EL CHICO DE LAS BOBINAS (PERE CERVANTES)

El chico de las bobinas

Pere Cervantes

 Título: El chico de las bobinas

Autor: Pere Cervantes

Editorial: Destino, 2020

Encuadernación: Tapa blanda

Páginas: 544

PVP: 20,90 €
EBook: 9,49 €

 PERE CERVANTES

Esto es lo que la editorial nos cuenta del autor:

Pere Cervantes (Barcelona, 1971) es escritor. Licenciado en Derecho por la UAB, fue Observador de Paz para la ONU en Kosovo y para la Unión Europea en Bosnia-Herzegovina. Es autor de las novelas Rompeolas (2013), No nos dejan ser niños (2014), La mirada de Chapman (2016), Tres minutos de color (2017) y Golpes (2018); las dos últimas han recibido respectivamente el Premio de Novela Cartagena Negra en 2018 y el Premio Letras del Mediterráneo 2018 a la mejor novela negra. 

El chico de las bobinas es su nueva novela y ya cuenta con varias traducciones internacionales, entre las que destacan las de Alemania e Italia.

ARGUMENTO de EL CHICO DE LAS BOBINAS

Nil es un chico de trece años que vive en la Barcelona de la postguerra (la acción comienza en 1945) que ayuda a la débil economía familiar (con el padre desaparecido y probablemente luchando con los maquis) transportando bobinas de un cine a otro dando pedales a su bicicleta.

El día que cumple trece años contempla en el portal de su casa un asesinato. Antes de morir, la víctima le entrega el cromo de un actor mientras pronuncia el nombre del padre de Il.

Un misterio que cambiará su vida por completo.

«Nil veía en aquel cromo una suerte de mapa por descifrar que lo acercaría irremediablemente hasta su padre». (Página 115)

EL CHICO DE LAS BOBINAS

Muy difícil es etiquetar El chico de las bobinas en un género literario concreto, porque no deja de ser, algo que a mí cada vez me gusta más, una mezcla de géneros.

Por una parte es una novela histórica que nos va a mostrar la realidad de la Barcelona de la postguerra con zonas muy pobres, con gente vencida y derrotada cuya única ambición es sobrevivir un día más.

«La ciudad es una pintura al óleo de tristeza llena de gente resignada que jamás recuperará la sonrisa. Y yo soy una de esas personas. ¿Què podemos esperar de un lugar donde los chinches, las pulgas y las ratas habitan en nuestras casas? Aquí ya nadie se atreve a ver las cosas como son y sí como quieren que las veamos». (Página 378)

Por otro lado es una novela de crecimiento en la que veremos cómo Nil va dejando atrás a marchas forzadas su niñez para tener que ir tomando responsabilidades de adulto.

Al mismo tiempo, es una novela negra que nos muestra ese lado oscuro del alma humana, tanto de los que no tienen más que ese lado oscuro, como la de aquellos que pese a su bondad, también tienen un hueco para el mal en su interior.

Una gran novela apoyada en unos grandes personajes, tanto Nil como Soledad su madre y los vecinos que les rodean, como un malo de esos que pasa a la historia: el inspector Valiente. ¡Cuán necesario es en muchas novelas un malo malísimo para hacerlas inolvidables!

Cartel de Gilda

Junto a estos protagonistas de carne y hueso, otro protagonista incorpóreo pero que recorre toda la novela: el cine. No ese cine del gran glamour o de los grandes estrenos, sino el cine de barrio, ese cine de los programas dobles y sesión continua, de las fotos con las escenas destacadas de la película en la entrada, del ozonopino, de ir en familia o en pandilla o solo para matar el rato. Un cine de evasión del que yo conocí sus últimos coletazos y del que ya no queda nada.

«El cine es la más grande y bella mentira. Todos aceptamos qu3 ns engañen con una historia bien contada. Que nos lleven a lugares inexistentes, que nos hagan soñar con besos irreales…, depositamos nuestra fe en las palabras de un vaquero, de un detective o una mujer fatal que desaparece de nuestras vidas en cuanto regresa la luz en la sala. Es sin duda la mentira más aceptada». (Página 84)

Barcelona (La Pedrera)

La novela se ambienta en una época muy concreta, con una Barcelona que aún no ha podido asimilar la derrota ni lo que ello implica para los que allí se quedaron:

«David Roig, su padre, huido un 26 de enero de 1939, el día en que Barcelona se convirtió en una ciudad espantada y azul donde miles de almas hambrientas se tragaron las palabras y sepultaron sus sueños». (Página 26)

Una ciudad gris y desesperanzada a la que aún le queda mucho tiempo para salir de su tristeza:

«En aquellos años todos tenían hambre. Comer poco, tener miedo y sufrir mucho eran los males comunes que azotaban la ciudad». (Página 11)

Una Barcelona de mujeres fuertes por necesidad, como Soledad, la madre de Nil. Mujeres obligadas a tragarse su sufrimiento si quieren sacar adelante a los suyos, lo cual las irá cambiando muy a su pesar:

«Se había convertido en una mujer dura, como tantas otras, como aquellas que enlutadas se abrían de piernas en callejones del barrio chimo para dar de comer a sus hijos, como aquellas otras que se lastimaban las rodillas y las manos fregando escaleras en las que nunca vivirían. Impasible frente a la adversidad, Soledad era una de ellas, un animal resistente, una amenaza latente para quien le había quebrado la vida». (Página 477)

ALGUNAS PERLAS

«En estos tiempos la curiosidad es la principal causa de mortalidad». (Página 114) 

«Soledad aprendió que la madurez de una persona era siempre proporcional a las penurias y al hambre que pasa». (Página 139) 

«La estrechez en la economía, como las desgracias, siempre afectaba a los mismos». (Página 296)

OPINIÓN PERSONAL

Foto de El Búho entre libros para Instagram

Tenía muchas ganas de leer esta El chico de las bobinas y, pese a que tuve que aparcarla ocho días por mi urgente ingreso hospitalario, el rusco y prolongado parón no ha interferido en mi calificación global de la novela.

La capacidad que tiene Pere Cervantes para crear ese ambiente de una Barcelona deprimida, ese ambiente cinematográfico en el que ha introducido a sus personajes, una historia con misterio, con suspense y al mismo tiempo con muchos sobresaltos para los protagonistas, siempre de la mano del que probablemente será mi “personaje malo del 2020”, es sin duda uno de los puntos fuertes de la novela, al que sin duda hay que unirle unos personajes tan cargados de hukanidad, de virtudes y de defectos que los hace inolvidables.

Por más que Nil, su madre Soledad o el inspector Valiente estén sin duda en cabeza, son muchos otros los que van a circular por la novela dejando en muchos casos un rastro inolvidable.

En mi caso, a eso he de sumarle que muchos de los buenos recuerdos de mi infancia e incluso de mi juventud están ligados al cine, a aquellas sesiones dobles. Recuerdos que por más que hablemos de ciudades y de tiempos distintos, vuelven a mí con fuerza en la lectura de esta novela.

Una novela que ya te aviso pocas treguas va a concederte a lo largo de sus más de quinientas páginas si te animas con ella. Hazlo. Seguro que es una novela con la que vas a disfrutar y sufrir a partes iguales un montón.

VALORACIÓN: 9/10

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