
FICHA TÉCNICA
Autor: Paolo Giordano
Título: El cuerpo humano
Título original: Il
corpo umano
Editorial: Salamandra
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas:
348
PVP:19,00 €
PAOLO GIORDANO
Como un ciclón irrumpió en 2008 este italiano, nacido en Turín en 1982 en el
panorama literario no solo italiano sino mundial. Un licenciado en Física
Teórica reconvertido en escritor que con su primera novela La soledad de los números primos arrasó en ventas con dos millones de ejemplares vendidos en
Italia y unos cuantos más en todo el mundo.
Un éxito de público que vino
acompañado del reconocimiento de la crítica que premio su novela con diversos
galardones como el Campiello Opera Prima y el Premio Strega 2008 (el más
importante de Italia). En España recibió e Premio de los Lectores 2009 de la
revista Qué leer.
Ahora, cinco años después, y tras dos proyectos de
novela y cientos de páginas arrojados a la papelera, vuelve con El cuerpo
humano.
ARGUMENTO
Hasta un recóndito lugar de Afganistán, perdido en la nada, rodeada de tierra
por todas partes, con las altas montañas al fondo, llega un reemplazo de tropas
italianas para cumplir con su misión durante seis meses.
Allí les recibe el
teniente médico Alessandro Egitto, que ha preferido reengancharse, utilizar el
cuartel como un escondite en el que ocultarse de los problemas familiares que le
aguardan a su vuelta a Italia.
¿Qué misión? Eso mismo se preguntan ellos,
mientras intentan matar el tiempo entre guardia y guardia, jugando con la play,
chateando con su novia, o fumando unos cigarrillos de hierba a escondidas.
Rutina y tedio que van a verse interrumpidas por una en apariencia sencilla
misión: escoltar a un grupo de camioneros afganos de regreso a sus
hogares.
Una misión que cambiará de modo irreversible la vida de todos
ellos.
LA NOVELA
Sorprende la valentía de Paolo Giordiano tras el éxito obtenido con La
soledad de los números primos para cambiar completamente de estilo y de
tema, alejándose de los amores imposibles o frustrados entre dos seres
condenados a estar al lado uno del otro pero nunca a estar juntos, para
hablarnos de un grupo de soldados italianos en la guerra de Afganistán.
¡Ah!
¿Pero hay guerra en Afganistán? Llamadlo como queráis, pero no puede hablarse de
otra cosa, por más que nuestro gobierno también utilice otras estratagemas
lingüísticas para hablarnos de la presencia de tropas españolas en aquel
territorio, cuando estás en un territorio abiertamente hostil, cuando tienes que
circular en convoyes fuertemente protegidos y a un ritmo de tortuga para
detectas posibles minas o explosivos en el camino. Cuando hasta un inofensivo
rebaño de ovejas puede ser el anticipo de una emboscada. Cuando en cualquier
momento puedes saltar por los aires por culpa de una mina o de un mortero
disparado por el enemigo.
«Esto no es una guerra limpia. Ni equilibrada.
Sois los blancos. Sois unos ratones en un trozo de queso enmohecido. Ahí
afuera no tenemos un solo amigo. Ni siquiera los niños con la cara llena de
mocos.» (Página 140)
No penséis en El cuerpo humano como si de una novela bélica se
tratase. Nada se nos habla de estrategias, ni de batallas (lo cierto es que la
guerra en Afganistán no tiene batallas propiamente dichas), ni siquiera de
política ni del qué pintan aquellos soldados allí.
El campamento aislado en
medio del desierto, aislado humanamente por el nulo contacto con la población
(un peligro pues hasta un niño puede ser una bomba andante), convierten a los
soldados de esta novela en un grupo encerrado en sí mismo, un microcosmos en
cierto mundo al margen de la realidad en el que sí o sí, salvo que vuelvan en un
ataúd o en camilla a casa, habrán de pasar seis meses.
