Mostrando entradas con la etiqueta El francotirador paciente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El francotirador paciente. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de enero de 2014

EL FRANCOTIRADOR PACIENTE (ARTURO PÉREZ-REVERTE)


Garabatos en las paredes





FICHA TÉCNICA

Título: El francotirador paciente
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara, 2013
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 303
PVP: 19,50 €





Editorial: De Bolsillo, 2017
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 303
PVP: 9,95 € €








ARTURO PÉREZ-REVERTE

No puede menos que llamarme la atención la biografía que de Arturo Pérez-Reverte nos presenta la editorial en la solapa interior:

Fue reportero de guerra durante veintiún años y es autor, entre otras novelas de El húsar, El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El Club Dúmas, Territorio Comanche, La piel del tambor, La carta esférica, La Reina del Sur, El pintor de batallas, Un día de cólera, El asedio y El tango de la Guardia Vieja y de la ya legendaria serie histórica Las aventuras del capitán Alatriste. Es miembro de la Real Academia Española.

Frente a biografías de otros autores en las que como te descuides te cuentan hasta los premios que ganó en el colegio, no puede menos que resultar chocante las breves pinceladas con la que despachan el amplísimo curriculum de Arturo Pérez-Reverte, porque solo se mencionan algunas de sus novelas y no se nombra ningún premio.
Seguramente no haga falta. Si no conoces a Arturo Pérez-Reverte, tienen página y páginas en Google para informarte.






ARGUMENTO 



«Mientras prestaba atención a la propuesta que iba a cambiar el sentido de mi vida, pensé que la palabra azar es equívoca, o inexacta. El Destino es un cazador paciente. Ciertas casualidades están escritas de antemano, como francotiradores agazapados con un ojo en el visor y un dedo en el gatillo, esperando el momento idóneo. Y aquel, sin duda, lo era (Página 17)

Alejandra Varela, conocida por todos como Lex, acaba de recibir una propuesta de su editorial: Encontrar a Sniper, el más famoso grafitero y convencerlo para que salga del anonimato y trabaje para prestigiosos museos.
El problema es que Sniper está permanentemente escondido y protegido por los grafiteros desde que Lorenzo Biscarrués ha puesto precio a su cabeza al responsabilizarlo de la muerte de su hijo, fallecido en un accidente mientras intentaba pintar sobre un tejado. Y si algo no le falta a Biscarrués es dinero y determinación para ver muerto a Sniper






EL FRANCOTIRADOR PACIENTE

No deja de ser un tanto polémico el tema central de esta novela: El grafiti. Arte para algunos, gamberrismo para los más, que afea las paredes de nuestras ciudades. Basten las fotos tomadas por mí para ilustrar el tema. A excepción de alguno con cierto arte, o los que adorman algunas paredes o cierres de tiendas, encargados por los propietarios de las mismas, en Leganés y Fuenlabrada (sitios donde están tomados estas fotos), no dejan de ser pintarrajos que manchan cierres y paredes.

¿Qué es un grafiti? Veamos lo que nos cuenta Pérez-Reverte a través de su protagonista Lex, en una supuesta de la misma tesis titulada El grafiti: una criptografía alternativa:
«El grafiti es la rama artística o vandálica, según se mire, de la cultura hip hop aplicada sobre superficies urbanas. (…) El nombre viene de la palabra italiana “graffiare” o garabatear.» (Página 44)

Una actividad ilegal que ocasiona numerosos gastos a los ayuntamientos, especialmente cuando no se respetan edificios o monumentos históricos.
Algo que parecen asumir los propios grafiteros, como en esta frase que recoge el autor, pintada sobre un autobús turístico del ayuntamiento de Madrid:
«Si es legal, no es grafiti.» (Página 43)


Al final, el grafiti es una mere excusa de Arturo Pérez-Reverte para mostrarnos otra cara de nuestra sociedad al mostrarnos un grupo de los que habitan en sus bordes:
«Chicos duros, con pocas esperanzas, que emitían en su propia longitud de onda. Carcoma despiadada del mundo viejo, cabeza de playa de una Europa mestiza, bronca, diferente, sin vuelta atrás (Página 32)

Es la vida de unos chicos, cuyas motivaciones pueden resultarnos extrañas, ajenas, pero son las que les mueven:
«Los que la impulsaban cada anochecer, mochila al hombro, cuando salía con la mirad absorta en paisajes que únicamente ella podía ver, o intuir, más allá de los confines del barrio, de la vida que aguardaba minada de años y de hijos, del tiempo y fracaso que todo lo agrisarían (Página 30)

Es la consecuencia de la marginalidad a la que nuestra sociedad está empujando a muchos chicos, aislados, sin posibilidad de ser alguien:
«Allá afuera, dijo, mientras agitas el espray, hueles la pintura fresca que ha dejado otro escritor en la misma pared como si olieras su rastro, y te sientes parte de algo. Te sientes menos sola. Menos nadie (Página 37)

