Episodios de una guerra interminable.
Capítulo 3: La
señorita conmigo no contéis
FICHA
TÉCNICA
Título:
Las tres bodas de Manolita
Autor:
Almudena Grandes
Editorial:
Tusquets (2014)
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
766
PVP:
22,90 €
Editorial: Tusquets, 2017
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 768
PVP: 10,95 €
ALMUDENA
GRANDES
Almudena
Grandes (Madrid
1960) es sin duda mi autora favorita. De ella me he leído todo,
incluyendo Las edades de Lulú, XI Premio de la Sonrisa Vertical,
pese a ser un género que no me atrae nada, obra con la que se dio a
conocer.
Una
trayectoria profesional que la ha convertido como dice la solapa
interior de la novela en uno
de los nombres más consolidados y de mayor proyección internacional
de la literatura española contemporánea. Se
da en ella la difícil peculiaridad de que crítica y público van de
la mano a la hora de alabar sus novelas.
Unas
novelas que han sido llevadas en varias ocasiones a la gran pantalla,
como es el caso de Las
edades de Lulú, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía
humana
o Los aires
difíciles.
Si
pongo todos los premios que se ha llevado, esta reseña se haría
interminable. Sólo mencionar uno de los últimos, el recibido por su
última novela El
lector de Julio Verne,
elegida como mejor libro del año 2012 por los lectores de El
País.
ARGUMENTO
En
el Madrid de 1939, recién terminada la guerra, la joven Manolita
Perales, ni fea ni guapa, ni rica ni pobre, una chica del montón que
es conocida por sus amigos del barrio como la
señorita conmigo no contéis. Nada más lejos de la
realidad, porque al final es ella la que termina pringando por todos
los demás.
Por
eso se verá envuelta en una extraña historia: su boda ficticia con
un preso político en la cárcel de Porlier con el único objetivo de
poder entrar en contacto con él para que les explique como poner en
marcha una multicopista que ha llegado a poder del partido comunista
español pero que nadie sabe cómo hacer funcionar.
EPISODIOS
DE UNA GUERRA INTERMINABLE
Las
tres bodas de Manolita es la tercera entrega de los Episodios
Nacionales de Almudena Grandes. Un
proyecto constituido por seis libros, cuyos títulos se nos presentan
ya en la primera entrega, que nos mostrarán episodios desconocidos
de nuestra reciente historia.
-
Inés y la alegría:
Nos narra la olvidada incursión durante la Segunda Guerra Mundial de
un grupo de antiguas tropas republicanas al valle de Arán. (Pirineo
de Lérida, 19-27 de octubre de 1944)
-
El lector de Julio Verne:
Conoceremos la situación de la guerrilla en las sierras de Jaén a
través de los ojos de un niño que vive con su familia en el cuartel
de la Guardia Civil. (Jaén, Sierra Sur, 1947-1949)
-
Las tres bodas de Manolita:
Manolita Perales accede a casarse con un preso político en
la cárcel de Porlier al que no conoce, para poder poner en marcha
una multicopista. (Madrid 1940-1950)
-
Los pacientes del doctor
García(Madrid-Buenos Aires, 1945-1954
-
La madre de Frankestein(Manicomio
de Ciempozuelos, Madrid, 1955-1956)
-
Mariano en el Bidasoa
(Castuera-Eibar, 1939-1964)
LAS
TRES BODAS DE MANOLITA
Para
los que no habéis leído los dos episodios anteriores, conviene
hacer una precisión importante: Pueden leerse independientemente. No
es imprescindible seguir un orden concreto.
Es
cierto que todos tienen conexiones entre sí, pero no es necesario
haber leído los demás para comprender el argumento. Así en Las
tres bodas de Manolita aparece el restaurante La cocina de
Inés de Inés y la alegría.
Lógico por ser un centro de reunión en Francia de los republicanos
exiliados. También del mismo libro se hace referencia a la invasión
por tropas republicanas durante la segunda guerra mundial del valle
de Arán.
Por
último, también se hace referencia a los maquis que había en la
sierra de Jaen, que es el argumento de El
lector de Julio Verne.
Al
igual que en libros anteriores, hay alusiones directas a los
Episodios Nacionales de Benito Galdós.
