Mostrando entradas con la etiqueta David torres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David torres. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de marzo de 2014

NIÑOS DE TIZA (DAVID TORRES)

El boxeador sordo




FICHA TÉCNICA

Título: Niños de tiza
Autor: David Torres
Editorial: Algaida (2008)
Encuadernación:
Páginas: 409
PVP: 21,15 €






Hay libros que eliges por motivos equivocados y que sin embargo terminan siendo una grata sorpresa. Este ha sido el caso de estos Niños de tiza que me ha permitido descubrir a un autor del que tengo que buscar alguna de sus obras porque me ha dejado muy gratamente impresionado.






DAVID TORRES

David Torres es un autor madrileño que fue finalista del Premio Nadal en 2003 con su obra El gran silencio, en el que ya aparece Roberto Esteban, el protagonista del libro que ahora nos ocupa.
No es que su obra sea muy extensa, pero está repleta de premios, ya que debutó en 1999 con Nanga Parhat que fue Premio Desnivel de Narrativa y este Niños de tiza ha sido en 2007 ganador del XXX Premio Tigre Juan de Novela. A eso hay que añadir también en 2006 el Premio Marca de literatura deportiva)

Recientemente ha publicado






ARGUMENTO

Roberto Esteban en un ex boxeador, ganador en su día del campeonato europeo, que regresa a su barrio para cuidar de su madre recién operada.
Allí se verá envuelto en una trama de especulación urbanística.






NIÑOS DE TIZA

Curioso título el de esta novela, que el propio autor nos explica en una entrevista para la revista Qué leer:
«En Niños de Tiza he querido rendir n homenaje a las criaturas que vivimos durante los últimos años del franquismo mientras jugábamos en la calle. Esos niños eran como de tiz porque alguien los borro de la pizarra donde estaban dibujados, diluyéndolos entre dos generaciones, la de los chavales de Franco y la de los críos de la Game Boy. Nosotros estamos en el medio y no se sabe muy bien ni de dónde venimos ni adónde fuimos.»

Esperaba un relato que nos llevara desde los últimos años de la dictadura de Franco, aquellos en el que los grises todavía eran grises y no habían mudado el color de su piel (por el marrón de los maderos) hasta nuestros días y ambientado en la ciudad de Madrid. Una novela por tanto de una época de la que se ha escrito muy poco y que yo esperaba con un cierto contenido político.
Pero me encontré con una novela con un mínimo contenido político o histórico, aunque evidentemente está presente pues nos ha de señalar el contexto de la época, como ese impagable Padre Osorio enfrentándose a los grises en la entrada de la parroquia. Lo que tenía en mis manos no era novela histórica, ni novela social, aunque algo de ellas tiene, sino una novela negra.

¿Qué es una novela negra? Porque lo de poner etiquetas es muy fácil para intentar clasificar algo y hacernos una idea del contenido, aunque nunca he tenido muy claro a que se refiere esto de novela negra, ni de donde viene el nombre, porque no está protagonizada por negros.
Tal vez haga referencia a ese color blanco y negro de aquellas películas de gangsters y policías, o al ambiente sucio y oscuro en que viven sus protagonistas, lejos de las luces y el glamour, aunque a veces ambos mundos se entrecrucen.
Pero lo que si está claro es que sus protagonistas nunca son personajes con brillo, ganadores y triunfadores en la vida, sino más bien seres que han tenido que defenderse de la vida para poder sobrevivir en la jungla del asfalto. Porque una característica que tienen es que la ciudad es la protagonista. Todo en un universo de policías y ladrones, de chulos, extorsionadores, buscavidas, donde no hay buenos ni malos, sino solamente malos y peores, pues nadie queda a salvo de la corrupción y sus salpicaduras y hasta los personajes con mejores sentimientos, en ningún caso son puros.
Un mundo de personajes duros, pues de otra moda no pueden sobrevivir, con corazones acorazados, porque cuando lo dejan mínimamente expuesto al amor, salen zarandeados.

