No abras los ojos
John Verdon
FICHA TÉCNICA
Título: No abras los ojos
Autor: John Verdon
Editorial: Roca Editorial de
libros
Encuadernación: Tapa blanda
Páginas: 552
Título original: Shut your
eyes tight
PVP: 21,50 €
JOHN VERDON
Se dice que la jubilación es
el comienzo de una nueva etapa en la vida. Algunos se lo toman muy a pecho como
John Verdon, para el que su jubilación supuso el comienzo de una
nueva carrera, en ese caso como escritor. Un caso que no es único, pues aquí en
España tenemos también el caso de Chufo Llorens, un autor que ha vendido cientos de miles de
ejemplares de sus novelas (Te daré la tierra es la más vendida),
pero que tampoco comenzó a escribir hasta que le llegó su jubilación.
Muchas similitudes hay entre
el protagonista de sus novelas Dave Gurney y él mismo, pues después de toda una
vida viviendo en Nueva York, al jubilarse se trasladó al campo, a más de dos
horas de la ciudad para vivir una vida distinta. Lo mismo que hace su detective
al retirarse.
Y al igual que él, es una
persona muy reflexiva y que no puede permanecer demasiado ociosa, por más que
le encante contemplar las estrellas por la noche. Así que cuando no está
escribiendo esas seis horas que le dedica al día, tres a primera hora de la
mañana y tres a última hora de la tarde la, está cortando leña o haciendo sus
propios muebles de madera.
Con un lema: «Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.»
Si no los abres ¿cómo vas a leer
el libro?
ARGUMENTO
Ha pasado un año desde el
caso Mellery que casi le cuesta la vida a Dave y su esposa. Un caso que sirvió
para unirle más a ella, para ver cuánto la quería. Pero el tiempo pasa y Dave
comienza a sentirse inquieto, lo que hace que sea muy difícil que se
resista a la tentación de hacerse cargo de un nuevo caso. Un caso que es toda
una intriga:
En su día de bodas, poco antes
del brindis nupcial, en una cabaña de la propiedad aparece muerta la novia, con
su vestido blanco salpicado de su sangre y su cabeza decapitada contemplando
desde la mesa el resto de su cuerpo.
A pocos metros de la cabaña
se encuentra semienterrado el machete con el que ha sido decapitada, pero el
rastro se pierde allí, porque los perros entrenados solo son capaces de ir
desde la cabaña al machete.
El presunto autor de los
crímenes es un jardinero español que llegó a la cabaña hace un año solicitando
un trabajo y que en un brevísimo tiempo se ha convertido en casi imprescindible
para todo. Ha desaparecido junto a la esposa de un vecino. Nadie los ha visto
desde el día del asesinato.
Por no verlo, ni lo han
visto las cámaras que desde todos los ángulos estaban rodando
ininterrumpidamente el evento nupcial y en las que no aparecen imágenes del
jardinero.
Un reto pues para las
mayores inteligencias. Por eso la madre de la novia no repara en gastos para
intentar contratar al mejor detective (aunque sea en este caso con el título de
asesor, porque detective ya no es ni ejerce como tal): Dave Gurney.
A Gurney no le tienta el
dinero, pero si lo enrevesado del caso, pese a la oposición que sabe que va a
suscitar por parte de su mujer que se lie nuevamente en otro asesinato. Por eso
llega a un acuerdo consigo mismo: dedicará quince días para averiguar quién es
el asesino. Ni uno más.
Según se adentra en la
investigación, irá encontrándose con un sórdido mundo en el que la riqueza
intenta esconder con su dinero sus vergüenzas. Una vergüenza que no es otra que
unas chicas, poco más que adolescentes pero con su mente seriamente enfermas,
pues a tan corta edad son ya abusadoras sexuales. Por eso están siendo tratadas
en secreto, como si de una escuela se tratase en la clínica del que iba a ser
el marido de la difunta novia.
NO ABRAS LOS OJOS
Me llaman mucho la atención
aquellas novelas que aparecen entre las más compradas (que no significa
necesariamente las más leídas). Si además están encuadradas entre alguno de mis
géneros favoritos, la contraportada me engancha, o algún cibercompañero habla
bien de dicha novela, tarde o temprano (más temprano que tarde) terminaré
leyéndola. Ese fue el caso de Sé lo que estás pensando, la primera novela de John
Verdon.
No se trataba solamente de
su primera novela, sino de la primera de una serie de novelas que van a tener
como protagonista a Dave Gurney.
Una novela de intriga que pretende ser el comienzo de una serie, ha de contar con un personaje central cautivador, de esos que difícilmente se olvidan y por supuesto, de esos que no se abandonan. Eso es lo que ocurre con Se lo que estás pensando, la primera de una serie de novelas, alguna de las cuales ya está escrita y de la que este No abras los ojos es su continuación.
