Historia
de un republicano español en París
Título:
La fragilidad del neón
Autor:
Juan Laborda Barceló
Editorial:
Alrevés
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas:
237
PVP: 18,00 €
JUAN
LABORDA BARCELÓ

Siempre
ha tenido la necesidad de crear historias y eso se ha ido concretando
a lo largo del tiempo en diversas obras, tanto de ficción como de
contenido histórico. Los temas básicos en torno a los que giran sus
narraciones son precisamente la historia y el cine.
La
fragilidad del neón es su segunda novela.
ARGUMENTO
En
el convulso París de 1961, la V República de De Gaulle se enfrenta
a la guerra de independencia de Argelia, con atentados de los
argelinos, con guerra sucia por parte de la OAS para impedir dicha
independencia.
En
ese contesto histórico llega a Paría Linda Darnell, una estrella de
Hollywood. Ramón, un republicano español será elegido para ser su
chófer durante su estancia parisina. Una estancia que puede ser
peligrosa para la actriz y los que la acompañan porque puede ser
víctima de un atentado terrorista para implicar a Estados Unidos en
el conflicto.
LA
FRAGILIDAD DEL NEÓN
![]() |
Linda Darnell |
A
través de ella podemos conocer parte del mundo de apariencias y
glamour en el que se desenvolvía en los años sesenta el mundo del
cine.
Aún siendo importante esta connotación cinematográfica (he visto alguna de las películas de esta actriz, aunque no la tenga a ella presente en mi memoria), mucho más interesante es el contexto histórico que nos muestra el autor. Un mundo muy alejado del glamour y la riqueza en la que se mueve la actriz.
Nos
muestra Juan Laborda un momento histórico tan significativo como la
lucha por la independencia del pueblo argelino. Una guerra que tuvo
mucho de sucia, que se libró no solo en las ciudades de Argel o en
sus desiertos, sino en la propia capital francesa, con atentados y
actuaciones de los servicios secretos franceses.
Más
interesante aún es mostrarnos la vida de un antiguo combatiente
republicano, un perdedor que se limita a sobrevivir como puede
(trabajando como conductor para una empresa). Y es muy interesante
porque además se aleja Juan Laborda
en sus planteamientos de idealizar a los perdedores, de hacerlos
aparecer como víctimas inocentes.
Porque
Ramón Sandoval, el inmigrante español refugiado en París es
cualquier cosa menos inocente. Sus manos no están limpias. Que
curioso que en cierto modo nos muestre lo mismo que Víctor
del Árbol en Un millón de
gotas. Dos libros que han sido publicados casi a la vez
(conocí a Juan Laborda justamente
en la presentación de Un millón de
gotas) y que nos hablan de la derrota del idealismo frente
al pragmatismo: los medios para llegar al fin por el que luchan, se
lleva por delante la inocencia de los ideales.
Quizás
por eso la derrota es más dolorosa, porque no solo han perdido la
guerra, sino que por el camino se han dejado también la pureza de su
corazón.
«La
estancia recibía el impacto intermitente de los neones cercanos.
Azul, rosa, azul, rosa... El local del luminoso, situado frente a la
pensión Les Vilandes en pleno barrio de Montmartre, se llamaba la
Vie en Rose. Era, en realidad, un burdel con pretensiones que
utilizaba el título de la famosa melodía de la Piaf.»
(Página 11)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Me
ha sorprendido esta novela. No era exactamente lo que esperaba
(aunque no supiera muy bien qué es lo que esperaba). Me ha encantado
toda la parte histórica que nos narra el autor, en la que nos
muestra la realidad de unos hombres derrotados, pero que se encuentra
muy lejos de idealizarlos. No dejan de ser hombres a los que la
guerra hizo salir a la luz lo mejor y lo peor que tenían dentro.
Demuestra
Juan Laborda una gran habilidad en las escenas de acción,
convirtiendo por momentos La fragilidad del neón en un gran thriller. Al
mismo tiempo derrocha sensibilidad, tanto a la hora de describirnos a
sus personajes (sin duda uno de los grandes aciertos de la novela),
como la historia de amor con la que culmina la novela. Una novela, no
voy a engañaros envuelta en un aire de tristeza y derrota.
No
todo es perfecto en La fragilidad del neón. Hay momentos en que la
novela tiene pérdidas de ritmo por una a mi gusto excesiva y prolija
descripción de los escenarios. Cierto que se nota que el autor ama
París, pero mi desconocimiento de la misma hace que no solo no goce
con dichas descripciones, sino que me corte el ritmo narrativo.
Con
todo, el resultado final es positivo, es de esas novelas que te deja
a la espera de lo que el autor pueda depararte en un futuro. No será
lo último que lea de él si sigue adelante con su empeño de seguir
escribiendo.
Gracias
a Editorial Alrevés
por facilitarme un ejemplar para su lectura y reseña.
VALORACIÓN:
8/10