Podemos fabricarte
Philip K. Dick
FICHA
TÉCNICA
Título: Podemos
fabricarte
Autor: Phlip
K. Dick
Editorial: Minotauro, 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 270
PHILIP K.
DICK
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Philip K. Dick (Chicago,
1928-Santa Ana, California, 1982) residió la mayor parte de su vida
en California. Asistió a la universidad pero no llegó a finalizar
sus estudios. Creador precoz, empezó a escribir profesionalmente en
1952, y llegó a publicar un total de treinta y seis novelas y cinco
colecciones de relatos a lo largo de su vida. Murió en 1982 en sin llegar
a ver la primera adaptación cinematográfica de su obra, Blade Runner.
Puedes encontrar las reseñas de sus
siguientes novelas en mi blog:
ARGUMENTO de
PODEMOS FABRICARTE
Ésta es la sinopsis facilitada por la
editorial:
Cuando la empresa de órganos musicales
eléctricos de Louis Rosen fabrica una réplica robótica perfecta de Abraham
Lincoln, la firma acaba arrastrada bajo la influencia de un empresario de comportamiento
turbio que quiere utilizar al Lincoln en beneficio propio. Mientras tanto,
Rosen busca el consejo de Lincoln cuando corteja a una mujer incapaz de
comprender las emociones humanas, alguien que quizás sea más robótica que la
propia réplica de Lincoln.
PODEMOS
FABRICARTE
Lo primero que conviene saber al
acercarse a esta novela, es que está publicada en el año 1972, muy lejos
todavía la tecnología de los desarrollos actuales, sobre todo en cuanto a
computación se refiere, por lo que está muy claro que, si hoy día todavía
andamos muy lejos de poder llegar a la creación de robots más o menos
funcionales o parecidos a los humanos, en la época en la que se escribió era
totalmente imposible.
Claro, que eso poco importa al autor
porque su planteamiento no tiene nada de científico. Se crean gracias a la
habilidad de los ingenieros de la compañía y punto.
Hasta cierto punto tenía la impresión de
estar leyendo una distopía, que en cierto modo tal vez lo fuera en el momento
en que se escribió la novela, pero muy alejada de la realidad en la que estamos
viviendo, porque la sociedad ha evolucionado tecnológicamente mucho más de lo
que parece en una novela en la que por otra parte los viajes espaciales son factibles
y se está colonizando la luna.
La portada de Podemos fabricarte, nos hace
pensar directamente en una novela de robots. Nada más lejos de la realidad,
sobre todo cuando los dos humanoides que en ella aparecen son muy humanos,
cargados con todos los conocimientos y el modo de ser de los personajes a los
que encarnan.
Esperaba una reflexión sobre la
humanidad o no de estos seres y apenas hay una página sobre ello, con un comentario
del tipo:
«Yo diría que una persona se puede definir como un animal que lleva un pañuelo en el bolsillo». (Página 121)
O tras una disquisición entre animales,
hombres y máquinas, llegar a la siguiente conclusión:
«—El detalle crucial, creo, es el alma. Una máquina puede hacer cualquier cosa que haga un ser humano, pero carece de alma.—No existe el alma. Eso son bobadas.—En ese caso, una máquina es lo mismo que un animal. Y un animal es lo mismo que un ser humano». (Página 122)
Lo verdaderamente importante para el
autor es la mente del ser humano, aquella que además está en el límite de la
cordura, aquella que ha de lidiar con una personalidad esquizofrénica. De hecho
los capítulos finales transcurren en un sanatorio psiquiátrico y nos hablan del
tratamiento de la esquizofrenia.
OPINIÓN
PERSONAL
Podemos fabricarte ha resultado para mí
una decepción total. Lo de menos es que no resultase lo que yo esperaba. Lo
demás es que no ha conseguido engancharme en ningún momento, tal vez porque la
temática que desarrolla la novela no me atrae para nada.