Resumiendo:
«Uno escribe en las paredes para ser alguien(Página 39)


Narrativa actual, esa es la etiqueta que de entrada podría ponérsele a El francotirador paciente. Pero la narrativa de Arturo Pérez-Reverte es mucho más compleja, no se ciñe a un género concreto siguiendo sus cánones.
Así, sin que quizás pueda incluirse al cien por cien en ese género, El francotirador paciente tiene muchos elementos de novela negra. Es más, cuando no habla de grafitis, es novela negra.
Difícilmente podremos encontrar fuera de la novela negra un personaje como Lorenzo Biscarrués (desgraciadamente en la vida real hay demasiados como él)
«Biscarrués se había hecho inmensamente rico a lo largo de cuarenta años de esfuerzo contíno, voluntad férrea y trabajo tenaz. Figuraba en la lista Forbes y en la lista Bloomberg, y pocos habrían creído que ese individuo delgado y de amable apariencia, sentado ante mí en la mejor mesa del restaurante, impecablemente vestido con un traje gris marengo y corbata de seda en cuello italiano, había empezado explotando a inmigrantes asiáticos en talleres de confección ilegales y vendiendo el mismo en una furgoneta, tienda por tienda, prendas falsificadas de grandes marcas(Página 156)

En toda novela negra que se precie, tiene que haber uno o más muertos. Aquí también los hay, aunque sea el fantasma de unos muertos que planea por toda la narración. Nadie los asesinó. ¿O sí? Eso es lo que piensa Biscarrués, que responsabiliza a Sniper de dichas muertes al plantear acciones cada vez más arriesgadas, que en varias ocasiones, no sólo con su hijo, han terminado con la muerte del grafitero.
Muerte, venganza, sicarios contratados en su busca para darle muerte. ¿Qué es eso sino novela negra? No en vano, ese espíritu fatalista que recorre toda la obra de Arturo Pérez-Reverte es el característico de dicho tipo de novela
«La vida, parecía argumentar, abunda en momentos en los que a cualquiera pueden despacharlo por error o por azar. Es absurdo buscar responsables (Página 211)


Sumadle a todo lo anterior un pequeño libro de viajes, pues la acción transcurre por los paisajes urbanos de Madrid, Lisboa, Verona (en la casa de Romeo y Julieta) o Nápoles, para tener una novela muy completa.






IMPRESIÓN PERSONAL

He de reconocer que comencé la lectura de El francotirador impaciente con muchas dudas. No me gusta ver las paredes de las ciudades manchadas con los “garabatos” con los que algunos “marcan” sus territorios. Y tanto había oído contar como Pérez-Reverte había compartido experiencias con ellos, que tenía muchas dudas de hasta que punto había confraternizado con ellos y adoptado como propios sus puntos de vista. Porque difícilmente puede empatizar con un personaje de este tipo.
Afortunadamente la novela se limita a mostrar su punto de vista, el por qué de sus acciones, qué es lo que les lleva a adoptar ese tipo de vida y filosofía.

No está El francotirador impaciente entre las mejores novelas de Arturo Pérez-Reverte (algunos la tachan de una novela “alimenticia”, escrita solo para vender). Sin embargo, he de reconocer que me ha gustado, mucho más de lo que esperaba.
Y es que, hasta la peor novela de Pérez-Reverte es mucho mejor que la mejor de muchos escritores, con párrafos magistrales a lo largo de todo el texto. Un texto que en esta ocasión muestra la originalidad de estar escrito en primera persona por una mujer. No es que no existan personajes protagonistas femeninos en la bibliografía de Pérez-Reverte (por ejemplo podemos encontrarlo en La reina del Sur) pero no era narradora única.
Encontraremos, a fin de cuentas es marca de autor, el tono desengañado y el poso amargo que caracterizan su escritura, si bien es cierto, que en esta ocasión me ha parecido una novela menos amarga.

No esperéis “happy end”, que a poco que hayáis leído de él, sabéis que no existe en sus novelas. Pero he de confesar que me ha sorprendido y gustado el final que ha dado a El francotirador impaciente.
Un final en cierto modo sorprendente para una novela que, sin estar entre las mejores del autor, no defraudará a los que disfrutamos con su prosa.




VALORACIÓN: 8/10





Gracias a somnegra, patrocinador de la I Edición de Cruce de Caminos Negro y Criminal, que me proporcionÓ esta novela al ganar uno de los premios de la primera edición.

Gracias también a David Gómez de Cruce de caminos  por la organización de la misma. Si quieres apuntarte en la segunda edición, las bases las tienes pinchando AQUÍ


SomNegra


Si quieres conocer más novedades 2014, pincha AQUÍ

Si quieres conocer más reseñas de novela negra, pincha AQUÍ.

Analytics