La peluquería, los chinos y la crisis
FICHA TÉCNICA
Título: El
enredo de la bolsa y la vida
Autor: Eduardo
Mendoza
Editorial: Seix Barral, 2012
Encuadernación: Tapa blanda
PVP: 18,50 €
Páginas: 272
Ebook; 8,49 €
Editorial: Seix Barral, 2015
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 271
PVP: 8,95 €
Ebook; 8,49 €
Editorial: Seix Barral, 2015
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Páginas: 271
PVP: 8,95 €
Vuelve Eduardo Mendoza a retomar su personaje más popular, ese detective sin nombre, y a mostrarnos en medio de la crisis que parece no acabar nunca, a hacernos reír con las aventuras y desventuras de su loco personaje.
EDUARDO MENDOZA
Unas novelas en las que busca una fácil identificación con sus personajes.
EL DETECTIVE SIN NOMBRE
Así
es como el propio autor denomina al protagonista de esta novela. Un
personaje que no es nuevo pues ya empezó con el allá por el año 1979 con
lo que de momento es una tetralogía compuesta por los siguientes
libros:
-El misterio de la cripta embrujada (1979)
-El laberinto de las aceitunas (1982)
-La aventura del tocador de señoras (2001)
-El enredo de la bolsa y la vida (2012)
El autor es plenamente consciente de este posible desconocimiento u olvido del personaje, por lo que nos da algunas pinceladas del mismo al principio, las suficientes como para que nos hagamos una idea del mismo.
«Lo cierto es, por si algún lector se incorpora al recuento de estas andanzas sin conocimiento previo de mis antecedentes, que en el pasado estuve recluido injustamente, aunque esto ahora no venga a cuento, en un centro penitenciario para delincuentes con trastornos mentales y que dicho centro lo regentaba con carácter vitalicio y métodos poco gentiles el doctor Sugrañes.» (Página 8)
Y un poco más adelante nos hace un resumen de su pasado y su situación actual:
«Desde hacía unos años, y tras unos inicios algo accidentados, de los que en su día deje constancia escrita, regentaba una peluquería de señoras a a que, de un tiempo a esta parte, solo acudía con admirable regularidad un empleado de la Caixa para reclamar las cuotas atrasadas de is sucesivos créditos.» (Página 17)
«Desde hacía unos años, y tras unos inicios algo accidentados, de los que en su día deje constancia escrita, regentaba una peluquería de señoras a a que, de un tiempo a esta parte, solo acudía con admirable regularidad un empleado de la Caixa para reclamar las cuotas atrasadas de is sucesivos créditos.» (Página 17)
En realidad estamos ante un detective que no quiere ser tal y de hecho no ejerce de tal sino de peluquero, por más que ahora en su peluquería por cosas de la crisis no tenga a nadie a quien cortar el pelo. Solo trabaja como detective, muy a su pesar, cuando las circunstancias de la vida y sobre todo de los que le rodean le obliga a ello:
«A lo largo de mi existencia me he visto obligado a resolver algunos misterios, siempre forzado por las circunstancias y sobre todo por las personas cuando en manos de estos estaban aquellos.» (Página 124)
ARGUMENTO
No
es que su vida no sea un tanto aburrida, con una peluquería en la que
no entra ninguna mujer a cortarse o arreglarse el pelo, cosa de la
crisis pudiera ser, pero para los chinos del chiringuito de enfrente no
hay crisis que valga, que siempre está lleno, pero lo que menos le
apetece es meterse en otro fregado.
Pero qué le va a hacer si cuando desaparece su amigo Rómulo el guapo, antiguo compañero de manicomio y que hace poco ha venido a proponerle un negocio sucio pero que le dejaría mucho dinero, un negocio del que no ha querido saber nada, viene a la peluquería Quesito, una chiquilla de trece años, hija de madre soltera y para la que Rómulo era la única figura masculina que sin serlo ni pretenderlo ha ejercido la figura de padre, amigo y mentor para ella. (Otra cosa es que lo que haya aprendido sea a abrir cualquier tipo de puerta con una horquilla).
