La perla negra
Claudia Casanova
FICHA
TÉCNICA
Título: La
perla negra
Autor: Claudia Casanova
Editorial: Ediciones B, 2017
Encuadernación: Tapa dura
Páginas: 334
CLAUDIA CASANOVA
Esto es lo que nos cuenta la editorial
de la autora:
Claudia
Casanova
(Barcelona, 1974) es licenciada en Económicas y en Traducción. Desde que
descubrió La historia interminable supo que quería ser escritora, porque
no había nada mejor que crear mundos con tinta y papel. Viajó a Malasia con
Emilio Salgari, recorrió las veinte mil leguas submarinas en el Nautilus y se
atrevió a acompañar a Frodo hasta Mordor; también soñó que vivía en un apacible
pueblecito inglés y que su apellido era Dashwood.
Terminó dos novelas antes de licenciarse
en Económicas, y empezó a trabajar en el sector editorial, primero como lectora
de manuscritos y traductora, y más tarde como editora en diversos sellos
editoriales. Ha publicado dos novelas históricas, La dama y
el león (2006) y La tierra
de Dios (2009), centrada
en la España de las tres culturas. Es miembro de la American Historical
Association y colabora regularmente con medios digitales, radios y revistas de
divulgación histórica.
ARGUMENTO de LA PERLA NEGRA
La perla negra nos va a contar la
historia de Isabeau de Fuòc, trovadora y ladrona, y su busca de venganza contra
la familia de los Montlaurèl, responsables de la muerte en la hoguera de su
joven madre.
«Hubo un par de clérigos depravados y la
dueña de un burdel. Que me ofrecieron una fortuna por ti
-Deberías haberme vendido, ¿no crees? –replicó
Isabeau, siguiéndole la corriente.
-Menos preocupaciones y dinero en la
bolsa –asintió Íñiguez, esbozando una ligera sonrisa. Pero pensé que me saldría
más a cuenta enseñarte mi honrado oficio de ladrón». (Página 120)
LA PERLA
NEGRA
La perla negra es una novela
histórica, eso sí, con un estilo muy semejante a las novelas de “capa y espada”,
en las que la aventura prima por encima de todo.
Porque aunque la historia esté
ambientada en el siglo XII en Narbona, una localidad al sur de Francia, aunque
la historia de la lucha contra los cátaros y las luchas de poder entre las
diferentes ciudades estén presentes, donde la religión sea una mera excusa para
alcanzar el poder, lo que prima por encima de
todo es la aventura.
Narbona |
Una aventura por la que circularán
personajes de los más variopinto, como Íñiguez, el toledano que en su día
recogió a Isabeau cuando era una niña; Salomón el judío que está al frente de
la hermandad de ladrones; Ermengarda de Narbona, la vizcondesa de la ciudad;
Guerrejat el marinero y capitán de barco y tantos otros más, incluyendo un par
de malos malísimos para dar vida a esta entretenida novela.
Por supuesto sin olvidarnos de Rotger de
Motlaurèl, obispo de Montlaurél e hijo del responsable de la muerte de la madre
de Isabeau:
«Si hubiera sido testigo de su pugna por la supervivencia, el legado papal habría comprendido mejor por qué en la naturaleza de Rotger de Montlaurèl se daban la mano la simplicidad brutal del soldado con la paciencia ancestral del campesino». (Página 100)
Lo de menos es probablemente la realidad
histórica, por más que si existió Ermerganda de Narbona. Se limita a ser el
trasfondo en el que transcurre la acción. Porque no es una novela que pretenda
documentarnos sobre aquella época, sino hacernos pasar un rato entretenido.
Y por lo menos conmigo lo ha conseguido,
con un ritmo muy cinematográfico. De hecho, muchas imágenes que me vienen a la
cabeza provienen de antiguas películas de aventuras como por ejemplo El halcón
y la flecha protagonizada por Burt Lancaster. Con su toque de aventuras, su
cierto toque cómico y su historia de amor, si bien esta última esté más dentro
de la misma línea de aventuras de la novela, que de una auténtica historia de
amor.
Una novela en la que la protagonista
vivirá en constante peligro, aunque ¿no se trata precisamente de eso en las
novelas de aventuras?
«-Esto es peligroso, Tal vez esta noche perderemos algo más que la libertad –dijo Isabeau, cambiando de tono y escudriñando las murallas que abrazaban la ciudad de Narbona.-La vida es peligro, y solo los necios lo ignoran. Y ni tú ni yo somos tal cosa –dijo Guerrejat, observando el horizonte de la ciudad». (Página 150)
IMPRESIÓN
PERSONAL
Lejos del espíritu romántico que parece
desprenderse de la bonita portada de la novela, La Perla negra como he
pretendido transmitiros a lo largo de esta reseña, es una auténtica novela de aventuras, de esas que se lee en u suspiro. Ideal
desde luego para leer en cualquier momento y circunstancia, sobre todo después
de alguna lectura de esas que ha costado un cierto esfuerzo de concentración.
Repleta de personajes que le dan una
gran vitalidad, con sus malos malísimos y sus buenos que son cualquier cosa
menos “buenos”, pues no dejan de ser unos pillastres supervivientes.
Me he quedado con la impresión al
terminar la novela, que está pensada de modo que pueda haber una continuación
de la misma, lejos eso sí de Narbona y las costas francesas. Y es que un
personaje como Isabeaua, no puede dejarse así como así.
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Me parece que me lo voy a pasar bien con esta lectura. Besos
ResponderEliminarNo puedo evitarlo, miro la portada y no puedo dejar de pensar en la historia de El Bosque de Rutherford...tendré que cambiar el chip. Pinta bien, la verdad.
ResponderEliminarUn besito.
No conocía este libro. Y pinta bastante entretenido. Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminarBesotes!!!