Título:
Una
verdad delicada
Aytor:
John
le Carré
Editorial: Plaza &
Janés, 2015
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas: 361
PVP: 22,90 €
JOHN LE CARRÉ
Cuando
leí Un
traidor como los nuestros,
pensé que estaba ante la última novela de John
le Carré.
Porque cuando la gran discusión a nivel mundial, (en España no es
discusión sino decreto ley) es la edad de jubilación, que queramos
o no va a llegar como mínimo a los 65 reales, aunque en muchos casos
lo sobrepasará y llegará hasta los 67 o incluso los 70 años, John
Le Carré, que ha sobrepasado ya la barrera de los ochenta años
(nació en octubre de 1931), está muy lejos de la jubilación y
acaba de presentarnos su nueva novela: Una verdad delicada.
Dice la wikipedia de él:«Fue profesor en la de Eton entre 1956 y 1958. Perteneció al cuerpo diplomático británico entre 1960 y 1964.» En realidad un eufemismo para decirnos que trabajó en el servicio secreto británico, que tuvo que abandonar cuando se descubrió que era él el que estaba publicando las novelas de espías, que en cierto modo desentrañaban el modo de ser del servicio secreto británico.
John
Le Carré
es el mejor representante de lo que podíamos llamar novela
de espías,
aquella que comenzó en 1961 con el agente Smiley en Llamada
para el muerto,
y que de un modo u otro ha continuado hasta nuestros días, con las
veintidós novelas que ha publicado en España hasta el momento:
Llamada
para el muerto (Call for the dea,
1961). Serie "Smiley"Asesinato
de calidad (A Murder of Quality,
1962). Serie "Smiley"El
espía que surgió del frío (The Spy
who Came in from the Cold, 1963). Premios Edgar y Gold DaggerEl
espejo de los espías (The Looking
Glass War, 1965)Una
pequeña ciudad de Alemania (A Small
Town in Germany, 1968)El
amante ingenuo y sentimental (The
Naïve and Sentimental Lover, 1971)El
topo (Tinker, Tailor, Soldier, Spy,
1974). Serie "Smiley"El
honorable colegial (The Honourable
Schoolboy, 1977). Serie "Smiley"La
gente de Smiley (Smiley's People,
1979). Serie "Smiley"La
chica del tambor (The Little Drummer
Girl, 1983)Un
espía perfecto (A Perfect Spy,
1986)La casa
Rusia (The Russia House, 1989)El
peregrino secreto (The Secret Pilgrim,
1990)El
infiltrado (The Night Manager,
1993)Nuestro
juego (Our Game, 1995)El
sastre de Panamá (The Tailor of
Panama, 1996)Single
& Single (Single & Single,
1999)El
jardinero fiel (The Constant Gardener,
2001)
Amigos absolutos (Absolute Friends, 2003)La canción de los misioneros (The Mission Song, 2006)El hombre más buscado (A Most Wanted Man, 2008)
Un traidor como los nuestros (Our Kind of Traitor, 2010)
Amigos absolutos (Absolute Friends, 2003)La canción de los misioneros (The Mission Song, 2006)El hombre más buscado (A Most Wanted Man, 2008)
Un traidor como los nuestros (Our Kind of Traitor, 2010)
Una
verdad delicada
(A delicated truth, 2013)
Es el responsable de
habernos contado un mundo oculto, el de los agentes secretos que
lucharon durante la guerra fría, una lucha entre Rusia y Occidente,
que con la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS
parecía que ya no tenía sentido. Por eso Le Carré se recicló y
pasó a mostrarnos una realidad distinta, cómo los tiempos han
evolucionado y con ello los intereses de los poderosos. Porque espiar
se sigue espiando y los servicios secretos siguen estando detrás de
los acontecimientos mundiales.
Así
en El
sastre de Panamá
se
hacen presentes los intereses americanos en esa delicada parte del
mundo tan cercana a ellos y su manipulación de gobiernos para seguir
teniendo ese enclave bajo control.
El
jardinero fiel
suponía
una denuncia contra las multinacionales farmacéuticas que utilizaban
los países africanos y sus habitantes como conejillos de indias.