Pero qué le va a hacer si cuando desaparece su amigo Rómulo el guapo, antiguo compañero de manicomio y que hace poco ha venido a proponerle un negocio sucio pero que le dejaría mucho dinero, un negocio del que no ha querido saber nada, viene a la peluquería Quesito, una chiquilla de trece años, hija de madre soltera y para la que Rómulo era la única figura masculina que sin serlo ni pretenderlo ha ejercido la figura de padre, amigo y mentor para ella. (Otra cosa es que lo que haya aprendido sea a abrir cualquier tipo de puerta con una horquilla).
Al grupo se unirá la Moski que tras pertenecer a las juventudes estalinistas vino a España tras la caída del muro en busca de los auténticos revolucionarios y se gana la vida por los chiringuitos tocando un acordeón que cuida más que su figura y cantando (esto último es un decir). Y como hace falta un medio de transporte, la Moski subcontratará a Mahlenik, un repartidor de pizzas.
Completa el grupo Pashmarote Pancha, que se gana la vida con un centro de yoga intentando canalizar la energía de las mujeres.
Como lugar de reunión para el grupo el bar Se vende Perro, regentado por Armengol, encantado de tener algún cliente, aunque sea difícil que logre que estos le paguen algo.
Un
grupo de lo más peculiar que en la búsqueda de Rómulo se encontrarán
con una conjura internacional en la que pretenden asesinar a Angela
Merkel.
EL LIBRO
Aún con eso, mucho esperaba de un personaje del que el propio autor define del siguiente modo: «El detective sin nombre es primo hermano de Gurb».
La comparación no es gratuita, porque esa es la sensación que en muchos momentos tengo al leer al libro: La visión de la vida de este detective, muy bien pudiera ser la de un marciano que acaba de llegar a nuestro planeta.
A esa visión alocada de nuestra situación, hay que sumarle además la de un viejo chino, o la de un presunto guía espiritual, para terminar de completar una novela muy divertida, una terrible sátira de nuestra situación actual.
A esa visión alocada de nuestra situación, hay que sumarle además la de un viejo chino, o la de un presunto guía espiritual, para terminar de completar una novela muy divertida, una terrible sátira de nuestra situación actual.
Ved si no este más que sangrante comentario sobre el uso del dinero por parte de los ricos en medio de la crisis:
«Era admirable ver como aquellos potentados, tan duramente golpeados por la crisis financiera como acababa de saber leyendo un periódico, seguían manteniendo la apariencia de derroche y jolgorio con el único fin de no sembrar el desaliento en los mercados bursátiles.» (Página 125)
O este análisis de por qué hemos llegado a la crisis, puesto en boca de un chino:
«Occidentales son malos matemáticos. Mira Europa. Por arrogancia pasan de ser conjunto de provincias en guerra y convertirse en imperio. Cambió moneda nacional por euro y ahí empezó decadencia y ruina.» (Página 158)
«Occidentales son malos matemáticos. Mira Europa. Por arrogancia pasan de ser conjunto de provincias en guerra y convertirse en imperio. Cambió moneda nacional por euro y ahí empezó decadencia y ruina.» (Página 158)
«Durante siglos tuvimos dominación extranjera y pasamos hambre que te cagas. Ahora hemos aprendido lección, hemos sabido aprovechar oportunidad y nos hemos hecho amos de medio mundo.» (Página 158)
La
visión que el chino nos muestra de la vida, en choque con nuestra
concepción de la misma, es otro de los motivos para provocar la
hilaridad que provoca el autor:
«Haga como yo: aproveche ventajas ser viejo.
Yo no soy viejo.
Vaya practicando. Secreto para llegar muy viejo es envejecer muy pronto.» (Página 147)
«Haga como yo: aproveche ventajas ser viejo.
Yo no soy viejo.