Una novela de intriga que pretende ser el comienzo de una serie, ha de contar con un personaje central cautivador, de esos que difícilmente se olvidan y por supuesto, de esos que no se abandonan. Eso es lo que ocurre con Se lo que estás pensando, la primera de una serie de novelas, alguna de las cuales ya está escrita y de la que este No abras los ojos es su continuación.
Además de una novela de
intriga, No abras los ojos es también una novela sobre las difíciles relaciones
matrimoniales. Porque aunque el matrimonio Gurney se quiera, son
dos seres completamente diferentes Mientras que Madelaine es la eficacia y la
acción inmediata, David es todo reflexión. Para él lo importante antes de
actuar es haber examinado y sopesado todas las circunstancias.
Esta situación es algo que
el autor reconoce tomado de su propio matrimonio, de las diferencias de
caracteres entre él y su mujer, pues ante una misma circunstancia como
contemplar una flor, mientras que ella pensará en su belleza y en la suerte de
haberla encontrado, él pensará de dónde ha venido.
Además el matrimonio se
enfrenta a esa etapa de la vida en que están ya solos y frente a frente, pues
aunque él sólo tiene cuarenta y siete años, está ya jubilado tras veinticinco
años como policía, unos años en los que la familia estaba en un segundo plano,
con su cabeza en otra parte intentando encontrar las fisuras, las mínimas
incongruencias de loa hechos que permitan resolver el caso
Madelaine pensaba que con el
retiro la cosa cambiaría, pero la realidad se emperra en demostrarle que no es
así, que uno es como es y en todo caso la profesión puede agudizar ese
comportamiento.
Algo que ya pasó en el
primer caso que se nos presentaba en el caso anterior y que vuelve a repetirse
en éste, por lo que Madelaine se siente relegada, siente que no es el centro de
la vida de Dave:
«¿Estar juntos alguna
vez importará más que el hecho de que seas detective? ¿O perseguir lo que
sea que siempre estás persiguiendo estará en el centro de tu vida?» (No
abras los ojos; página 389)
DAVE GURNEY
Dave Gurney, es un inspector
de homicidios retirado tras veinticinco años de servicio:
«Durante veinticuatro años había estado sumergido
hasta el cuello en asesinatos y caos. La mitad de su vida. Incluso
entonces, en su jubilación... ¿Qué había dicho Madeleine durante la
carnicería del caso Mellery? ¿Que incluso en ese momento la muerte parecía
atraerle con más fuerza que la vida?» (No abras los ojos;
Página 267)
Pero su mente no se ha
retirado, quizás porque lo suyo ha sido siempre la búsqueda de los por qués,
una mente abstractiva que en muchos momentos le aleja de los seres que quiere:
«Aún no te has dado
cuenta ¿verdad?
¿De qué?
De que tu cerebro
está tan ocupado en el asesinato, dl caos, la sangre, los monstruos, las
mentiras y los psicópatas, que no te queda sitio para nada más». (No abras los
ojos; Página 159)
Pocas mentes tan
introspectivas nos encontraremos en la literatura de intriga, pero puedo
aseguraros que Gurney puede estar a la altura de algunos genios como Poirot o
Sherlock Holmes (por favor, no me crucifiquéis sus seguidores)
«Se aferraba a la
vida como si esta fuera un extraño enigma por resolver. Pero no todo en la
vida era un enigma, habría dicho ella. Había cosas que se abordaban de
otras maneras. Misterios, no enigmas. Cosas que amar, no que descifrar».
(No abras los ojos; Página 98)
Aunque tanta introspección
le hace aislarse de los demás, incluida su mujer, porque ante una intriga o un
problema sin resolver, nada más existe:
«Madelaine le había
dicho en una ocasión que su vida se había reducido a una actitud obsesiva: desentrañar
los misterios en torno a las muertes de otras personas. Nada más, nada
menos, ninguna otra cosa.» (No abras los ojos; Página 88)
El problema para Gurney, es
que él es como es, no puede evitar actuar así, pese a saber que con eso daña a
su mujer y su relación de pareja. Es ante todo, un hombre bueno:
«Era un hombre tan
bueno, tan decente y, sin embargo, tan cargado de culpa por ser humano... Tan
torturado por sus errores e imprecisiones (…) Siempre estaba
pensando. Pensando sin tregua en los problemas». (No abras los ojos; Página 98)
Vivir aislado no implica el
estar volcado en su mujer. De hecho, Dave se plantea severas preguntas sobre su
actitud, sobre lo que busca en la vida:
«¿Qué demonios está
pasando contigo? ¿No queda sitio en tu cabeza para la vida ordinaria? Para
una vida sencilla, compartida de manera buena y simple con personas comunes. O
quizá nunca ha habido espacio para eso. Tal vez siempre has sido como eres
ahora. Quizá la vida aquí, en una cima aislada sin las exigencias del
trabajo, privado de excusas convenientes para no estar nunca presente en
la vida de personas que afirmas amar, está haciendo que la verdad sea más
difícil de esconder. ¿La simple verdad podría ser que, en realidad, no te
importa nadie?» (No abras los ojos; página 91)
IMPRESIÓN PERSONAL
Espero que el argumento os
haya llamado la atención, porque en principio es un caso muy interesante. Pero
he de decir no obstante, que quedé un tanto sorprendido por el nuevo estilo de
este libro, no tanto por el estilo, sino por el contenido.