Vuelve
en La
canción de los misioneros
a
África para denunciar la intrusión de las grandes corporaciones
multinacionales en la política y vida de aquellas gentes con el
único propósito de explotarlas y sacar cuantos más beneficios
mejor.
En
El
hombre más buscado
nos
muestra las paranoias de los servicios secretos ahora que sus
objetivos han cambiado desde los atentados del 11 S, en que los
islamistas son el objetivo a combatir aunque no se tenga ni idea de
cómo.
En Un traidor como los nuestros, el protagonista no podía ser otro que el mundo de las finanzas internacional.
En Un traidor como los nuestros, el protagonista no podía ser otro que el mundo de las finanzas internacional.
Una
verdad delicada
nos muestra las trastienda de algunas operaciones secretas,
auténticas chapuzas en las que el negocio de la venta de armas es el
fin último de muchas operaciones.
ARGUMENTO
Cerca
de su jubilación, «un
funcionario británico de rango medio, arrancado de su mesa en uno de
los departamentos más prosaicos del Ministerio de Asuntos Exteriores
de Su Majestad para asignarle una misión secreta vital para la
seguridad.» (Página
11)
Sólo asiste como
observador, pero está muy lejos de darse cuenta de que la operación
realizada en Gibraltar, es una auténtica chapuza que termina con
esos eufemísticamente llamados “daños colaterales”.
Años después, una
vez jubilado y “recompensado” su trabajo con el título de Sir,
llega a su conocimiento lo que realmente pasó en aquella noche.
¿Debe callar o dar a conocer a la opinión pública una verdad que
puede resultar para su gobierno muy delicada?
UNA VERDAD DELICADA
«¿Son
Toby y Giles espías? ¡Nada más lejos! Son excelsos diplomáticos
de carrera que, como muchos otros, han acabado en las mesas de
negociación del inmenso mercado de la información secreta del mundo
libre.» (Página
67)
Una
verdad delicada
supone un nuevo paso adelante en la visión del mundo de los espías,
que tan bien se define en la cita del libro que acabo de mostraros.
Y
distinta tiene que ser porque el mundo ha cambiado y la palabra
patriotismo
parece
haber tomado un significado diferente y es utilizada para encubrir
los disparates hechos en beneficio propio.
La
realidad española, esa que tanto nos asquea con sus políticos
corruptos, parece un juego de chiquillos en comparación con lo que
nos muestra Una verdad delicada. A fin de cuentas, lo nuestro es
pura especulación con el terreno y el ladrillo. Lo que John
le Carré
nos muestra es el afán de rapiña, el tráfico de información
ligado con el tráfico de armas, la compra-venta de datos delicados.
La diferencia es que lo que antes se realizaba por motivos
ideológicos, ahora es el factor económico, no de la nación sino el
suyo propio, el que mueve a estos personajes.
Una realidad que
nunca llega a salir a la luz, pues aunque se descubra, los propios
servicios secretos se encargan de taparlo todo.
¿Realidad?
¿Imaginación? Basta con ver el último escándalo de escuchas
ilegales realizado por Estados Unidos a sus “amigos”
occidentales, para darse cuenta de que la realidad supera la ficción.
Porque detrás de estas escuchas hay mucho de espionaje industrial.
Esta
novela es puro
estilo John
Le Carré. Con
personajes normales que se encuentran en el lugar inapropiado en el
peor momento, lo cual les lleva a la disyuntiva de convertirse en
héroes o dejarse corromper.
Es el caso de
Probyn, ese oscuro funcionario que al final de su carrera es llamado
para cumplir el papel de observador en una peculiar operación de los
servicios secretos. O el del ambicioso Toby, un joven funcionario en
alza que ve como su jefe, un aún más ambicioso ministro del Foreing
Office está montando a sus espaldas una sospechosa operación que
sospecha es más en beneficio propio que el de la nación. O el de
Jeb, soldado profesional al servicio de su nación, al que los hechos
acaecidos durante la operación suponen la gota de agua que colma su
ya rebosado vaso de hechos insoportables.
¿Deben callar? ¿Qué
es más importante, la verdad o el supuesto interés nacional?
Ese es el fondo de
la cuestión, el de aquellos chanchullos privados de presuntos
“servidores” de la nación, que se encubren bajo el pretexto de
ser de “interés nacional”, de que en aras de ese presunto
interés de la nación, lo que menos importa es la verdad.