En este caso se trata de los libros que tiene Manolita Perales. Y al
igual que en El lector de Julio Verne
aparecía otro escritor que marcaba la novela como era el
caso de Julio Verne, en Las tres bodas
de Manolita se trata de otro libro: Robinson
Crussoe, un libro que hace aparición con fuerza al
narrarnos los sucesos del valle de Cuelgamuros, durante la
construcción de lo que hoy conocemos como el Valle de los Caídos.
Como
contaba la autora en una entrevista en la cadena SER, Las
tres bodas de Manolita es una novela de ficción. Pero el
marco en el que transcurre la acción es real. Y muchas de las
historias que en ella aparecen también lo son. De hecho la historia
de Isabel Perales es real.
Como
reales son también algunos de los hechos que aparecen en la
historia, por más increíbles que puedan parecer. Hechos que en muy
buena parte son desconocidos. Porque si bien todos hemos oído
hablar, o por lo menos nos suena la historia de los presos que
“redimieron” parte de su condena construyendo el Valle de los
caídos, hay otras muchas historias que han quedado olvidadas o
simplemente ignoradas.
Así
ocurre por ejemplo con la venta de “bodas” en la cárcel de
Porlier. Bodas que eran en realidad lo que hoy se conoce como vis a
vis:
«Doscientas
pesetas, un kilo de pasteles y un cartón de tabaco por cada pareja,
todo multiplicado por dos, porque si no había padrinos, no había
boda. Era muy caro, pero desde hacía unos meses, por cuatrocientas
pesetas, dos kilos de pasteles hy dos cartones de tabaco, dos mujeres
podían comprar una hora a solas para encontrarse con dos presos de
Porlier. Aquel negocio, que estaba haciendo rico al capellán de la
cárcel y a los funcionarios conchabados con él, era un puro
invento, una fachada que no comprometía a nada. No hacía falta
aportar papeles, no se celebraba ninguna ceremonia y no quedaba
constancia alguna
de aquellos simulacros de matrimonio.»
(Página
241)
No
menos sorprendente es el siguiente decreto:
«El
3 de diciembre de 1940, el BOE publicó un decreto con un título
bastante ambiguo: “sobre la protección del Estado a los huérfanos
de la Revolución Nacional y de la Guerra”.
(…)
No sólo establecía que la tutela de los huérfanos de guerra pasara
a manos del Estado, sino también que los hijos menores de dieciocho
años de penados acogidos a la redención de penas, podías solicitar
plaza para ellos en colegios de instituciones benéficas.»
(Página
170)
Leído
tal cual, no aparenta las terribles consecuencias que acarreaba.
Porque fue el coladero por el que se robaron muchos niños a sus
legítimos padres y por otro dio lugar a los niños esclavos. Niños
internados en instituciones con la aparente intención de
instruirlos, pero que en la práctica se convertían en esclavos sin
derecho a sueldo, que por una mísera comida y una cama tenían que
trabajar redimiendo una pena que no era propia sino la de sus padres:
«Con
el sudor de sus frentes, pagaban el precio de haber nacido, la culpa
de ser hijos de sus padres y sus madres, ramas del tronco del mal que
abarrotaban las cárceles de España.»
(Página
316)
Es
la historia real de Isabel Perales, que Almudena
Grandes nos narrará en esta novela.
Las
tres bodas de Manolita es una novela
coral, con la peculiaridad de que el coro es tan bueno,
que muchos de sus componentes hacen un “solo”. Aunque la
protagonista principal sea Manolita, también su hermana Isabel, su
hermano Antonio, la Palmera, el Orejas, o Silverio juegan un papel
importante.
Tan
importante que la narración toma su punto de vista para narrarnos su
historia. Por eso el mismo acontecimiento podemos verlo más de una
vez en la novela narrado desde puntos de vista diferentes,
complementando diferentes visiones sin que la estructura narrativa se
resienta.
Vuelve
a utilizar Almudena Grandes algo semejante a lo que hizo con Inés y
la alegría, incluyendo dos capítulos, uno inicial y otro casi al
final de la novela, en la que se describen una serie de hechos
históricos que ayudan a situar la narración. Pero a diferencia de
lo que en Inés ocurría, son capítulos muy breves y no interfieren
el ritmo de la narración.
