Ese país al que te pareces
Tobie Nathan
FICHA
TÉCNICA
Título: Ese
país al que te pareces
Autor: Tobie
Nathan
Editorial: Maeva, 2017
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 331
TOBIE NATHAN
Esto es lo que la editorial nos cuenta
del autor:
Tobie Nathan (El Cairo,
1948) es especialista en etnopsiquiatría, disciplina que estudia los
trastornos de los pacientes dentro de su universo familiar y
cultural, además de profesor emérito de psicología en la Universidad
de París, diplomático y escritor. Su familia es de origen italiano y
judío. Tuvo que abandonar El Cairo junto a sus padres en 1957 a raíz
de la revolución egipcia y la expulsión de los judíos. Vivieron
en Italia y luego se trasladaron a Francia, donde obtuvo la
ciudadanía a la edad de veintiún años.
Ha escrito artículos, libros científicos
y obras de ficción. Entre sus libros destacan Saraka Bô, Mon Patien Sigmund Freyd y Les nuits de
patience.
Y más recientemente Les secrets de vos rêves, un ensayo
sobre la interpretación de los sueños.
Aclamado por la crítica y los lectores,
Este país al que te pareces ha sido finalista del prestigioso premio Goncourt.
ARGUMENTO de ESE PAÍS AL QUE TE PARECES
Zohar, nacido en el gueto judío de El
Cairo, nos va a contar su historia, la del hijo de un padre ciego y una madre
que es medio hechicera. Su vida se la debe a una mujer árabe que fue quien le
amamantó al no poder hacerlo su madre.
«Yo nací de eso… en el país de los faraones, de una madre poseída por los diablos y de un padre ciego. ¿Qué podía hacer entre esos dos que se amaban con pasión infinita?» (Página 72)
Con él viviremos los cambios sufridos
por Egipto a lo largo del siglo XX, con el rey Faruk, la llegada al poder de
Nasser y con una islamización creciente de la sociedad egipcia que llevará a la
persecución de los judíos.
Y conoceremos su historia de amor con
Masreya, su hermana de leche. Un amor que deben llevar en secreto pues es algo
prohibido tanto por la sociedad musulmana como por la judía.
ESE PAÍS AL QUE TE PARECES
De vez en cuando busco libros que se
salgan de mi línea habitual de lecturas. Unas veces aciertas, otras no. En ésta
ocasión, ha sido un acierto que me ha permitido leer una historia diferente
sobre un país del que no he leído mucho (y menos sobre su historia del siglo
XX), narrada de un modo muy especial.
Eso es Ese país al que te pareces: La historia
del Egipto del siglo XX contada por un judío nacido pobre en un gueto de El
Cairo. Para ser exactos, nos mostrará el Egipto de 1925 a 1952.
Una visión de Egipto a ras de calle. La
visión de unos judíos pobres que irán prosperando, de ahí que finalmente
también lleguemos a conocer cómo es ese mundo de la realeza, de un rey Farouk
que me ha resultado sorprendente.
Pero junto a esa visión de Egipto, de
sus cambios sociales, de su religiosidad (no solo conoceremos la religiosidad
de los judíos, sino también la de los musulmanes), Ese país al que te pareces
es una historia de amor. O dos, si me apuráis, que muy peculiar e intensa es la
relación de amor entre los padres de Zohar, una historia que no le resulta
fácil de entender:
«Hay algo en el matrimonio que lo hace imposible, instituyendo la idea de que el amor es una necesidad natural. El amor no es una necesidad, como tampoco el resultado de un deseo; cuando sobreviene, el amor supone s9empre una fractura en el orden del mundo». (Página 110)
Rey Farouk |
Es también la historia de un amor
imposible, que debe ocultarse a los ojos de todos: El que Zohar siente por su
hermana de leche:
«Debo hacer una precisión: musulmanes, coptos, ortodoxos, caraítas o judíos, todos somos egipcios. Una misma regla presidía nuestras bodas: la prohibición absoluta de la hermana de leche. Casi podría decirse que estaba permitido casarte con tu hermana de sangre –una prima hermana, por ejemplo-, pero en ningún caso con tu hermana de leche». (Página 111)
Y en ese crecimiento de su historia, del
niño que terminó haciéndose un adulto, iremos conociendo los profundos cambios
que llevaron a Egipto de ser una colonia inglesa a ser un país independiente en
el que el poder de los musulmanes se fue haciendo cada vez mayor.
IMPRESIÓN
PERSONAL
Es muy recomendable Ese país al que te pareces, una novela que
resultó finalista del premio Goncourt, para todos aquellos que quieran una
historia diferente. Diferente tanto por lo que nos cuenta (esa historia de los
judíos dentro de Egipto, antes de ser expulsados y buscar en Palestina su nuevo
reino), como por la manera de contárnosla, lleno en muchos momentos de una
poesía que nos hace sentirnos inmersos en un ambiente exótico y diferente como
lo es ese país tan cargado de historia y de historias.
Un Egipto más allá de las historias de
sus faraones, esos faraones que a lo largo del libro irán viendo sus tumbas
descubiertas. Un Egipto donde la modernidad y la tradición se mantienen en una
pelea por prevalecer la una sobre la otra. Un Egipto que sin duda te cautivará
como ha hecho conmigo.
Si quieres conocer más novedades editoriales 2017, pincha AQUÍ
Si quieres comprar el libro pincha en la imagen correspondiente:
Si quieres comprar el libro pincha en la imagen correspondiente:
Me gustan las historias distintas y esta parece una de ellas. Me lo apunto para buscarlo
ResponderEliminarGracias
Lo tengo en francés, me lo ha traído un amigo de Suiza que ha venido a pasar unos días, y me ha encantado el detalle pues la tenía en mi lista de lectura.
ResponderEliminarUn besito, buena reseña.
No lo conocía. Creo que podría gustarme... me lo apunto =)
ResponderEliminarBesotes
Vaya, qué buena pinta. Me encantan las novelas en las que aprendes Historia sin darte cuenta, tan sólo leyendo el relato. Sobre Egipto he leído bastante pero, claro, sobre el antiguo Egipto; el actual no, en este caso, el del siglo XX no he leido nada y, sinceramente, desconozco mucho. Sólo por ese hecho vale la pensa leérsela. Gracias. Un saludo.
ResponderEliminarPues no lo conocía. Y me gusta mucho lo que cuentas. Y de este Egipto he leído poco, así que me lo llevo bien apuntada.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un libro que a priori no me llamaba mucho la atención, pero ahora me ha picado la curiosidad.
ResponderEliminar¡Un beso!