Todos estos requisitos los reúne esta novela de David Torres. La ciudad protagonista de la novela es Madrid. Pero Madrid es mucho Madrid, con ambientes muy distintos, con barrios muy diferenciados unos de otros. De hecho yo soy madrileño y desconozco completamente la zona en la que está centrada la novela, pues se trata del barrio de San Blas, pero no un barrio de San Blas ya asimilado a la ciudad como el que nos podemos encontrar hoy día, sino un barrio marginal en la periferia, un barrio claramente de gente trabajadora y con poco dinero.
Un barrio que tenía que convivir con las chabolas gitanas y que fue testigo de la llegada de la heroína y todo lo que eso supuso de corrupción y degradación de los chicos del barrio.
Porque no deja de ser esta novela que la historia de un barrio, de los chicos que en el vivieron y crecieron, de su transformación en algo distinto, como hemos visto también suceder en otras zonas, con el viejo colegio transformado en un Día y las viejas tiendas del barrio cayendo y transformándose en tiendas de chinos.
Como dice su protagonista después de regresar años después al barrio, iba a necesitar nuevas cartas del Monopoly, pues se veía incapaz de reconocer las calles donde creció, donde jugó entre los descampados, donde fue libre y feliz.

Una novela negra ambientada en Madrid, en la que podemos reconocer todos y cada uno de los tipos que la pueblan como seres reales, con problemas y situaciones que conocemos. Una panda de colegiales que crecen y a los que la vida tampoco les ha dado muchas oportunidades.
Seres que no han triunfado en la vida, o que si han llegado a triunfar ha sido solo momentáneamente, como un paréntesis en medio del blanco y negro de sus vidas, alejada de los colores, porque los únicos colores que ven son los de los pollitos que pintan al nacer e intentan vender a los niños.
«Básicamente la infancia es un pollito de colores. El timo del pollito se va repitiendo a lo largo de toda la vida. Al final lo único que queda de cualquier milagro es un jodido pollo amarillento que se va cagando por todas las habitaciones, un pájaro ridículo que ni siquiera sabe volar y que solo sirve para la cazuela.» (Página 72)

El protagonista es Roberto Esteban, ex campeón de Europa de boxeo, que regresa al barrio para cuidar de su madre a la que han operado de varices. Aunque ya se sabe que ninguna madre en el fondo se deja cuidar, pues solo sirven para cuidar a los demás.
Tuvo que abandonar el boxeo tras un combate que él sabe que le ha afectado al oído, aunque los demás no saben que muchas veces está sordo. Y se dedica a lo único que realmente sabe, a dar puñetazos por la vida.
« Yo no era un asesino, sino solo un barrendero que iba por libre, el que recogía la basura a deshoras.» (Página 224)

Regresa al barrio donde se encuentra con buena parte de sus antiguos conocidos, amigos como el "Chapas" ahora comisario de policía, viejos enemigos como Romero el gitano, o Lola su amor imposible de niñez. Y por encima de todos un personaje impagable como el Padre Osorio, el que intentó rescatarlo del mundo de violencia en que estaba cayendo y que fue el primero que le encauzó hacia el mundo del boxeo. Un hombre de un pieza que siempre intenta llevar una ayuda y una esperanza, intentando recomponer los pedazos rotos del barrio y sacar a todos los chavales que pueda del mal camino, como está haciendo ahora con un crío, un moro, semilla de un futuro terrorista (su hermano fue un terrorista suicida y le ha inculcado el odio).
Y vuelve al barrio para encontrarse inmerso en una partida de especulación de terrenos con el Madrid Olímpico de fondo (cuando estaba propuesto para las Olimpiadas de 2016) y con la casa de su tía en medio de unos terrenos que las empresas constructoras quieren y ella se niega a vender. Una tía a la que él no quiere, ni ella a él tampoco, pero eso no evita que se vea envuelto en todo el enredo.
Un mundo duro, de constante pelea y lucha. No en vano es comparado en varias ocasiones con el mundo del boxeo:
«En el boxeo, como en la vida, uno siempre pelea contra sí mismo. Lo demás son fantasmas que van asomando en el camino para enseñarnos que el camino está ahí.» (Página 60)

Narrado con un lenguaje ácido, y un claro humor negro: «Un velatorio español es como la matanza del cerdo: se aprovecha todo, desde las anécdotas más miserables hasta el número de calzado del muerto.» (Página 247).

Y flotando sobre toda la novela, el personaje de la "Sirena". Esas son las primeras palabras de la novela:
«En mi barrio vivía una sirena. A veces la oíamos cantar por la mañana temprano, cuando pasábamos bajo su casa de camino al colegio.» (Página 13).

La Sirena es Gema, una niña que por un error médico sus piernas no se han desarrollado, con la que Roberto empezó a desarrollar una auténtica amistad y que un día apareció muerta en la piscina del barrio.
Roberto vivió su muerte como un fracaso propio y siempre sospechó que su muerte no fue un accidente. Siempre presente en su recuerdo en sus acciones buenas.