A
fin de cuentas los ciudadanos somos como niños pequeños a los que
hay que dosificar la información, evitándonos todos los datos que
puedan suponer una
verdad incómoda.
¿Incómoda por qué? Porque supone destapar las vergüenzas de unos
pocos que utilizan los recursos de la nación en beneficio propio.
Es
Una verdad incómoda una novela que mantiene ese pesimismo propio de
la literatura de John
le Carré,
esa imposibilidad de poder vencer a los mecanismos del poder que como
una rueda de molino, aplastan todo lo que se oponga a sus intereses.
Y que los intereses privados se transformen en intereses nacionales
es el siguiente nivel al que nos está llevando la corrupción.
Hay
que destacar el lenguaje con el que John
le Carré
ha trenzado esta novela. Diferente, refinado, aristocrático. En
sintonía con unos personajes que no representan a la clase media ni
baja inglesa, sino a la élite, a aquella que a través del lenguaje
intenta marcar diferencias con el pueblo llano.
IMPRESIÓN PERSONAL
Sigue
en plena forma,
esa es mi conclusión tras leer Una
verdad delicada.
Sigue creando una atmósfera única
de
personajes singulares sin haberse quedado anquilosado en aquellos
años de la guerra fría que le elevaron a la fama.
Es sorprendente la
valentía con la que aborda temas de actualidad espinosos como es la
lucha contra el terrorismo (en la que todo parece valer), el negocio
de la industria farmacéutica, el tráfico de armas, la corrupción
o, la sistemática ocultación de la verdad a los ciudadanos, de
aquellas verdades que puedan resultar “delicadas” para los
sensibles espíritus de los votantes, no vaya a ser que se sientan
molestos y se rebelen.
El lenguaje que
emplea es también único, muy rico, adaptado a sus personajes.
¿La
pega?
Es John
le Carré
y todas sus novelas están envueltas en pesimismo, en desesperanza.
En eso no ha cambiado con los años. Por eso, es seguro que Una
verdad delicada
gustará a aquellos que siempre han disfrutado con las novelas de Le Carré.
Pero si no te gustaron las anteriores, tampoco lo hará ésta.
VALORACIÓN:
8/10
Gracias a Editorial
Plaza & Janés que me ha facilitado un ejemplar de esta novela
para su lectura y reseña.
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He ido de puntillas por la reseñas. La empecé ayer y aún no me he formado una opinión ya veremos como acaba.
ResponderEliminarPues no sé, Pedro; no he leído nada de Le Carré y no es mi tema favorito. Tal vez algún día me ponga con él, a ver qué pasa. Un saludo.
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor porque las novelas de espías no me llaman nada, pero al final tendré que probar para decidir si me gustan o no, besotes
ResponderEliminarPues yo no he leído nada del autor pero no lo descarto, aunque no sé si ese aire de pesimismo me vendría bien. La verdad es que es un autor que siempre me ha llamado la atención pero por unas cosas u otras no he leído nada. Besos
ResponderEliminarMe costó cogerle el punto pero luego me gustó bastante
ResponderEliminarbesos
Leí la reseña de Tatty el otro día y me lo llevé apuntado
ResponderEliminarTodavía no he leído nada del autor... y la verdad es que no es de los que me llame mucho U.U
ResponderEliminarBesotes
No leí nada de este autor, pero tampoco me llama.
ResponderEliminarAunque he visto algunas películas basadas en su obra, me estrenaré literariamente con él con esta novela, así que paso de puntillas por tu reseña.
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, que las novelas de espías nunca me han llamado la atención. Pero me has dejado con ganitas de probar...
ResponderEliminarBesotes!!!
Nunca he leído a DeCarré, pero no me ha gustado lo del tono marcado de desesperanza. De momento, no la leeré.
ResponderEliminarBesos.
Esta es la primera novela que he leído de Le Carré y creo que es un buen comienzo para adaptarse a su estilo. Me ha parecido muy light en cuanto a lo que tengo entendido que debería llevar las novelas de espías.
ResponderEliminarUn beso.
Es mi actual lectura, sí que paso de puntillas por la reseña. Me quedo con que la has disfrutado.
ResponderEliminarBesos.