Los tipos duros no leen poesía
Alexis Ravelo
Autor: Alexis Ravelo
Editorial:
AlRevés. 2019
Encuadernación:
Tapa blanda
Páginas: 250
«”Estoy grabando esto porque van a matarme”. Era una frase melodramática, gastada, pero no le se ocurría otra mejor, dadas las circunstancias. Pulsó el botón de pausa en la grabadora. No sabía cómo continuar. Él, allí, aislado, herido. Los cadáveres en el amplio salón que se había transformado en un dantesco paisaje después de la batalla. La grabadora en su mano. La inminencia del motor de un coche acercándose en cualquier instancia por la pista de tierra: todo aquello parecía una secuencia de película barata con pretensiones».
Así arranca esta novela. Eladio Monroy siempre se las apaña para meterse en casos aparentemente sencillos pero que le llevan a líos monumentales y peligrosos. Pero parece que esta vez se le ha ido totalmente de las manos.
Y todo por una cajita que aparentemente solo tenía valor sentimental, un millonario fallecido y un peligroso hombre que lleva un libro de poemas.
-Tres funerales para Eladio Monroy
-Solo los muertos
-Los tipos duros no leen poesía
-Morir despacio
-El peor de los tiempos.
«Esto empezó como siempre: me hicieron un encargo y yo fui tan gilipollas como para aceptarlo. Ya sabes, la cabra que es del monte, para el monte tira y, aunque me lo tienes más que advertido, cuando hay dinero por medio…»
Siempre que pasa igual, pasa lo mismo. Eladio ya debería saber a estas alturas de la partida que lo que a él le ofrecen no son casos sencillos. Porque bajo esa aparente sencillez se esconde algo muy peligroso. ¿Por qué si no lo han elegido a él?
Porque Eladio ejerce de detective pero no es detective. Él simplemente es un marino mercante jubilado que conoce muy bien la isla (la acción de esta serie transcurre en las Palmas) que para completar su exigua pensión se dedica a hacer esos encargos que le van haciendo y que siempre terminan metiéndole en líos.
Mira que podía estarse quietecito en casa con lo bien que le está yendo con su novia en la que en cada nuevo caso termina dándole un susto de muerte. Porque ella además tiene una librería, la otra gran pasión de Eladio Monroy que cultivó como jefe de máquinas en un barco en el que le sobraba mucho tiempo para la lectura.
Una lectura que se decanta por autores muertos, porque sabe que esos novan a defraudarle.
«No me toques los huevos, Eladio. Si le pisas el rabo a un tigre, es de esperar que te dé un zarpazo. Lo que pasa es que tú te has creído que todavía tienes treinta años. Pero ya nos vamos haciendo viejos, amigo». (Página 129)
Así era la cubierta original |
No afloja el interés de esta serie a medida que avanza. Muy al contrario, no solo porque ya conoces muy bien al personaje, sino porque no decaen unas tramas con esa peculiaridad de un escenario cerrado como es una isla como Las Palmas en el que todos se conocen y cualquiera que viene de fuera en seguida es detectado.
Una novela negra, muy negra con unos personajes, tanto los principales como los secundarios, de auténtico lujo desarrollados en tramas cortas que no llegan a las trescientas páginas. Ideales para disfrutarlas y quedarte con ganas de más y sin cansar nunca.
VALORACIÓN: 8/10
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Mi escritor español de novela negra favorito, no me canso de recomendarlo.
ResponderEliminarPues no, no conozco a este personaje aún. Me tengo que poner las pilas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pedro, ha vuelto a pasar: los enlaces a las anteriores novelas del autor no cumplen su función
ResponderEliminar¡Demonios! Voy a leer a ese calvorotas.
ResponderEliminarPor cierto, los tipos duros no son los únicos que no leen poesía. Los semiduros, los blandos e incluso los caldosos tampoco la leen.
Me encanta la presentación del autor xD
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer algo suyo!
Besotes