COMENTARIO FINAL

No se si habré conseguido transmitiros con estas pinceladas la gran impresión que me he llevado con esta novela, muy distinta a la literatura habitual que podemos encontrarnos, capaz de transmitirnos dentro de la dureza de sus protagonistas una gran ternura.

Son 409 páginas que devoré en un tiempo récord y que os recomiendo a todos.
El no ser madrileño no es un obstáculo para entrar en el mundo que nos plantea la novela, pues como os comentaba yo si lo soy y sin embargo es una zona totalmente desconocida para mí. Vamos, que si sucede en Barcelona no hubiera afectado al desarrollo ni al interés de la novela para mí.
Creo sin embargo que debe estar muy bien descrito, porque la única vez hace alusión a zonas que si conozco como el Viaducto de la calle Bailén, son sorprendentes sus comentarios sobre el acristalamiento anti-suicidas, algo que si conozco bien.



Una de las mejores novelas negras escritas en España





Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.




VALORACIÓN: 9/10




Si quieres conocer más reseñas de novela negra, pincha AQUÍ.



martes, 21 de mayo de 2013

EL GRAN SILENCIO (DAVID TORRES)


Novela negra bajo el negro cielo de Madrid






FICHA TÉCNICA

Autor: David Torres
Título: El gran silencio
Editorial: Destino
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas:268
PVP: 17,90 €







Normalmente solo tras haber hecho una exposición de la novela llego a las conclusiones en que la recomiendo u os aconsejo que desistáis de leerla y perder el tiempo. Sin embargo aquí, ha sido tanto lo que me ha gustado que directamente os recomiendo la lectura de esta novela, que en el año 2003 fue finalista del Premio Nadal.
La lectura de esta novela no ha obedecido a ser finalista de este premio, porque la verdad es que no me fio demasiado de los premios literarios, que en muchas ocasiones obedecen más a intereses comerciales o editoriales que a la propia valía de la novela. En realidad era una lectura obligada para mí, después de haber leído otra novela de David Torres: "Niños de tiza", que resultó ser la continuación de la misma, con su protagonista Roberto Esteban al frente.

Si aún no has leído "Niños de tiza", cuya lectura también te recomiendo, empieza por el principio, por este "El Gran Silencio", porque aunque puedan leerse de modo independiente, me imagino que disfrutarás más leyéndolas por orden.



ARGUMENTO

¿De qué trata esta novela? Pues de un enano, un kiosco de periódicos, un millonario promotor y una bailarina protegida por este promotor.

Y de la vida que Roberto Esteban tiene que sobrellevar sin más compañía que un pez Tailandés en su pecera y un barman que le nutre de sus combinados de frutas.

Y de una visión negra, muy negra y desesperanzada de la vida a través del fracaso, que le lleva a ver hasta el lado sucio y pijo de un lugar para mi tan querido como el Retiro madrileño.



LA NOVELA

Es una novela claramente encuadrable en la llamada novela "negra". Negra como el cielo de Madrid sin estrellas, tragadas por la polución, por la luz o por nuestro olvido.
Madrid, protagonista de esta novela, aunque no ese Madrid que tanto me gusta enseñaros, mostraros y recomendaros. Es por el contrario el otro Madrid, ese "Madrid lleno de obras inconclusas, de túneles por terminar, de aceras levantadas, de atascos de tráfico…" (Página 67). 

Han pasado once años de la publicación de esta novela, pero en ese aspecto Madrid no ha cambiado, sigue siendo ese Madrid del que Dani de Vito (creo que fue él), cuando la visitó pidió que cuando encontraran el tesoro que estaban buscando (tan lleno de zanjas encontró Madrid) le avisaran.Solo ahora con la crisis, parece haberse frenado ese sin vivir de obras y zanjas abiertas.


Nos habla de un Madrid superviviente, como un boxeador que le sacudan lo que le sacudan permanece en pié. 

"Madrid estaba hecha de la misma pasta que yo. No era una ciudad hermosa, ni siquiera my buena, pero seguía en pié. Podían echarle encima lo que fuera, una guerra civil, un alcalde hijo de puta, arquitectos dementes, yonquis, borrachos, putas, forofos de Madrid, vagabundos, maderos, quinceañeros, lo que fuera. Aguantaría los doce asaltos hasta el toque de campana". (Página 70)

Igual que en aquellos muñecos del guiñol con Jesulín de Ubrique que todo en la vida lo comparaba con un toro, para el protagonista de la novela Roberto Esteban, todo en la vida es como el boxeo, y sus alusiones al mismo son permanentes y constantes a lo largo de la novela.
"El boxeo no es más que una versión acelerada de la vida. Todos pagamos algo para continuar vivos" (Página 224).