Un microcosmos que
Paolo Giordiano utiliza para mostrarnos un grupo de personas unidas únicamente
por compartir un espacio geográfico y una situación, pero en el que al mismo
tiempo cada uno de ellos es una individualidad totalmente distinta, comenzando
por Alesandro Eggito, el teniente médico:
«Lo que mejor se le da a
Alesandro Egitto es mantenerse al margen. Existen personas propensas a la
acción, a comportarse como protagonistas; él es solo un espectador
prudente y escrupuloso: un eterno segundón.» (Página 86)
No está solo,
está acompañado del subteniente René, que en su tiempo libre sacaba un
sobresueldo dando placer a las mujeres, fruto del cual ahora está esperando un
hijo. De Cederna, el clásico fanfarrón, pendenciero y bromista, del que más te
vale no ser objeto de sus bromas. Y junto a ellos el ca o Simoncelli, ek cabo
Comparessi, el cabo primero Mattioli, el cabo Mitrano y el coronel Ballesio.
IMPRESIÓN PERSONAL
Lo cierto es que El cuerpo humano es una de esas novelas que cojo sin
leer la contraportada, sin haber leído previamente nada de ella, movido sólo por
la curiosidad de comprobar de qué ha sido capaz un autor que triunfó en su
primera novela. Aunque no se trata tanto de que triunfara, sino de al menos en
mi caso, de que me había impactado.
Por eso fue una sorpresa mayúscula cuando
vi el giro tan radical que suponía esta novela. Un giro que en realidad se
refiere principalmente a la temática. Pero también es un cambio en cuanto a que
no estamos ante una novela de amor (o de desamor que es algo que no tengo muy
claro al hablar de La soledad de los números primos), aunque si aparecen
historias de amor. O en cuanto a que el abanico se abre y pasamos de una novela
de dos personajes, a una novela coral.
Lo que no cambia es que los personajes
que nos presenta la novela son muy ricos en matices, muy reales todos ellos.
Podemos reconocerlos, podemos creer lo que nos cuentan y por tanto, podemos
sufrir con ellos.
¿La guerra de Afganistán? Puro decorado, la excusa para
tener a un grupo de personas aisladas en un espacio cerrado con todo lo que eso
supone para una convivencia dura y lejos de casa. Pero no es en sí misma una
novela sobre la guerra de Afganistán. O sobre la guerra. Ni siquiera sobre el
incidente bélico que transforma la vida de los soldados que en el intervienen.
Es una novela sobre personas que, por circunstancias de su profesión han de
vivir un momento de extrema dureza.
No toda la acción transcurre en
Afganistán. Hay sucesos anteriores y posteriores que también se nos narran en la
novela, aquellos antecedentes que hacen actuar a los personajes de un modo
determinado y una parte final en la que nos cuentan como ha cambiado su vida
tras el paso por Afganistán.
Me ha gustado. Me encanta el realismo de los personajes, más allá de
estereotipos, por más que algún personaje se acerque a él, lo cual en cierto
modo es lógico, porque los profesionales de la milicia, por muy diferente que
sea su personalidad, tienen rasgos comunes.
Una novela valiente. Como valor
es el que necesitan algunos personajes para enfrentarse a los fantasmas
interiores que les provoca el miedo al pasado... o al futuro. Personas que
necesitan tomar decisiones difíciles, con todo el riesgo que ello implica de
daño persona, no solo en su vida militar, sino más complicado aún, en su vida
fuera de ese estamento, casi un refugio contra la realidad cotidiana para alguno
de ellos.
Una diferencia fundamental hay con La soledad de los números
primos: no es una novela tan amarga. No porque la vida de sus protagonistas
no sea dura, sino porque la visión frente a la vida es más optimista. Tal vez no
consigamos exactamente lo que nos proponemos ni se cumpla nuestro plan de vida.
Pero pese a ello, el amor y la felicidad son posibles.
El cuerpo humano, es una novela recomendable. No es
perfecta, pero desde luego sí es buen litratura
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
VALORACIÓN: 8/10
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