pregunté a un amigo que precisamente fue quien me había dado a conocer de un modo entusiasta aquel libro, pero que ahora me reconoció que sin ser malo, no estaba a la altura del anterior.
El hecho de partir con menos expectativas probablemente me ha salvado, porque si no, es probable que mi crítica al libro fuera aún más dura.






ANA R. CAÑIL

Ana R. Cañil es periodista y ésta es su segunda novela, pues hasta ahora había escrito artículos periodísticos y
Lo primero que publicó fue La mujer del maquis, Premio Espasa de Ensayo 2008 que no deja de ser un ensayo un tanto novelado. De ahí que casi sin darse cuenta, lo que resulto ser su primera novela iba ser un ensayo, pero la propia estructura del mismo hizo preferible que por muy real que fuera parte de la historia, se convirtiera en lo que fue: una novela


Sus tres novelas publicadas son:
-Si a los tres años no he vuelto
-El coraje de Miss Redfield

-Masaje para un cabrón





ARGUMENTO

Miss Redfield ha deseado toda su vida una sola cosa: ser una nanny. Para ello ha estudiado duramente con la certeza de conseguirlo. También tenía otra certeza:
Toda la vida tendría que proteger a las dos Beryl. A una, de los tristes recuerdos que se escondían en los rincones de su corazón; a la otra, del aire y el humo que invadían aquella cabeza hueca.


Gracias a la mayor, consigue venir a trabajar a España a una familia de rancio abolengo: Los Peñalara. La pequeña en cambio la complica la vida, pues la encarga entregar un objeto a la otra Beryl, una misión que Miss Redfield no sabe hasta que punto va a cambiar su vida por culpa de la historia que encierra dicho objeto.




LA NOVELA

AMBIENTACIÓN

La historia, salvo los primeros capítulos que se desarrollan en la Inglaterra de principios de la Segunda Guerra Mundial, transcurre en la España de los prinicipios de los años sesenta, aquellos en los que aún se pensaba que Franco era solamente algo provisional, donde se debatía en los grandes círculos de poder la sucesión de Franco, donde aún se debatía si el futuro del país pasaba por una restitución monárquica y quién sería el futuro rey, sin Don Juan, su hijo o una solución carlista al tema.
Ese es el trasfondo político en el que se mueve la novela, porque entre sus personajes se encuentra un familiar del duque de Peñalara, en cuya casa trabaja Miss Redfield:
«Miss Redfield, éste es mi primo y mi mejor amigo, Alejo Campos de Sola, conde de Gandarilla. Es profesor de filosofía en la Complutense, aunque ahora no da clase por pensar lo que no debe y encima decirlo.»


Lo más significativo de este libro es que nos va a presentar una España que existió, que sigue existiendo, pero de la que solo tenemos conocimiento a través del Hola. Una España aristocrática que se mueve en torno al Club Puerta de Hierro. Un grupo de gente muy rica, noble y con poder, cuyos hijos va a los mejores colegios y que son criados por nanys inglesas en un intento de hacerlos más cosmopolitas, de darles una instrucción aristocrática y ¿hay algo más aristocrático que un noble inglés cargado de tradiciones?
Por eso, aunque la acción transcurra en Madrid, me resulta un Madrid desconocido y ajeno, al que sólo podría acercarme a través de revistas del corazón. Desde ese punto de vista, el libro resulta casi un ensayo antropológico.


No obstante, también atisbamos algo de esa España negra, esa España de la que se podía escribir una auténtica novela negra, pues salen a relucir los crímenes del Jarabo, aquel criminal que vivía de mujeres de la aristocracia y que terminó muriendo por garrote vil, condenado tras unos horrendos crímenes que conmocionaron a la España de aquellos años.
Como veis, la ficción se rodea en esta novela de hechos reales.





LOS PERSONAJES
Aunque aparezcan más, casi todo gira en torno a Miss Redfield. Y aquí se presenta una de las principales pegas de la novela: ¡Qué difícil es empatizar con esta mujer!. No es culpa de la autora ni mucho menos, es culpa de un personaje tan bien trazado que en todo momento lo creo posible y... no me gusta lo que veo. No es desde luego un personaje español, demasiado frío, calculador, sopesándolo todo y en todo momento:
«Ella había sido educada en la contención. No recordaba cómo ni en qué momento exacto había aprendido de sus mayores el valor del silencio, de las palabras a medias, de las miradas profundas.»