Es cierto que del autor de ¿Sueñan los
androides con ovejas eléctricas? Esperaba una novela de semejante corte en la
que se abordara como la hace la anterior la relación entre la humanidad y las
criaturas artificiales, máxime cuando en esta novela se trata de la
construcción de dos modelos de androides a los que se da la forma de dos
personajes históricos reales: Stanton y Lincoln, personajes fundamentales en la
historia de Estados Unidos.
Dejando a un lado que como lector tienes
que admitir que los fabrican porque sí, porque ni la tecnología ni los avances
científicos de la época en la que está escrito permiten hacerlo, lo cierto es
que la fabricación de dichos personajes solo es una excusa de la trama para
presentarnos una guerra comercial entre los pequeños fabricantes que han hecho
posible esos seres y un riquísimo magnate que intenta a toda costa quedarse con
su obra.
Es verdad que sirven como contraste para
hablarnos de dos seres creados que pueden ser mucho más humanos que los propios
humanos, porque la frialdad de algunos personajes de esta novela asusta.
Finalmente, resulta que la novela más
que de robots va de trastornos psíquicos, que es lo que al autor le interesa.
Si repasas la biografía de Philip K. Dick, no esa nota escueta que he puesto y
que es la que facilita la editorial, verás que en su vida el estaba convencido
de padecer esquizofrenia y desde luego era un paranóico.
Por eso la novela nos habla del auge de
las enfermedades mentales en Estados Unidos y la existencia de una ley y unos
tests para detectar dichos enfermos y someterlos a tratamiento, como ocurre con
algunos de los protagonistas de esta novela.
Tampoco me ha ayudado no poder empatizar
con ninguno de los protagonistas y ver como el principal, que es el que hace de
narrador, está bajo el influjo de una relación tóxica y destructiva, que es la
otra parte del argumento de la novela. Una relación que solo puede llevar a la
destrucción física y mental del que se ha dejado arrastrar por ella.
No estoy diciendo con todo lo anterior
que la novela sea mala, ni mucho menos. Simplemente que no he podido disfrutar
de ella como lo había hecho previamente con otras novelas del autor. De ahí una
nota tan baja.
VALORACIÓN: 5/10
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Aparte de la que inspiró "Blade Runner" nada he leído de Philip K. Dick. La verdad es que la novela de anticipación no está entre mis preferencias. Veo, por tu reseña, que ésta no es tal cosa exactamente; mira por donde quizás me interesaría más por esto.
ResponderEliminarEn fin, Pedro, como siempre muchas gracias `por tu reseña.
Un abrazo
No es de las lecturas a las que me lanzo como loca, así que queda descartada Besos.
ResponderEliminarNo es lo que suelo leer y viendo tus impresiones, lo dejo pasar tranquilamente.
ResponderEliminarBesotes!!!
Robots más humanos que los propios humanos, trastornos psiquiátricos... hombre, es una mezcla algo extraña... Igualmente, soy poco de distopias (si se puede hablar de distopia) y de ciencia ficción... No es un título que me hubiera llevado a casa si lo hubiera visto... tampoco he leído su novela tan famosa, aunque esa sí me llama la atención... ;)
ResponderEliminarLa Sci-fi no me va mucho, es un tema que no suelo tocar a menudo porque me suelo aburrir; no tiene mala pinta el libro pero tampoco me atrae lo suficiente ¿opción regalo? Si, lo anoto.
ResponderEliminarBesitos 💋💋💋
Hola Pedro! Pues esperaba tu reseña para confirmar lo que me temía. Y es que después de mi última incursión en la ciencia ficción, no me decidía del todo a lanzarme a por otra, y ya veo que con esta novela no hubiera acertado. Así que muchas gracias. Me quedo con mi novela negra tan feliz jeje. Un besote!
ResponderEliminarMe encanta el género y el autor, este lo tengo pendiente =)
ResponderEliminarBesotes