Tanto Sé lo que estás pensando como No abras los ojos, son básicamente
novelas de intriga, en que hay algunos personajes como el del detective bien
perfilados. La diferencia es que en Sé lo que estás pensando, el autor nos iba dando
claves para, sin descubrir el punto final hasta el último momento, como
lectores fuéramos avanzando y atando cabos, o sea, algunas de las claves de los
asesinatos se iban resolviendo a medida que avanzaba la novela. Por eso algunos
la tachaban de novela previsible.
En cambio en No abras los ojos, la historia no solo
es más enrevesada, sino que a medida que avanza no sólo no se soluciona sino
que se va complicando más y más. No tienes opciones a imaginar mucho cual es la
solución (lo de especular con quién es el asesino ya es otra cosa) Desde ese
punto de vista es menos previsible aunque yo prefiriera el estilo anterior.
Como es en sí mismo un caso
cerrado, puedes leer este libro sin haberte leído el anterior, pero para
penetrar mejor en la personalidad de Gurney, yo creo que es aconsejable
comenzar por el primer libro.
Es curioso también que le
cueste a pesar de lo peculiar de su trama, al libro le cueste un tanto
arrancar. Hay escenas que claramente parecen de relleno, como las clases de
Gurney en la Academia de Policia. Porque si en una novela puedes suprimir un
capítulo sin que por ello dejes de comprender la acción ni afecte a la
comprensión del personaje, para mi sobra. Y de eso algo hay en No abras
los ojos, pues al principio le sobran unas cuantas páginas. Si el libro
fuese corto, lo entendería, pero teniendo en cuenta que sobrepasa las
quinientas páginas, no hubiera estado de más aligerar algo ese principio.
Una lectura totalmente
prescindible si buscas aprender algo, pero muy recomendable si lo que quieres es pasar un rato
entretenido, porque es de los libros que (en este caso pasadas
unas páginas) te engancha y te obliga pasar una página detrás de otra (ese
page-turner del que habla Laky). No en vano la profesión de John
Verdon fue la de publicista, un trabajo en el que atrapar al
cliente es vital.
Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.
VALORACIÓN: 7/10
Me dio pena quedarme parado con esta saga. Leí el segundo y, como dices, me gustó bastante el personaje del detective, pero desde entonces no he leído apenas novela negra y no he seguido con las continuaciones. A ver si algún día me pongo a ello.
ResponderEliminarCompré el otro día "Sé lo que estás pensando" porque no he leído nada del autor y eso de que sea un page-turner me gusta.
ResponderEliminarUn beso!
Yo leí el primero hace mucho tiempo y tengo por casa todavía sin leer este que reseñas. Algún día me pondré con él.
ResponderEliminarBesotes.
Leí el primero y me decepcionó un poco, pero quiero leer más
ResponderEliminarle llamó bastante
un beesito
Es de esos autores con los que me estrenaré si se cruza en mi camino. No me llama lo suficiente como para lanzarme a buscarlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues sí, a mí también me gustó mucho este personaje de Gurney. Y me encanta que el autor vaya al grano en cuanto a trama y acción se refiere: ya estamos dentro del género, pues manos a la obra. Solo he leído las dos primeras de las saga Gurney pero Roca Editorial acaba de publicar la nueva y tiene buena pinta. Bss
ResponderEliminarNo he leído nada del autor y coincido contigo en que las portadas son de lo más atrayentes. Habrá que empezar en orden y tiene buena pinta.
ResponderEliminarBesos
Pues no he leído ningún titulo de este autor y no lo descartaría que tienen buena pinta. Un beso
ResponderEliminarMe lo han recomendado un montón de veces y no me animo todavía!
ResponderEliminarBesotes
Me gustó mucho más el primero que este, a mi el asesino sí me pareció muy evidente.
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