Hoy os traigo otro libro autoeditado en una reseña con la que participo en una lectura conjunta ¿Dónde está la corbeta matarile-rile-rile?
Portada de "El secreto sumergido"
Hace un par de semanas recibí un correo de nuestra compañera Laky (Libros que hay que leer): Hace
unas semanas convoqué otra lectura conjunta (cosa de los autores, que
piden y no me sé negar...). Se trata de "El secreto sumergido" de
Christian Perfumo. Es también un ebook y lo envío yo gratis a todos los
participantes. Se trata de una novela de aventuras. Aún no la he leído
pero quien lo ha hecho está encantado con la lectura. Échale un vistazo a
ver si te interesa porque todavía estarías a tiempo de participar. Me
cuesta negarme a cualquier iniciativa que convoque Laky, culpable entre
otras cosas de que me animara a meterme en este mundo de la blogsfera.
Además en estos momentos no tengo atasco en libros pendientes (en el
ebook sí, pero ese no me preocupa) para devolver a la biblioteca, porque
procuro no recargar mi lista a la espera de que me llegue El invierno del mundo de Ken Follet, un tocho que seguro colapsará mis lecturas.
LUn
libro de aventuras con buenas críticas no es probablemente lo que más
me llame la atención en estos momentos, pero si se trata de una buena
novela de aventuras, tampoco me importa. Así que, sin más, sin buscar
nada sobre el autor, sin buscar nada sobre el libro, dije sí y hoy vengo
a presentaros el resultado de esta aventura lectoras.
EL AUTOR: CRISTIAN PERFUMO
El
primer dato que hay que destacar, por lo menos para la lectura de este
libro, es que Cristian Perfumo nació en Puerto Deseado, Argentina. Algo
que él mismo destaca en su blog: Me crié en Puerto Deseado, en la
Patagonia, en una época en la que nadie cerraba la puerta con llave.
Crecí empujado por un viento constante y helado (y con esto no pretendo
una metáfora romántica: no para nunca, te mete el frío hasta en los
huesos y si te agarra mal parado, te tira al suelo). Vino a España,
donde descubrió una de sus grandes pasiones: el buceo. No es pues de
extrañar que al escuchar la historia del descubrimiento de una corbeta
inglesa hundida en la ría de Puerto Deseado, decidiera unir dos de sus
pasiones, el buceo y la escritura, para dar lugar a lo que decició fuera
una novela, esta que hoy traigo a vuestra consideración.
ARGUMENTO
Los
sitios pequeños están llenos de rumores, de historias que rápidamente
circulan de boca en boca a falta de algo mejor que hacer. Si además
estamos en un lugar aislado e inhóspito, la Patagonia Argentina, a
principios de los años 80 donde las comunicaciones y los desplazamientos
no eran fáciles y no había distracciones como Internet, nada como
hablar y contar historias, unas verdaders y otras falsas. ¿Podía
haber un barco hundido en el fondo de la ría que había buceado tantas
veces? ?O e trataba de una versión más elaborada de otro de los tantos
rumores falsos?
La Corbeta Swift
¿Qué mejor entretenimiento para un joven que seguir la
pista a uno de esos rumores? Eso es lo que hace Marcelo al escuchar la
historia de la corbeta Swift, hundida en Puerto Deseado en el año 1770.
Con lo que no cuenta Marcelo es que tras obtener las primeras
informaciones sobre el hundimiento de dicha corbeta de boca de un viejo
marinero que además le permite escuchar la grabación de la historia, una
historia que en su día le contó el descendiente de uno de los mandos de
aquella corbeta hundida, se va a ver envuelto en una aventura en la que
el peligro no se encuentra en las gélidas aguas en las que se ha de
sumergir con sus amigos para encontrar el barco hundido, sino en la
misma tierra, donde otros personajes no reparan en medios, asesinato
incluido, para acabar con cualquier competencia que les impida hacerse
con dicho barco. Pero ¿qué puede esconder una nave que no
transportaba oro ni plata para semejante interés asesino? ¿Qué podía
transportar de tanto valor? Porque unos oxidados cañones no justifican
la persecución criminal a la que se ven sometidos. ¿Te sumerges en la lectura de este libro para descubrir el secreto de la corbeta Swift?
Como
dice el autor al comienzo del libro: Los hechos y personajes del siglo
XVIII que describo en esta obra son reales (en el noventa por ciento de
los casos). Los de la década del 80, en cambio, son producto de mi
imaginación (a excepción de los que no lo son).