Vaya practicando. Secreto para llegar muy viejo es envejecer muy pronto.» (Página 147)
El falso guía espiritual, nos deja también algunas perlas que no tienen desperdicio:
«La filosofía y la religión están muy bien, claro, pero son para los ricos, y si uno es rico ¿para que quiere la filosofía y la religión.» (Página 193)
Por eso resulta tan divertido, porque nos obliga a reírnos de nosotros mismos, de nuestras propias flaquezas, de lo absurda que es en muchos momentos nuestra situación. Porque se ríe de la crisis, con ese peluquero sobreviviendo a la deuda que tiene con la Caixa, sin clientas en la peluquería y teniendo que doblegarse al imperio chino que quiere su peluquería para montar un restaurante chino.
Y si imposibles son las situaciones, más imposibles son aún sus personajes, comenzando por el nombre de los mismos, unos nombres que no son sólo imposibles sino que son un chiste en sí mismos. ¿Qué pensar si no de un gurú que lleva por nombre Pashmarote Pancha? ¿O de un terrorista de nombre Ali Aaron Pilila?
Personajes imposibles, pero no por ello menos entrañables que si fueran reales,
porque en el fondo, aunque sean una exageración, no dejan de ser un
reflejo de esos personajes extraños y sin nombre que nos rodean por
todas partes.
OTRAS PERLAS
«Tu no sabes quién era Franco, con él no había libertades ni justicia social, pero daba gusto ver la televisión.» (Página 30)
«El camarero llevaba la cara pintada de negro de resultas del continuo restañar el sudor con el trapo de secar la cristalería.» (Página 234)
IMPRESIÓN PERSONAL
Un libro que merece la pena leer, porque con el agobio que la situación del día a día nos obliga a convivir, es necesario reírse de la crisis, aunque sea con una Angelita Merkel imposible. Imposible, una palabra que se está repitiendo en esta reseña, pero tras la que se oculta un muy lúcido análisis de nuestra situación y de cómo hemos llegado hasta ella.
Sin duda ha sido una de las mejores lecturas que he tenido en el año 2012. Una novela que se devora en muy breve tiempo y que me ha dejado con una sonrisa en el rostro, con lo difícil que es reír y sonreír con la que está cayendo.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles
FICHA TÉCNICA
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 269
PVP: 18,50 €
VALORACIÓN: 10/10
Leí este verano cuatro libros de Mendoza y creo que acabé algo saturada. no lo descarto, pero desde luego no para ahora.
ResponderEliminarBesos
Jou, creo que se ha perdido mi comentario anterior. Decia que de la serie esta solo he leido el del tocador, aunque siempre he querido seguir con ella. Quiza este año, con el reto de negra y criminal me anime del todo. Besos
ResponderEliminarHola! Excelente reseña, todavía no tuve la oportunidad de leer nada de este autor, pero no descarto leer esta saga.
ResponderEliminarBesos!
Pienso que el humor de E. Mendoza es muy personal y que no todo el mundo lo 'pilla'. He probado con él en su faceta humorística y también en otras más serias y no me termina de convencer de ninguna dee las maneras.
ResponderEliminarBesos.
Tienes toda la razón, es un gran mérito hacernos reír en estos momentos, sin embargo lo intenté con Mendoza varias veces y no consigo que consiga en mí ese efecto... Bss
ResponderEliminarYo también tengo ganas de reirme con Mendoza de nuevo. Lo tengo en mi lista interminable de libros por leer y espero poder tener el momento para abordarlo y más leyendo tu reseña.
ResponderEliminarLo tengo pendiente, además después de leer el del tocador de señoras y lo que me reí, no puedo desaprovechar esta ocasión.
ResponderEliminarTengo que volver a leer algo de este autor, que hasta ahora he disfrutado de las novelas suyas que he leído. Y por lo que cuentas, ésta va por el mismo camino.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me quiero leer El misterio de la cripta embrujada desde hace muchísimo, no sé por qué aún no lo he hecho. Un saludo
ResponderEliminarMe encanta este hombre!!
ResponderEliminarTengo ganas de hacerme con este =)
Besotes
Me encanta Mendoza, aunque es cierto que algunas novelas se hacen más difíciles de leer. Sin embargo me gusta lo claro que es, su humor es muy grande aunque no todo el mundo lo alcance. Bicos.
ResponderEliminarLlevo con ganas de leer este libro casi desde que salió. Por cierto, menuda reseñaza!!
ResponderEliminarBesos,