Afirmaba
Almudena Grandes en la entrevista radiofónica, que hasta
Nadiuska y el destape todo es guerra civil. La posguerra se asume
como la guerra.
Para
algunos la postguerra fue mucho mas dura que la misma guerra, porque
aquí llego la victoria,
no la paz.
No
es una historia neutral, no tiene por qué serlo, como dice Almudena
Grandes,
un novelista no tiene por que ser neutral. Y evidentemente la
objetividad es una quimera, porque cada uno cuenta el mundo según su
propia realidad y su manera de pensar. Y
a poco que hayas leído algo suyo, ya sabes de qué pie cojea
Almudena
Grandes.
Las
tres bodas de Manolita
es
una historia de la
postguerra, la
historia de una pandilla de un barrio céntrico madrileño que va
siendo diezmada poco a poco por las delaciones. Hay un traidor entre
ellos que el lector sabe desde el primer momento quién es.
Es
una historia contada
desde el punto
de vista de los perdedores,
de los que en lugar de tener paz tuvieron más guerra. Por
eso
inevitablemente es una historia de buenos y malos. Pero no quiere
decir que toda la gente que apoyó al régimen fuera mala ni todos
los castigados fueran buenos.
Es
difícil comprender ahora, desde nuestro punto de vista, como podía
haber tanta gente que consideraba que su misión divina era limpiar
el país de los que no opinaban como ellos. Por eso había que
arrebatarles también sus hijos cuando eran pequeños, para poder
cambiar sus ideas.
Aunque
es una novela con momentos muy duros, decía Almudena
Grandes
que no
quería escribir una historia triste. De
hecho es la historia de una superviviente que se ve sola intentando
sacar adelante a sus hermanos y sobre todas las cosas intentando ser
feliz.
Una
búsqueda de la felicidad que al final tiene también un componente
político:
«Con
el tiempo comprendí que la alegría era un arma superior al odio,
las sonrisas más útiles, más feroces que los gestos de rabia y
desaliento. Para las mujeres de Cuelgamuros la felicidad era una
consigna, el grito mudo que recordaba a los de abajo, día tras día,
que su victoria no había sido bastante para acabar con nosotras.»
(Página 653)
IMPRESIÓN
PERSONAL
¿Otra
novela de la guerra o la postguerra civil? Eso mismo le preguntaron a
Almudena Grandes en la revista Que leer, por qué seguir escribiendo
sobre el tema. Ella respondió:
Porque
los españoles vivimos encima de una mina do oro, un filón
extraordinario de héroes y villanos, lealtades y traiciones,
aventuras y misterios que nunca se han contado, un tesoro que los
propios españoles ignoran. Desde el punto de vista literario, ese
patrimonio resulta irresistible para cualquier narrador. Desde el
punto de vista moral, también.
Muy
cierto. Es difícil encontrar una colección de personajes tan amplio
y complejo como el que encontraremos en Las tres bodas de Manolita.
Unos personajes en los que veremos el valor de Manolita, la
solidaridad de las mujeres en las colas de la cárcel, el amor por
encima de todo entre Antonio y Eladia, la cobardía y la traición
del Orejas...
Historias
que no se han contado como la de esos niños esclavos en el
franquismo.
Además,
no está al alcance de cualquiera montar un circo de más de seis
pistas como hace Almudena Grandes.
Porque a falta de un narrador, hay por lo menos seis diferentes, que
terminé perdiendo la cuenta. La autora consigue así darnos una
visión más completa de los sucesos, con el punto de vista de cada
uno de los participantes en ellos. Historias y visiones que se
complementan unas a otras hasta construir una gran novela.
A
pesar de sus más de setecientas páginas, y de que la escritura de
Almudena requiere concentración, se me han pasado en un suspiro. Es
una de esas novelas que estás deseando terminar, pero al mismo
tiempo te da pena de que se acabe su lectura.
Una
novela cuya lectura merece la pena, no sólo por
descubrirnos una parte muy desconocida
de nuestro pasado reciente, sino por poner
al descubierto buena parte de las miserias o grandezas del alma
humana.
Pese
a ser la tercera entrega de la serie, sus personajes son totalmente
nuevos, por lo que puede leerse aunque no hayas leído las
anteriores.
VALORACIÓN:
10/10
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