IMPRESIÒN PERSONAL
Una de las dudas que
se me planteaban mientras leía el libro sin saber nada del autor, era si
las expresiones que se utilizaban eran reales, o una mera imitación del
habla argentina, Una duda que surgía porque el número de palabras
extrañas o de giros locales era mínimo. Al mismo tiempo se utilizaban
expresiones claramente españolas, bien es verdad que en boca de la
protagonista femenina, una catalana que está realizando un estudio sobre
los tiburones en Puerto Deseado. Leyendo la biografía que nos
presenta en su blog, ambos aspectos quedan claros, pues su inquietud
viajera (ahora mismo vive en Australia, otro de los lugares que aparecen
en el libro) le llevó también a España. De esta manera, ha
“dulcificado” buena parte de esos giros locales que hubieran hecho más
dificultosa la lectura para un lector español. Quedaba patente según
avanzaba la lectura, que buena parte de lo que se nos narraba está en
las vivencias del escritor, que era evidente que buceaba y que se había
sumergido en aquellas frías aguas, si bien como reconoce en una nota al
final, es una gran licencia escritora hablar de visibilidad en unas
aguas permanentemente turbias. Aunque varios son los personajes que
pueblan esta novela, el protagonismo está centrado fundamentalmente en
uno: Marcelo, el joven que embarca a sus amigos en la aventura de
descubrir la corbeta hundida Tu estás lleno de misterios. Pensar que
hay gente que te dobla en edad y su máxima aspiración es beber cerveza
en el sofá y mirar el fútbol. Y tú, que todavía no has terminado el
colegio, ya tienes un sueño y una historia que prefieres no contarAl margen de la aventura en si, lo mejor de esta novela es la descripción del ambiente de esa pequeña población de Patagonia que es Puerto Deseado,
una población confiada en la que sus habitantes dejan la puerta sin
cerrar, o con la llave escondida en sitios que finalmente todos conocen.
Un ambiente que se verá quebrado por la presencia de unos buzos
desconocidos que persiguen sin importar los medios, asesinato inclusive,
el mismo objetivo que Marcelo. Un ambiente cerrado. Tan cerrado que
permanentemente separa, que no necesariamente discrimina, entre los
“auténticos” vecinos de la zona, y los que han llegado hasta allí.
Puerto Deseado
TAF
es el acrónimo de “traídos a la fuerza”. Los patagónicos distinguen
entre los TAFs y los NYCs, que son los “nacidos y criados”. No importa
cuánto tiempo pasa desde que una persona se radica en la Patagonia:
siempre habrá alguien que te recuerde que no naciste acá
Como libro de aventuras que es, se lee con suma facilidad,
con un lenguaje que no está cargado de localismos. Creo que el autor
prefiere perder un tanto de verosimilitud en el lenguaje, (pues lo suyo
en un lugar apartado, sería un lenguaje mucho más cerrado y poblado de
palabras o dichos argentinos de uso poco común en España) en aras de
conseguir una mayor facilidad de comprensión para el resto de los
lectores castellano parlantes. Es curioso como a partir de una trama mínima, el autor consigue dotar a su novela de mucha acción y una cierta dosis de intriga
que va in crescendo a medida que avanza el texto, con momentos de mucha
tensión, especialmente para mi en algunas escenas de buceo, pues a mi
que me cuesta mantener la cabeza (precisamente el mote de Marcelo) bajo
el agua, me terminan dando sensación de ahogo. El problema que
tienen habitualmente las novelas de aventuras es la credibilidad de su
argumento, que en muchos momentos si quieres seguir leyendo no te queda
otra que aceptar pulpo como animal de compañía. Dentro del argumento dos
son los puntos más delicados: los “malos” y la aventura romántica (que
no puede faltar). Sin unos malos muy malos, la tensión disminuye de tal
manera que la novela pierde interés. Pero si te pasas de la raya al
describir los malos, la acción puede perder toda su credibilidad. En el caso de El secreto sumergido
está claro que por muy épica que pueda resultar una inmersión en busca
de su tesoro o un secreto sumergido en un barco cuyo emplazamiento
concreto se desconoce, sin la presencia de unos “malos” que persigan el
mismo fin y no reparen en medios para conseguir llevarse ellos el gato
al agua (¿o sería más correcto decir sacar el gato del agua?) quedaría
todo un tanto diluido. Un aprobado raspado se lleva la novela en este
aspecto, porque los malos son rematadamente malos, excesivamente malos, probablemente muy por encima de lo que el guión hubiera requerido, por lo que no termina de convencerme. Menos aún me convence la aventura romántica del protagonista,
porque por muy maduro que sea, con dieciocho años sigue siendo un
“pibe” y que se enamore de él una mujer que le saca unos cuantos años,
no me convence para nada. Si en buena medida un libro se mide por su final, he de decir que el final de El secreto sumergido
es realmente muy bueno, un giro a la narración que hace que ese epílogo
le de al libro un sentido diferente. Un final que por otra parte, me
permite subir la nota final de la novela, que pasa así de un aprobado
raspado a un bien.
CONCLUYENDO
Una novela de aventuras para los amantes del género,
entretenida y de fácil lectura, con una ambientación muy conseguida y
un estilo que no parece propio para tratarse de una primera novela. En
su contra que es tan fácil de leer como de olvidar, algo que por otra parte ocurre con casi todas las novelas de aventuras a excepción de unas pocas obras maestras.