Pero sobre todo está la frialdad de aquel que oculta sus sentimientos tras una permanente máscara:
«Los sentimientos se deben enterrar en lo más hondo de una misma para que nadie pueda hacerte daño.»


A pesar de esa aparente frialdad, Elsa esconde dentro de sí una eterna pelea, una dualidad entre la rectitud y la seriedad de Miss Redfield y el carácter soñador de Elsi:
«El zumbido de una avispa, el canto de los grillos y de las chicharras en esa hora pesada del día, la tenue brisa que corría por los cerros del monte, relegaban a Miss Redfield a un rincón de su cabeza y Elsi tomaba posesión de todo su cuerpo y de su futuro.»
«Cuando Elsa se vestía de Miss Redfield, como se disponía a hacer en ese momento, tenía claro que su amor por los libros era una debilidad. Pero cuando cada noche, en su dormitorio, Miss Redfield se transformaba en Elsi, se decía que era su mejor virtud.»


Frente a este personaje palidecen todos los demás, especialmente los personajes masculinos, meros comparsas por mucha importancia que tengan en la historia, ya sean Manuel Victorio Julián Ramírez de Córdoba, duque de Peñalara, o Alejo, el primo y amigo de éste del que se enamora Miss Redfield (¿o sería mejor decir que se enamora Elsi?)

Solo se libran los personajes femeninos, ya sean las dos Beryl, o la duquesa de Peñalara. Todas ellas mujeres de fuerte carácter.




LA TRAMA

Podría hablarse de una novela histórica en la medida que nos presenta una época de la historia reciente de España, por más que sea una historia muy particular, por la que circulan personajes reales junto a otros de ficción.
Pero por otro lado, no deja de ser una historia romántica, pues junto al leve hilo de cuál es la misión y el secreto que ocultaba Beryl en su vida y por el que le pidió la entrega de un objeto a Miss Redfield, la historia de amor entre Alejo y Miss Redfield es el otro hilo argumental de la historia.
Una mezcla que puede funcionar bien, cuando la trama es mínima como es el caso, siempre que ambas patas de la historia funciones y encajen bien, lo que no es precisamente el caso de esta novela.





IMPRESIÓN PERSONAL

Afortunadamente las expectativas que tenía con esta novela se habían desinflado un tanto antes de leerla, porque si no el desengaño hubiera sido tremendo. No es que la novela esté mal escrita, ni que no sea interesante, pero no es lo que yo busco en una novela, por culpa del desequilibrio que hay entre la trama histórica y la trama romántica, pues esta última es más propia de un culebrón o de una novela rosa que otra cosa.
Especialmente duro ha sido el desengaño en este apartado, pues una de las cosas que me habían encantado en su novela anterior fue la historia de amor entre los protagonistas, cargada de voltaje, creíble, muy humana, muy emocionante. Por contra estos amores ahora contenidos, ahora explosivos, en ningún momento me parecieron creíbles ni interesantes. Demasiado pastel para mi gusto.




Un ritmo además irregular, con momentos muy interesantes (los que hacen referencia al tema educativo impuesto por Miss Redfield o a la situación política del país), con otros un tanto aburridos (casi toda la historia amorosa)
Para remate, a mi personalmente no me ha gustado el final. Es una lástima no poder explayarme en el por qué, pero sería destrozar la novela para el que no la ha leído. Sin entrar en detalles, no me pareció coherente con lo leído hasta ese momento., El coraje del que habla el título, para mí es otra cosa, no la actitud final.

Creo que con esta reseña estoy desentonando de todo lo que he leído hasta ahora sobre este libro, pero, insisto, es mi impresión muy personal. Lo cual no quiere decir que no recomiende el libro, pues
puede ser del agrado de aquellos que primen una novela romanticona, con menos enjundia histórica. Y lo que si aprovecho es para recomendaros su novela anterior: Si a los tres años no he vuelto.


VALORACIÓN: 7/10





Si quieres conocer más reseñas de novela histórica, pincha AQUÍ

Si quieres conocer más novedades de bolsillo 2014, pincha AQUÍ

Analytics