Su precio ha sido una sordera parcial, que es parcial o total según que momentos, a la espera de "El gran silencio", aquel en el que definitivamente no volverá a escuchar el sonido de la lluvia cayendo sobre la tierra.


Esta es una de esas novelas en la que estás deseando llegar al final de la misma, pero al mismo tiempo estás temiendo hacerlo, porque con ello habrá terminado el disfrute que dicha novela te está produciendo.
La pregunta que me viene a la cabeza es ¿por qué? Porque normalmente una novela que te atrapa de tal modo, tiene una intriga que te hace correr en pos de la última página y la solución de la misma. No es el caso.
También puede tratarse de una de esas historias de amor que te hacen vibrar y empatizar con los protagonistas desde el primer momento, Pero tampoco es el caso, pues la historia de amor que se nos narra, somos conscientes desde el principio que tiene un futuro más negro que el cielo de Madrid antes citado.
Puede tratarse también del contraste de unos personajes en lucha, de buenos contra malos. Pero como dice en una reflexión Roberto, aquí no hay buenos y malos, si acaso todos menos malos, pues él mismo reconoce su maldad, como en el fondo sus motivaciones están teñidas de venganza, de violencia.


Pero aún con eso, es tan fuerte la personalidad de Roberto, que aunque no seamos como él, nos vemos arrastrado a su mundo.
Pero ¿quién es este Roberto Esteban? Roberto es un superviviente, en un barrio de Madrid San Blas en el que solo quedan los viejos y los niños, donde desapareció toda una generación.
"No había seguido el guión que el barrio tenía previsto para los chavales de mi edad: la jeringuilla, la navaja, las cárceles, el sida" (Página 229)

Un chaval rebelde y sin miedo desde el primer momento, que no se dejaba achantar ni insultar y que por ello fue expulsado del colegio tras dar un puñetazo a un cura, y cuya salvación vino precisamente de canalizar esa energía y violencia a través del boxeo:

"Había intentado escapar de allí mediante el boxeo, y el boxeo -mejor dicho: su envilecimiento, su reventa callejera- me habían traído de vuelta al barrio" (Página 19)


Pero las cosas no salieron como él esperaba y pasó de la cima a la gloria sin apenas tránsito. 

"¿Cómo pasaste Roberto Esteban, campeón de Europa y aspirante al título mundial a guarda de discotecas y a partir piernas por encargo?" (Página 217)

Porque en eso es en lo que se ha convertido, en un matón de discoteca, en portero de burdeles.
Y todo ¿por qué? 
"¿Qué había sido de mí? Era fácil de responder: había sido reciclado, lo mismo que aquel descampado, el antiguo colegio de los curas, o los pantalones campana que usaba a los catorce años." (Página 18)

La personalidad de Roberto, con todo, es mucho más compleja que la de un matón sin escrúpulos. Para empezar, es un enamorado de la música de Schuman, también llamado Roberto como él, y concretamente de la Fantasía en Do Mayor de Schuman.
Y sus reflexiones acerca de la vida, siempre con una visión triste de la misma, aunque animada de un perpetuo ánimo por la supervivencia, de alguien que además llegó a tocar fondo en el culo de una botella en el que intentaba ahogar sus penas y que ahora contempla la vida a través de zumos y combinados de frutas.
Dispuesto a aprender, a ampliar sus conocimientos a través de la lectura de la que nos ofrece una visión muy particular. Así su libro de consulta es uno de mitología griega, al que llegó por conocer el mito del minotauro y del que nos ofrece reflexiones tan peculiares como la siguiente:
"Los dioses griegos eran como los superhéroes de Marvel, con sus ceños perpetuamente fruncidos y sus poderes incomprensibles, sus enrevesadas fábulas y sus desproporcionadas venganzas, solo que con más mala leche y más sentido del humor." (Página 121)




IMPRESIÓN PERSONAL


Es un libro corto, de 268 páginas cuya lectura no puedes perderte, máxime si te gusta la novela negra, de un autor que está ya entre los que tengo puesto en el punto de mira para seguir, y del que dice en la contraportada otro gran escritor como Javier Reverte: "Uno de los mejores escritores de nuestro siglo que viene".


Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles




VALORACIÓN: 9/10



Si quieres conocer más reseñas de novela negra pincha AQUÍ

Analytics